El recreo de Neymar

Despu¨¦s del sofoc¨®n que se llev¨® ante el Athletic y el Ajax, y tambi¨¦n en Pamplona, el Barcelona ha recobrado la tranquilidad ante rivales menores. Queda por ver si aquello fue un simple catarro o algo m¨¢s, y para descubrirlo no hay mejor rival ni term¨®metro que el Manchester City, pareja de baile en Europa. Pero mientras se cuecen hasta febrero los automatismos como la presi¨®n que exige Martino y el pase que defiende el equipo, mantiene el pulso con sudores al Atl¨¦tico en la Liga y se pasea en la Copa, como anoche frente al Cartagena, apenas exigido el Bar?a, conforme con el oficio de Pedro y con Neymar, que tambi¨¦n dej¨® su huella en la Copa. Los azulgrana se medir¨¢n al Getafe en el cruce de octavos.

Decidido a no tener m¨¢s sobresaltos que desaten la cr¨ªtica ni pongan en entredicho su propuesta, Martino no arriesg¨® un ¨¢pice ante el Cartagena, toda vez que no dio carrete a ning¨²n jugador del filial. Dej¨® en la rebotica a Piqu¨¦, Xavi y Busquets, y en el banquillo a Iniesta, Alba y Bartra, todos con billete para el pr¨®ximo duelo liguero ante el Getafe. Pero arriesg¨® con Pinto ¡ªVald¨¦s sigue en la enfermer¨ªa¡ª y aline¨® tambi¨¦n a Cesc y Neymar, que ma?ana empieza las vacaciones navide?as porque arrastra sanci¨®n liguera. Los actores secundarios, sin embargo, resultaron torpes en la conjugaci¨®n del cuero, siempre con uno o dos toques de m¨¢s. Flema y ret¨®rica que repercut¨ªa en la zona concluyente, donde el Cartagena aunaba dos l¨ªneas atiborradas de defensas, empe?ado Tevenet en reducir riesgos. As¨ª, el Bar?a se expresaba con disparos de francotirador, de Montoya, Adriano y Pedro, todos desviados. Para sorpresa del Camp Nou, m¨¢s afilado estuvo Zurdo, que solt¨® un latigazo en una falta desde el v¨¦rtice del ¨¢rea que solo el poste acert¨® a escupir; alivio de Pinto.

Las pinceladas de alegr¨ªa llegaban, en cualquier caso, de las botas de Neymar, que desbrozaba la rampa hacia el gol a su manera, con el quiebro por bandera. Ocurre que Neymar ya se siente como en casa y toma el Camp Nou como la hora del recreo, un tanto individualista; s¨ªntoma de confianza y signo de fortaleza porque al igual que en el patio del colegio, se la juega quien puede y sabe. Pero le falt¨® autografiar la jugada hom¨¦rica y repleta de flashes. As¨ª, con Song lento en la mezcla, sin la ruptura de Cesc desde la segunda l¨ªnea, con Tello ausente y difuminado porque le han pillado el truco a su disparo tipo Henry ¨Ccon el interior y al palo largo¡ª, y con Sergi Roberto de lo m¨¢s conservador, fue Montoya el que reclam¨® el esf¨¦rico en el costado para que Pedro resolviera en un santiam¨¦n desde el primer palo, con el pie derecho y de primeras, a la red.

Abrochado el Cartagena y sin m¨¢s f¨²tbol ni ingenio, hasta el punto de que la grada tiro de la ola para divertirse, el Bar?a se atornill¨® en casa ajena para probar un sinf¨ªn de disparos que a buen seguro dejaron cardenales en los defensas rivales. Hasta que Cesc ley¨® el desmarque de Tello, que se ali¨® con la fortuna porque su centr¨® acab¨® en autogol, desatino de Mariano S¨¢nchez. Y con el duelo roto apareci¨® Neymar, que cabece¨® a las mallas un centro lateral de Iniesta. No le hizo falta m¨¢s al Barcelona que un ejercicio de m¨ªnimos, un empuj¨®n del jornalero Pedro y la puntilla de Neymar.