?¡®Quo vadis¡¯ Bar?a?

Furioso porque el Ajax ten¨ªa el bal¨®n y la iniciativa, Piqu¨¦ se gir¨® hacia sus compa?eros para gritar: ¡°?Esto es un despelote!¡±. Despu¨¦s, todav¨ªa en caliente, admiti¨® que el espect¨¢culo hab¨ªa sido ¡°horrible¡±, al tiempo que desliz¨®: ¡°Y el vestuario lo sabe¡±. Lo sab¨ªa porque se habl¨® en el entreacto, porque a todos les preocupaba la expresiva superioridad del rival, que en 45 minutos tir¨® nueve veces a la porter¨ªa de Pinto (por tres del Bar?a) y que le compiti¨® en posesi¨®n (45,9%) y en pases (235, por 282). Reivindicado el segundo tiempo por los azulgrana, cuando el Ajax jug¨® con uno menos, ni los guarismos les otorgan la raz¨®n: el equipo acumul¨® el cuero (64,2%) para solo tirar en una ocasi¨®n. ¡°Lo hicimos peor con bal¨®n que sin ¨¦l¡±, convino Martino. Una t¨®nica, sin embargo, de este Barcelona, mecido en un vaiv¨¦n de ideas porque ha perdido la gracia en su juego y porque parece solo hacer da?o a la contra, con balones directos y con prisas en la composici¨®n. Adem¨¢s, ni Xavi ni Puyol, los capitanes, defienden la identidad con el bal¨®n en los pies, como tampoco aparece la versi¨®n definitiva de Messi ni una soluci¨®n que desmonte defensas.

Desde la plantilla, que tira de meritocracia, se reclama reconocimiento por lo conseguido del mismo modo que hace un par de semanas se negaba la mayor. ¡°Somos los mismos de siempre, no creo que se pueda hacer cambiar la forma de jugar a futbolistas que siempre han jugado a lo mismo¡±, adujo Cesc. ¡°Por nuestras cualidades, somos m¨¢s peligrosos en corto, cuando tenemos el bal¨®n¡±, abund¨® Alves. ¡°Pero hay que buscar salidas a la propuesta de un rival cerrado¡±, ahond¨® Piqu¨¦. ¡°Lo que pasa¡±, intervino Vald¨¦s; ¡°es que en los a?os anteriores hemos rozado la excelencia¡±. Esa es la impresi¨®n de las altas esferas del club: ¡°Respetando el debate de los medios, el equipo que tomamos como referencia es el de hace dos o tres a?os. Y eso es un error garrafal porque fue algo extraordinario e irrepetible¡±. Y ampl¨ªan: ¡°Claro que jugamos distinto. Es lo que ped¨ªamos cuando no ten¨ªamos un plan B. Ahora no hay tanto control en el juego, pero somos m¨¢s imprevisibles¡±. El cambio de estilo, sin embargo, no fue admitido de inicio por Martino, que sac¨® a colaci¨®n porcentajes de posesi¨®n en comparaci¨®n con otros cursos.

Tomar como referencia el equipo de hace unos a?os es un error garrafal porque fue irrepetible¡±

Desde la direcci¨®n deportiva poco se sabe ¡ªsi acudir¨¢ al mercado de invierno o por cu¨¢ntos a?os renovar¨¢n a Iniesta y Piqu¨¦¡ª, m¨¢s all¨¢ de una frase reciente del director deportivo Andoni Zubizarreta: ¡°Vivimos de la continuidad, no de la comparaci¨®n. Creo que sabemos d¨®nde estamos y hacia d¨®nde vamos¡±. Aunque no todo parece tan di¨¢fano en un club que parece extraviado en su idea original y juego, que no de resultados (la derrota contra el Ajax fue la primera en 21 duelos). Pero en el club molesta el debate del estilo ¡ªhasta el presidente Rosell anunci¨® que los disidentes no quer¨ªan al Barcelona¡ª, por m¨¢s que fuentes autorizadas del club aseguren: ¡°Es normal que juguemos distinto. Ahora no se requiere tanto m¨¦todo, trabajo ni planificaci¨®n, sino que nos basamos m¨¢s en la inspiraci¨®n individual. El Bar?a abre el partido y juega al uno contra uno, donde impone su calidad¡±. Y se a?ade: ¡°Son tres a?os m¨¢s en las piernas y tres menos en el hambre y las ganas¡±. ?Entonces, no se deber¨ªa hacer un cambio dr¨¢stico en la plantilla? A lo que responden fuentes del club: ¡°?El barcelonismo tiene que tratar a verdaderos mitos como un empleado ordinario? Y la gente, en general, est¨¢ encantada por c¨®mo va el equipo; entienden que ya no es lo de antes. Xavi tiene 34 a?os, Puyol 36, Messi est¨¢ lesionado¡­¡±.

Acabado el encuentro del Amsterdam Arena, Martino asegur¨® que el equipo hab¨ªa perdido ¡°todos los duelos individuales¡±. Un argumento que sonaba a discurso cruyffista que no estaba exento de realidad. Pero una noticia devastadora, toda vez que, como dicen desde el club, se tira m¨¢s del individualismo. Por lo que, perdido o no, queda por ver qu¨¦ rumbo toma ahora el Bar?a.