El Athletic rebaja al Madrid
El equipo blanco empata contra el Athletic (1-1) en un duelo en el que marc¨® Jes¨¦, replic¨® Ibai y en el que CR termin¨® expulsado
A los 30 segundos, Ronaldo se quit¨® la chistera y revolote¨® un disparo m¨¢gico que sali¨® rozando el poste de Iraizoz, adelantado, jugando de defensa libre para tapar el centro diagonal. Al minuto y 15 segundos, dispar¨® Di Mar¨ªa contra la misma porter¨ªa. Entre uno y otro suceso, hab¨ªan pasado 45 segundos incluyendo lo que se tarda en recoger el bal¨®n, ponerlo en juego, llevarlo al jard¨ªn del ¨¢rea y ejecutarlo. En San Mam¨¦s plane¨® el temporal del cant¨¢brico que, en este caso, llegaba de la meseta, pero en realidad fue una nubecilla. Bast¨® con que Herrera se inventara una jugada m¨¢gica en la l¨ªnea de tres cuartos, punta-tac¨®n, izquierda-derecha, cintura y cinturilla (Susaeta no entendi¨® luego su pase) para que al Madrid se le cayera la chistera en una charca y prefiriese el traje a la visera.
ATHLETIC, 1- R. MADRID, 1
Athletic: Iraizoz; De Marcos (Iraola, m. 58), Gurpegui, Laporte, Balenziaga; Iturraspe, Mikel Rico (Be?at, m. 86); Susaeta, Herrera, Muniain (Ibai G¨®mez, m. 72); y Aduriz. No utilizados: Herrer¨ªn, San Jos¨¦, Ekiza y Kike Sola.
Real Madrid: Diego L¨®pez; Carvajal (Varane, m. 89), Pepe, Ramos, Marcelo; Modric, Xabi Alonso, Di Mar¨ªa; Jes¨¦ (Illarramendi, m. 82), Benzema (Morata, m. 86) y Cristiano. No utilizados: Iker Casillas, Coentr?o, Arbeloa e Isco.
Goles: 0-1. M. 65. Jes¨¦. 1-1. M. 72. Ibai G¨®mez.
?rbitro: Ayza G¨¢mez. Expuls¨® a Ronaldo con roja directa (m. 75). Amonest¨® a Xabi Alonso e Iturraspe.
Unos 36.000 espectadores en San Mam¨¦s.
A partir de ese momento el Athletic se adue?¨® del partido de la forma que dec¨ªa Heynckes cuando lleg¨® a Bilbao: ¡°Si logras que seis de tus futbolistas jueguen un d¨ªa mejor que seis del rival, las posibilidades de ganar el partido son enormes¡±. Herrera fue el toque de corneta, al que sigui¨® fiel, ejerciendo de zapador, de gastador y de infanter¨ªa de Marina Mikel Rico, muy firme en el centro del campo. En un santiam¨¦n, con los pulmones de Rico y la astucia, unida a la t¨¦cnica, de Herrera, el Madrid m¨¢s que a un temporal se fue pareciendo a una tarde de oto?o, de esas en las que te da igual salir que quedarte en casa, preso de la melancol¨ªa, el activo m¨¢s t¨®xico y nocivo del f¨²tbol. El viento se llev¨® a Jes¨¦, inexistente, a Modric, ignorado y vac¨ªo, a Benzema, n¨¢ufrago, a Cristiano, desmonterado y sin capote. Cuando Xabi Alonso recurri¨® al rasca y gana, y se gan¨® una tarjeta (el p¨²blico antes pidi¨® otra menos excelsa), el mensaje al Madrid era de crisis: sin bal¨®n (que era de Rico o de Herrera), sin espacio (que era de De Marcos o Balenziaga en los laterales y de Iturraspe en las divisiones del juego), la suma de futbolistas del Athletic mejores que los del Madrid era evidente.
