¡°En el alpinismo hay exactamente tantos idiotas como en la sociedad¡±
El himalayista italiano Simone Moro, primer hombre en hollar en invierno un ochomil del Karak¨®rum, vuela a Pakist¨¢n para enfrentarse al Nanga Parbat, junto al K2 ¨²nica monta?a de esa categor¨ªa que permanece sin conquistar en la ¨¦poca m¨¢s g¨¦lida del a?o

Escalando en el macizo del Fitz Roy, en la Patagonia argentina, una tormenta forz¨® la retirada de Simone Moro y su compa?ero. La pareja inici¨® una serie de r¨¢peles precarios, abandonando material y gestion¨¢ndolo con sumo cuidado para no quedar varados en mitad de la pared: as¨ª decidieron rapelar de un ¨²nico pit¨®n clavado en la roca. El compa?ero de Moro descendi¨® y grit¨® ¡°?libre!¡± y ¨¦ste inici¨® la maniobra de r¨¢pel. A medio camino, el pit¨®n cedi¨® y Simone cay¨® en picado. Deber¨ªa haberse matado, pero en cambio, aterriz¨® sobre una repisa de nieve fresca, intacto. Unos metros a su izquierda, su compa?ero le miraba, mudo, aterrorizado. ¡°No me mires as¨ª y al¨¦grate, que tenemos un clavo extra para rapelar¡±, asegura que le dijo. Por serio que parezca, el alpinismo tambi¨¦n merece ser observado con humor, con cierto desapego. A punto de volar a Pakist¨¢n para enfrentarse al Nanga Parbat (8.125 metros), junto al K 2 la ¨²nica monta?a de ochomil metros que permanece sin conquistar en invierno, el italiano Simone Moro (B¨¦rgamo, 1967) reflexiona acerca de la aventura, de la muerte, de su relaci¨®n con la monta?a y de los valores manoseados que, se supone, emanan del alpinismo.
Pregunta. ?Qu¨¦ significa la palabra aventura para usted?
Respuesta. Algo que no est¨¢ relacionado con los r¨¦cords, los resultados o el ¨¦xito. Para m¨ª, la aventura es algo que implica dos elementos b¨¢sicos: la exposici¨®n y lo desconocido o misterioso. La aventura est¨¢ ¨ªntimamente unida a lo que denominamos exploraci¨®n. Una exploraci¨®n tiene lugar tanto si es exitosa como si no, ya que explorar algo implica intentar alcanzar una regi¨®n (f¨ªsica y mentalmente) que hasta entonces estaba inexplorada, por lo que cada paso que se da es ya un ¨¦xito.
P. ?Qu¨¦ tipo de aventura espera encontrar en el Nanga Parbat?
R. Una aventura intensa en toda regla. Pol¨ªtica (hay peligro de terrorismo), vertical en el sentido de que el Nanga Parbat es la monta?a m¨¢s vertical del planeta, y psicol¨®gica porque despu¨¦s de 25 a?os nadie ha logrado a¨²n escalarla en invierno y, sobre todo, desde la vertiente Rupal.
P. Hace unos meses unos sherpas estuvieron a punto de linchar a usted y a sus compa?eros Steck y Griffith en el campo 2 del Everest. ?Qu¨¦ sentimientos alberga ahora al respecto?
El mayor peligro del planeta son los seres humanos¡? Son peor que una avalancha¡±
R. Eso ya es parte del pasado. Lo he olvidado y no presto atenci¨®n a la infinidad de comentarios basura que la gente escribi¨® y dijo sobre lo ocurrido, sobre todo gente que estuvo involucrada o que intent¨® especular y sacar provecho de lo ocurrido. Muchos extranjeros intentaron defender a los sherpas envueltos en la revuelta por su propio beneficio transmitiendo una buena imagen de ellos como defensores. Pero todo acto de violencia es indefendible, as¨ª que no hay excusa ni justificaci¨®n para lo ocurrido, ni para los sherpas involucrados. Eso no quita que piense que tuvimos muy mala suerte y nos topamos con los sherpas m¨¢s est¨²pidos del campo 3 y por ello sigo queriendo y respetando a la gente de Nepal y a los sherpas en general.
P. ?Qu¨¦ conclusi¨®n personal ha extra¨ªdo tras la experiencia en el Everest?
R. He confirmado una vez m¨¢s que el mayor peligro de este planeta est¨¢ personificado en al figura de los seres humanos, en la gente¡ Mucho m¨¢s peligrosos que las avalanchas, las tormentas, los terremotos¡ El ser humano es el mayor peligro para el propio ser humano. En todas partes encontrar¨¢s buena gente y mala gente, incluso a ocho mil metros de altura, e incluso entre los sherpas¡
P. En el Gasherbrum II, estuvo cerca de ser sepultado por una avalancha despu¨¦s de convertirse (junto a Urubko y Richards) en el primer hombre que hollaba un ochomil del Karakorum en invierno. ?C¨®mo afronta uno la monta?a sabiendo que puede fallecer en un accidente?
R. Todos morimos un d¨ªa u otro, todos¡ incluso quienes est¨¢n leyendo esta entrevista fallecer¨¢n alg¨²n d¨ªa. Mientras tanto sigo intentando alejar esa fecha de mi calendario, y por ello abandono el 35% de mis expediciones sin lograr el objetivo, porque no quiero asumir demasiados riesgos.

