Ni ¡®virus FIFA¡¯ ni gaitas
La abrumadora superioridad de Bar?a, Madrid y Atl¨¦tico es tal que golean pese al agobiante engorro de las selecciones, con Messi lesionado, 50 minutos de CR y media hora de Diego Costa
No llega a lo de las sopor¨ªferas vueltas al ruedo de Sebastian Vettel, pero el abismo de esta Liga cada vez m¨¢s clasista resta emotividad, sustento capital en toda competici¨®n deportiva. En tan solo 14 jornadas, en la zona de la Liga Europa ya transitan a 20 puntos del l¨ªder. En el horizonte de los tres grandes de nuevo los 100 o m¨¢s puntos. En la Premier, entre el primero (Arsenal) y el sexto (Manchester United) hay siete puntos; en la Bundesliga, 14.
Ni virus FIFA ni gaitas. El rodillo es total, es cosa de tres. Ya no dan tregua ni despu¨¦s del siempre engorroso par¨®n internacional. Sentadas las bases con el transcurso del tiempo, no se vislumbran angustias como las pasadas por el Bar?a en Pamplona, el Atl¨¦tico en Cornell¨¤ o el Madrid en Elche. Los tres de cabeza juegan contra s¨ª mismos. El ¨²nico gancho pasa por su propio espejo, contemplar si Cristiano puede mejorar a Cristiano, si Neymar cubrir¨¢ el vac¨ªo de Messi o cu¨¢ndo cambiar¨¢ Simeone su discurso de cordero. No es a ¨¦l a quien aburre esta competici¨®n. Al contrario. Es ¨¦l, su Atl¨¦tico, el gran animador de la Liga por el campeonato, el ¨²nico en meter una cu?a en la perpetua partida entre Bar?a y Madrid. En s¨ª mismo, el Atl¨¦tico es un aliciente en un torneo falto de encantos, con permiso de Carlos Vela, Sergio Garc¨ªa y otras intermitencias.
El Bar?a es resolutivo pero ha perdido gracia, el Madrid crece y el Atl¨¦tico no es una visi¨®n
Sin Messi, con media hora de Diego Costa y 50 minutos de Cristiano, Bar?a, Atl¨¦tico y Real Madrid fueron demoledores. No necesitan estar en plenitud, tampoco contar con su mejor alineaci¨®n. Alguno, como el equipo de Martino, ni se acerca a su mejor versi¨®n. El Tata quiz¨¢ se deslumbre y tire confetis, pero el Bar?a viene de donde viene y hoy es un conjunto con muchos grises. Suma como nadie, pero ya no fascina. Es eficaz, resolutivo, sin m¨¢s. Contra el Granada le bast¨® un poco de Iniesta, pero floje¨® Neymar, lo que no tendr¨ªa mayor calado de no ser porque deb¨ªa hacer de Messi en el eje del ataque. Estuvo tan inc¨®modo como irascible.
Si el Bar?a ha perdido gracia, el Real Madrid cada vez tiene m¨¢s. En Almer¨ªa certific¨® un excelente partido. Con el insaciable Cristiano ni se concede gandulear un rato de inicio. Fue un equipo decidido, coral, autoritario, con fases de juego muy brillantes. Cristiano le anticip¨® la victoria y sin el genio portugu¨¦s la respuesta gremial fue magn¨ªfica. Alonso e Illarramendi dieron equilibrio, Benzema e Isco brindaron dos golazos, Bale se gan¨® el suyo con piller¨ªa y tenacidad, Jes¨¦ puso la chispa, Carvajal fue un pu?al por su banda, Morata puso el lazo con un tanto de violinista y Casemiro dej¨® m¨¢s de quite, un disparo al poste y una asistencia sublime en el quinto gol. Y un gui?o de la nacionalizaci¨®n madridista: hac¨ªa ocho a?os que no jugaban unos minutos juntos nueve espa?oles (Diego L¨®pez, Carvajal, Ramos, Arbeloa, Alonso, Illarra, Jes¨¦, Morata e Isco). Y en el banco: Casillas, Nacho y Jos¨¦ Rodr¨ªguez. Con Modric reservado y sin Khedira, Varane, Marcelo y Coentr?o, todos internacionales en selecciones que estar¨¢n en el pr¨®ximo Mundial, el Madrid tiene recursos infinitos. Ya lo sabe Ancelotti, que en Almer¨ªa cambi¨® de sistema y obtuvo resultados exitosos.
Mientras gana tiempo el Bar?a y crece el Real Madrid, el Atl¨¦tico no cede. Del apret¨®n en Vila-real ¡ªtambi¨¦n all¨ª sufri¨® el Madrid¡ª al desmelene ante el Getafe, al que apabull¨® por completo con un amplio repertorio. Salvo Alderweireld, hasta 12 futbolistas rojiblancos pusieron picante en el ¨¢rea de Moy¨¢, lo que subraya la voracidad de la plantilla de Simeone. El t¨¦cnico argentino ha enchufado a todos y, a excepci¨®n quiz¨¢ de Adri¨¢n, no hay jugador del Manzanares que no haya dado un estir¨®n. El ¨²ltimo, Ra¨²l Garc¨ªa, capaz de dar un respiro al mism¨ªsimo Diego Costa, cuyo gol de museo revela que este delantero es algo m¨¢s que un corsario. Ante el tijeretazo del brasile?o, Simeone puso cara de incr¨¦dulo. Era lo que tocaba, pero en el fondo del Cholo anida una fe ilimitada en un grupo con pruebas m¨¢s que evidentes para creer en s¨ª mismo, en sus apuntes individuales para la mejora del colectivo, lo que tiene encumbrado a este Atl¨¦tico que, hoy por hoy, va muy en serio. Lo de Simeone ya no cuela. No col¨® ante la ¨²ltima final de Copa ni ahora. En una Liga tan desvirtuada, el Atl¨¦tico no es una visi¨®n. Ha hecho de la necesidad virtud. Otros equipos ni se lo pueden permitir. Su Liga nada tiene que ver.
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