La violencia mancha al pa¨ªs del f¨²tbol

A seis meses del Mundial, Brasil vuelve a lamentar la imagen que exporta al resto del planeta. Esta vez despu¨¦s de los graves enfrentamientos entre hinchas del Paranaense y el Vasco de Gama (5-1) el domingo, con cuatro heridos, seis detenidos y decenas de aficionados enfrent¨¢ndose en las gradas del estadio. ¡°Esta violencia va contra todo lo que creemos que es el f¨²tbol, un deporte de pasi¨®n, pero tambi¨¦n de tolerancia¡±, asegur¨® ayer la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, acerca de una lacra que se repite de manera c¨ªclica en los campos brasile?os. Hasta la FIFA tuvo que salir al paso para asegurar que durante el Mundial no se repetir¨¢n hechos as¨ª. ¡°Est¨¢ en marcha un concepto muy amplio de seguridad, una operaci¨®n integrada por responsables p¨²blicos y privados, para asegurar la seguridad de aficionados, jugadores y otros participantes¡±, explic¨® el m¨¢ximo organismo del f¨²tbol mundial.

Las piedras en el camino mundialista

Cuatro trabajadores pierden la vida en las obras

Dos trabajadores fallecieron en noviembre al desplomarse una gr¨²a que estaba colocando una estructura met¨¢lica en el Arena Corinthians (S?o Paulo). Otros dos trabajadores ya hab¨ªan muerto en las obras de otros estadios del campeonato: un obrero pereci¨® en junio de 2012 al caer de una altura de 30 metros en el estadio Man¨¦ Garrincha (Brasilia), y otro falleci¨® en marzo de este a?o al precipitarse desde una altura de cinco metros en el Arena Amaz?nia, en Manaos.

El gasto se dispara

Brasil ya ha superado la suma que Sud¨¢frica y Alemania desembolsaron, juntas, para los dos ¨²ltimos Mundiales. El gasto para la reforma o construcci¨®n de los 12 estadios alcanza los 2.500 millones de euros. Alemania gast¨® 1.100 para el mismo n¨²mero de estadios. En Sud¨¢frica, en 2010, la inversi¨®n fue de cerca de 1.000 millones de euros para 10 estadios.

Batalla campal con cuatro heridos

Un enfrentamiento entre los hinchas radicales de Paranaense y Vasco de Gama deja cuatro heridos en el Arena Joinville del Estado de Santa Catarina, en el sur del pa¨ªs

El pa¨ªs que se prepara para albergar la Copa del Mundo asisti¨® at¨®nito al apaleamiento colectivo que llev¨® a que el partido quedase suspendido durante una hora. En la pelea, los aficionados fueron agredidos, golpeados con barras de hierro y se pisotearon los unos a los otros, lo que dio lugar a im¨¢genes sangrientas y a la entrada de un helic¨®ptero sobre el c¨¦sped. ¡°El estadio no es seguro¡±, coment¨® Alessandro, portero del Vasco. ¡°Los responsables deben ser identificados y castigados¡±, pidi¨® ayer el Ministro de Deporte de Brasil, Aldo Rebelo. ¡°Es muy triste. A seis meses del Mundial, esto es muy feo para el pa¨ªs. Todas las naciones saben lo que sucedi¨®¡±, lament¨® Jonas, delantero brasile?o del Valencia. Y Mauricio Murad, soci¨®logo y autor del libro C¨®mo entender la violencia en el f¨²tbol, apunt¨®: ¡°Algo ha cambiado, y para peor. En los ¨²ltimos cinco o seis a?os, la violencia estaba controlada dentro de los estadios y solo se ve¨ªan disturbios fuera. Lo que hemos visto los ¨²ltimos fines de semana es una vuelta a la violencia dentro de los estadios¡±.

