La Real no le quita el sue?o al Racing

A veces cuesta m¨¢s prolongar un sue?o que escapar de una pesadilla. El Racing vive el sue?o de la Copa como se viven las gestas: con humildad, pero la pesadilla social tiene los brazos muy largos y le tiene agarrado por el cuello. A los tres minutos, cuando a¨²n ni se hab¨ªa acurrucado en el ¨¢rea y apenas hab¨ªa pisado el c¨¦sped, la Real dio un portazo que le levant¨® de la cama al equipo de Paco Fern¨¢ndez. El gol de Mikel Gonz¨¢lez fue algo m¨¢s que un gol. Fue todo un anuncio de intenciones. Llov¨ªa en Anoeta como si fuera la primera vez en la vida, pero sobre todo al Racing le llov¨ªan futbolistas blanquiazules llegando desde atr¨¢s con el esp¨ªritu traicionero de quienes buscan siempre la espalda. Y a fe que la Real la encontr¨® siempre despistada, ancha, expuesta a cualquier pu?alada de gol. Vela desde la derecha y Castro desde la izquierda buscaban a los compa?eros que se apostaban tras la espalda, tambi¨¦n ancha, de Sefereovic, m¨¢s faro que barco en el ¨¢rea. Y qui¨¦n si no que el que viene desde m¨¢s atr¨¢s para encontrar la carretera vac¨ªa. Mikel Gonz¨¢lez repiti¨® a la media hora tras una gran apertura de Vela que el Chory Castro centr¨® sobre la marcha para que el central repitiese gol, esta vez con la cabeza a un metro de la raya.

Y as¨ª se iba repitiendo esa jugada que el Racing no sab¨ªa defender y que le iba quitando el sue?o como se pierde la inocencia, poco a poco. Pero la fe no le falta al equipo c¨¢ntabro y entre gol y gol de Mikel Gonz¨¢lez, Andreu se larg¨® un libre directo que exigi¨® la mejor respuesta de Zubikarai tocando lo justo para que la pelota se estrellara en el travesa?o. Fue un hecho aislado en el mon¨®logo realista, pero que le oblig¨® al equipo de Arrasate a escapar de la tendencia al letargo en la que parec¨ªa caer por momentos. Sin embargo, eran tales las distintas velocidades de ambos equipos, que Vela se empe?¨® en marcar el tercero: la primera vez no vali¨®, en la primera mitad, por un fuera de juego microsc¨®pico; la segunda s¨ª subi¨® al marcador, cuando aprovech¨® un amago de Xabi Prieto para descolocar a la defensa.

El Racing hab¨ªa vuelto a la realidad con tres portazos, aunque quiso seguir so?ando. Si amenaz¨® en el libre directo de Andreu, en la primera parte, en la segunda tuvo el gol Ander Lafuente, pero le pudo el v¨¦rtigo al remate. Fueron los mejores momentos del Racing, impetuoso y bien dirigido en ataque (en su poco ataque) por Migu¨¦lez, su futbolista con las ideas m¨¢s claras. El gol de Vela, y las ocasiones perdidas por Seferovic, a quien el gol no quiso pagarle su trabajo de desgaste, le anunciaban un final infeliz A¨²n as¨ª, sab¨ªa el Racing que un tanto le daba ox¨ªgeno para la vuelta en El Sardinero. Si so?ar es libre, por qu¨¦ no so?ar cuando se viene de ser la pesadilla de varios primeras.

La Real volvi¨® a aletargarse tras subir el tercero al marcador. Al Racing los cambios no solo le refrescaron los pulmones, sino tambi¨¦n las ideas. Al equipo donostiarra no le import¨® compartir el bal¨®n con sus visitantes, despu¨¦s de hab¨¦rselo quitado durante todo un tiempo, y entonces se vio lo que el equipo c¨¢ntabro llevaba dentro: pura teor¨ªa al principio, pr¨¢ctica al final. Con el bal¨®n en su poder y la presencia en el ataque de Mariano para socorrer al solitario Kon¨¦, el Racing no solo hizo el gol de la esperanza, sino que arranc¨® pitos en Anoeta ante la apat¨ªa de su equipo. Primero se conform¨® tras el gol de Kon¨¦ ¡ªun cabezazo que pon¨ªa broche a una jugada bien elaborada¡ª y despu¨¦s tembl¨®, cuando el Racing le fue empujando hacia atr¨¢s y a correr detr¨¢s del bal¨®n que es la tarea m¨¢s cansina del f¨²tbol. Cuando no solo tembl¨®, sino que le corri¨® un sudor fr¨ªo por el cuerpo, fue cuando a falta de unos poqu¨ªsimos minutos, Mariano caz¨® un centro al ¨¢rea y lo cabece¨® como mandan los c¨¢nones: adelant¨¢ndose al defensor y girando el cuello como si fuera de goma. El bal¨®n se escap¨® por cent¨ªmetros del gol y Anoeta enmudeci¨®. El Racing en medio de su pesadilla general, sigue disfrutando de su sue?o particular.