El Madrid defiende su pegada

El Madrid juega en Cornell¨¤-El Prat como en el Bernab¨¦u, tambi¨¦n ayer en la Copa, como hace diez d¨ªas en la Liga. A excepci¨®n de la suplencia de Xabi Alonso, no hubo m¨¢s concesi¨®n en la alineaci¨®n de Ancelotti, ni siquiera con Isco y Jes¨¦, el equipo se afil¨® en la cancha como si la eliminatoria se jugara a un solo partido y los aficionados blancos acudieron en masa al estadio del Espanyol. El partido se presentaba de nuevo como un ejercicio de resistencia para la plantilla de Aguirre. El de anoche no dur¨® ni media hora en el marcador: Benzema cabece¨® un bal¨®n peinado por Bale en la posici¨®n de delantero centro despu¨¦s de un centro de Arbeloa, habilitado por Modric. Al igual que pas¨® en la Liga, no hubo m¨¢s novedad: un d¨ªa le vale la testa de Pepe y al siguiente le alcanza con la de Benzema. Y, como pas¨® tambi¨¦n entonces, el Madrid no supo rematar el partido y acab¨® entregado a la bravura del Espanyol.

Jug¨® a resolver el equipo de Ancelotti, organizado alrededor de Illarra, de nuevo movido por Modric, un futbolista de una flexibilidad y plasticidad asombrosa, cada vez m¨¢s decisivo en la mec¨¢nica del juego del Madrid. El toque del croata y la capacidad de intimidaci¨®n de los tres delanteros madridistas es tan notoria que los contrarios se vencen de manera irremediable, antes o despu¨¦s, unas veces por el acierto de Cristiano y en otras por la punter¨ªa de Bale o Benzema, anoche especialmente intervencionista, muy pint¨®n.

A partir de una misma formaci¨®n, el Madrid se ha estabilizado como equipo y funciona en cualquier competici¨®n, incluso en las de ida y vuelta, en ataque y tambi¨¦n cuando conviene en defensa. Muy poco tuvo que decir de salida el Espanyol, salvo lamentar la pifia de Pizzi, solo frente a Casillas, despu¨¦s de una asistencia preciosa de Sergio Garc¨ªa, el jugador franquicia del Espanyol. Marr¨® un tiro f¨¢cil Pizzi y respondi¨® el Madrid con el tanto del excelente Benzema. Resignados, los blanquiazules se tornaron en un equipo manso, incapaces de tener la pelota y tambi¨¦n de contener al Madrid, mucho m¨¢s interesado en el encuentro, seguro con sus dos centrales, bien colocado en la cancha, dispuesto a satisfacer las cuestiones colectivas y las personales como el r¨¦cord de imbatibilidad de Casillas, ahora situado en 608 minutos. La superioridad del Madrid anunciaba una goleada y, sin embargo, Casilla aguant¨® al Espanyol.

El conjunto de Ancelotti se ha estabilizado como equipo y funciona en las dos ¨¢reas

El descanso fue un alivio para los blanquiazules, entregados a las rotaciones, disminuidos en la pizarra y en la cancha, sabedores de que su torneo es la Liga: no hay m¨¢s plan que el del d¨ªa a d¨ªa. Aguirre supo reactivar ayer al equipo con la entrada de un centrocampista con una buena lectura del juego como ?lex Fern¨¢ndez. Mejor¨® en la presi¨®n y la conducci¨®n el Espanyol. A punto estuvo Torje de sacarle un penalti a Di Mar¨ªa, sacrificado como interior izquierdo, y Sergio Garc¨ªa remat¨® muy ajustado al poste derecho de Casillas. Viven los blanquiazules de las paradas de su portero y del talento de su delantero centro, suficiente en muchas jornadas para poner en aprietos al adversario, tambi¨¦n al Madrid.

No tapaba bien Marcelo, desgastado y perdido, y el partido dej¨® de ser un mon¨®logo madridista para convertirse en un ir y venir, un terreno abonado tambi¨¦n para Cristiano Ronaldo, Bale y Benzema. Muy fino, el delantero franc¨¦s solo se venci¨® en el tiro ante el omnipotente Casilla. Ya no hubo m¨¢s noticias del Madrid. No lleg¨® el gol de Cristiano ni el de Bale, m¨¢s rematador que jugador, desenganchado de la contienda.

Los blancos llevan seis partidos sin encajar un gol, lo que no suced¨ªa desde la 94-95

Aunque no perdi¨® el control del partido, el Madrid cedi¨® poco a poco el sitio en la cancha, se desfond¨® Modric y a Ancelotti no le qued¨® m¨¢s remedio que recurrir a Xabi Alonso e Isco, inocuo como falso delantero centro, sin dejar huella en la cancha. El Espanyol se anim¨® con los cambios, sobre todo con la entrada de C¨®rdoba, excelente en la descarga y aguante del cuero, un delantero que estira al equipo, atropella al contrario, genera ocasiones. Habilitado estupendamente por Sergio Garc¨ªa, C¨®rdoba estuvo listo en el desmarque a espaldas de los centrales y se plant¨® frente al portero despu¨¦s de un buen control del cuero. Casillas le gan¨® en el mano a mano al colombiano, incansable, poderoso como un b¨²falo, rematador hasta la ¨²ltima jugada. Arrambl¨® C¨®rdoba y el Madrid fue exigido de manera reiterada, a veces desde el barullo y la confusi¨®n ¡ªse reclam¨® un penalti por manos de Illarra¡ª y en otras con el remate de ?lex y Abraham.

No cedi¨® el Madrid, que ya lleva seis partidos sin tomar un gol ¡ªno lo consegu¨ªa desde la 94-95¡ª, muy serio y tambi¨¦n afortunado y convencional, sin pudor a la hora de ganar tiempo para asegurar un marcador que le pone la eliminatoria en franquicia con vistas a Chamart¨ªn, el objetivo marcado desde la alineaci¨®n de Ancelotti. Aguirre por contra se corrigi¨® con los cambios y el Espanyol acab¨® por batirse con dignidad y hombr¨ªa, aspirante a un resultado todav¨ªa mejor que a una derrota m¨ªnima, resultado que alg¨²n sector blanquiazul firmaba antes de jugar el partido.