El balance final fue de seis detenidos, tres de ellos en libertad desde el mismo domingo y otros tres que permanec¨ªan detenidos ayer. Adem¨¢s, cuatro aficionados ¡ªdos de cada equipo¡ª fueron hospitalizados, aunque ayer solo uno continuaba ingresado en el Centro Hospitalario Unimed, en Joinville, en el Estado de Santa Catarina, a causa de un traumatismo en la cabeza, aunque no se tem¨ªa por su vida. Los otros tres recibieron el alta m¨¦dica.

En ese partido, los goles no eran el ¨²nico factor que podr¨ªa tener consecuencias. La violencia era otro. Se estaba sobre aviso. En una nota publicada el 2 de diciembre en la web de la afici¨®n del Atl¨¦tico Paranaense, se convocaba a los aficionados al encuentro y se les informaba de que no se vender¨ªan entradas para mujeres y ni?os ¡°debido al alto riesgo de enfrentamientos¡±. Esa cr¨®nica de una tragedia anunciada sigui¨® como cab¨ªa esperar. Incluso bajo el ¡°aviso¡± de una posible guerra entre las aficiones, el encuentro comenz¨® sin presencia policial en las gradas, solo seguridad privada. Seg¨²n el peri¨®dico El Estado de S?o Paulo, las c¨¢maras apenas registraron la presencia de seis guardas de seguridad privados en la l¨ªnea divisoria entre una afici¨®n y otra, antes de los enfrentamientos.

Esto va contra todo lo que creemos que es el deporte¡±, dice la presidenta

Ayer, la Polic¨ªa Militar aleg¨® que hab¨ªa destinado a 113 de sus miembros para reforzar la seguridad dentro del campo, pero que, debido a una decisi¨®n del Ministerio P¨²blico, el Poder Judicial hab¨ªa prohibido la participaci¨®n de ¡°polic¨ªas militares¡±. Es decir, vetaba la participaci¨®n de este cuerpo en eventos privados y dejaba la responsabilidad de la seguridad en manos de los organizadores del evento.

Ante la barbarie, la FIFA se pronunci¨®, asegurando que este tipo de comportamientos no van a repetirse durante la Copa del Mundo, ya que la seguridad en el Mundial, seg¨²n la organizaci¨®n, ser¨¢ completamente diferente. En su cuenta de Twitter, la presidenta Dilma Rousseff lament¨® lo ocurrido y habl¨® de la creaci¨®n de una ¡°c¨¢rcel para el aficionado¡±. ¡°En el pa¨ªs del f¨²tbol no podemos convivir con la violencia en los estadios¡±, escribi¨®. ¡°Es necesaria la presencia policial en los campos, penas de prisi¨®n en caso de violencia y la creaci¨®n de una c¨¢rcel del aficionado para que estas escenas no se repitan¡±, afirm¨®.

La FIFA asegura que en el torneo habr¨¢ ¡°amplia seguridad, p¨²blica y privada¡±

Solo este a?o, 30 personas han muerto por actos vand¨¢licos en los estadios de f¨²tbol brasile?os. Desde 1984, cuando la violencia se convirti¨® en una moda y comenz¨® el recuento oficial de v¨ªctimas, se han registrado 234 muertos por peleas entre aficionados.

El castigo por estos incidentes es bastante leve. Los equipos envueltos en este tipo de hechos pierden el derecho de jugar en su propio campo durante tres o cuatro partidos. Y de ah¨ª vienen buena parte de las quejas de jugadores y otra parte de los aficionados. La petici¨®n de algunos organismos de que los hinchas con antecedentes violentos se presenten en prisi¨®n antes de los encuentros ha ca¨ªdo en saco roto.

Lance, el peri¨®dico deportivo de mayor tirada en Brasil, escribi¨® en un editorial: ¡°El problema no es la falta de leyes, sino la falta de compromiso y rigor por parte de las autoridades para cumplir las leyes que existen¡±.

A las puertas del Mundial, la violencia mancha a un pa¨ªs que respira f¨²tbol.