Pero hay dos artes para ganar que conviene manejar a la perfecci¨®n: el remate (sin duda) y el ¨²ltimo pase. En las dos se movi¨® el Athletic como un principiante. Muniain cate¨® frente a Diego L¨®pez por dudar, no en la respuesta sino en c¨®mo pegarle al bal¨®n, cuando la porter¨ªa a dos metros es m¨¢s grande que la bocana del metro. Aduriz tuvo la misma duda con el mismo resultado. En el ¨²ltimo pase, a todos les sobraron o les falt¨® el mismo tramo para convertir el ?uy! en ?gol!
Lo que era una chiquillada Ronaldo lo convirti¨® en agresi¨®n a los ojos del ¨¢rbitro
Solo por eso sobrevivi¨® en la primera mitad un Madrid muy liviano, descosido como se rompen las costuras cuando se usa una talla menos o te agachas demasiado. Sin centro del campo, solo la vor¨¢gine es posible, pero lo que hab¨ªa amenazado temporal hab¨ªa cambiado de direcci¨®n y la veleta marcaba hacia el otro lado. Por buenos que sean los delanteros, sin zapadores, sin paracaidistas, parecen m¨¢s una milicia, pero las milicias tambi¨¦n ganan batallas aunque a menudo necesitan el error del enemigo.
Y el enemigo en este caso fue Iturraspe, que siempre supo c¨®mo robar el bal¨®n y nunca c¨®mo ingresarlo en la cuenta de su equipo, perdi¨® el bal¨®n m¨¢s insulso de la noche, que lleg¨® a Benzema. El franc¨¦s lanz¨® a Ronaldo y ¨¦ste a Jes¨¦ para que empujara a la red. Los tres desaparecidos de la noche aprovecharon un descuido del carcelero para escaparse de la c¨¢rcel de San Mam¨¦s. El Madrid hab¨ªa cambiado de actitud en la segunda parte, su f¨²tbol lineal le hab¨ªa a?adido alguna visceralidad y una ocupaci¨®n del terreno m¨¢s razonable. Eso le permiti¨® alejar, al menos, al Athletic de sus castillos de invierno.
Con el reglamento actual, el portugu¨¦s podr¨¢ jugar el mi¨¦rcoles en la Copa
Y como todo amenazaba tempestad, de tanto llamarla, lleg¨®. La tormenta la inici¨® Ibai G¨®mez. Sali¨®, hubo falta, se coloc¨® entre el balc¨®n de ¨¢rea y la esquinera, recogi¨® el rechace de la defensa y lo clav¨® en la red tras golpear en el poste. Lo cierto es que fuera el gol, fuera el aburrimiento, quiz¨¢s el abatimiento, Cristiano, casi a rengl¨®n seguido la lio. De pronto, le surgi¨® el lado oscuro que parec¨ªa olvidado, manoteando a Gurpegui, que le recrimin¨® una protesta al portugu¨¦s. Lo que era una chiquillada Ronaldo lo convirti¨® en una agresi¨®n a los ojos del ¨¢rbitro y dej¨® a su equipo con 10 futbolistas. Y, lo que es peor, con el ¨¢nimo compungido. En el tratamiento para recuperar la realidad, a Cristiano le falta superar la asignatura de San Mam¨¦s. Que viene a ser como la espina de una anchoa en la garganta.
El Athletic, superior y en superioridad, no supo, sin embargo, traducir su golpeo en golpes, salvo en otro disparo de Ibai G¨®mez que exigi¨® la mejor respuesta de Diego L¨®pez. El Madrid, inferior y en inferioridad, hizo de la necesidad virtud y acept¨® el intercambio de golpes como si el resultado no le sirviese, cual partido de Copa. No jug¨® el Madrid mejor de lo que hab¨ªa jugado antes de que Cristiano retornase al lado oscuro, pero su gallard¨ªa y su ¨¦pica fueron argumentos m¨¢s poderosos que su f¨²tbol. Quiz¨¢s a nadie dej¨® satisfecho el resultado por distintos motivos. Quiz¨¢s el f¨²tbol no fue justo, pero nadie se lo pide. Tiene normas y las sentencias las determina el bal¨®n. Pero el Athletic malgast¨® su poder¨ªo y Ronaldo puso un par¨¦ntesis en su reinvenci¨®n. Con el reglamento actual, el mi¨¦rcoles podr¨¢ aliviar sus penas en la Copa.
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