P. ?Ha cambiado su relaci¨®n con la monta?a?
R. A¨²n sigo enamorado y respetando las monta?as y la naturaleza tanto como me respeto a m¨ª mismo. As¨ª que intento disfrutar y encontrar el equilibrio perfecto entre mi alma y el mundo en el que vivo. S¨¦ que las aventuras y las expediciones son a¨²n infinitas en el medio natural, lo que me da la seguridad de que durante las pr¨®ximas generaciones seguiremos teniendo la oportunidad de explorar nuestro interior exponi¨¦ndonos tal como somos en el medio natural y salvaje.
P. Dice Ueli Steck que para ser un gran alpinista no se puede tener familia. ?Est¨¢ de acuerdo?
R. Para ser un gran alpinista, tanto como para ser un gran hombre, no debes nunca sacrificar tu naturaleza interna, tu esencia. Es simplemente un tema de capacidad, organizaci¨®n, alma¡ As¨ª que entiendo perfectamente si alguien necesita estar solo o sin familia para alcanzar sus objetivos. Pero otros posiblemente tambi¨¦n lo puedan hacer teniendo una vida normal esper¨¢ndoles. Es un asunto de libre elecci¨®n, y no algo necesariamente obligatorio.
P. Adem¨¢s de un gran alpinista es un gran empresario. ?C¨®mo gestiona ambos mundos?
R. Un gran empresario es quiz¨¢s decir demasiado. Prefiero decir que soy capaz de compaginar por m¨ª mismo el sue?o de ser un alpinista profesional y un piloto de helic¨®pteros profesional. No vivo en una furgoneta o en una tienda. Lo hice en alguna ocasi¨®n, especialmente cuando era joven, pero desde entonces mantengo un cierto sentido de la realidad que me impulsa a hacer algo ¨²til. La palabra negocio o empresa se confunde demasiado a menudo con los t¨¦rminos contaminaci¨®n o sucio, y es algo totalmente err¨®neo.
P. ?Qu¨¦ significa fracasar en la monta?a?
R. No existe el fracaso en la monta?a. Es una palabra inventada y usada por periodistas y alg¨²n que otro colega monta?ero est¨²pido o celoso. Cualquier paso, por peque?o que sea, adentr¨¢ndote en un terreno natural con el que has so?ado es ya en s¨ª un ¨¦xito. Si esos peque?os pasos te llevan hasta la cima y a alcanzar tus sue?os, entonces todo ello supone un logro a¨²n mayor.
P. El mundo de la monta?a vende compa?erismo, amistad, trabajo en equipo, autenticidad¡ pero sabemos que esto no es siempre cierto, ?verdad?
Mi mujer so?¨® que fallec¨ªa en el K2 en invierno, y suele acertar sus predicciones¡±
R. Cada vez es peor¡ La sociedad cambia, y con ella los alpinistas. Se enfrentan por patrocinadores, popularidad, visibilidad, fama¡ En porcentajes, en el mundo del alpinismo hay exactamente el mismo porcentaje de idiotas que en la sociedad en la que vivimos. As¨ª, pese a que tengo buenos amigos en el mundo del alpinismo, intento refugiarme y alejarme de todo cuando estoy en casa. No soy el t¨ªpico tipo extrovertido que busca compartir momentos con la comunidad monta?era. Siempre tienen algo sobre lo que discutir, y ya estoy cansado de escuchar a la gente quejarse o acusar a otros. Prefiero aprovechar mi tiempo libre saliendo a correr, escalando, o simplemente pasando tiempo con mi familia.
P. ?Le desvelan los amigos perdidos en la monta?a?
R. S¨ª, claro que s¨ª. Soy una persona muy sensible. He perdido docenas de amigos en la monta?a. Anatoli Boukreev o I?aki Ochoa,dos de mis mejores amigos. Pero en lugar de quedarme en casa llorando su p¨¦rdida, prefiero vivir mi vida en su honor.
P. ?El Nanga Parbat un trampol¨ªn para el K2 en invierno?
R. No s¨¦ con seguridad si intentar¨¦ alguna vez el K2 en invierno. Mi mujer so?¨® que fallec¨ªa mientras intentaba el K2 en invierno. Y suele acertar bastante en sus predicciones¡ De cualquier forma, si alguna vez lo intento, ya puedo adelantar que estoy orgulloso de mi carrera hasta ahora en cuanto a actividades invernales.
P. ?C¨®mo es su relaci¨®n con sus patrocinadores?
R. Muy Buena. S¨¦ exactamente lo que necesitan y lo que quieren, y ellos saben hasta d¨®nde puedo llegar, y que no soy solo un patrocinado, sino tambi¨¦n una persona que intenta siempre devolverles la inversi¨®n que han hecho en m¨ª. Muchos patrocinados piensan que el patrocinador es quien les paga las vacaciones, los viajes, y les permite tener una buena vida. Esto es un gran error, y a la larga es un motivo para que la relaci¨®n se rompa.
P. Despu¨¦s de tantos a?os relacionado con la monta?a, ?c¨®mo hace para mantener intacta la ilusi¨®n?
R. La pasi¨®n y la fuerza de mi sue?o. El deseo de seguir explorando a grandes alturas. Todo esto ha sido fundamental, y ahora tambi¨¦n mi nueva carrera como piloto de helic¨®pteros que me permite permanecer en la monta?a, en primera l¨ªnea, explorando otros l¨ªmites de una forma paralela, y en cierto modo tambi¨¦n m¨¢s ¨²til que cuando simplemente escalo en solitario para m¨ª. As¨ª que puedo afirmar que estoy muy feliz por lo que tengo ahora, y por lo que har¨¦ en el futuro en las monta?as.
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