La final de los duelos
La Super Bowl enfrenta a los dos mejores equipos de la temporada, a Peyton Manning contra su propia leyenda y el fr¨ªo y a Nueva York contra Nueva Jersey
M¨¢s all¨¢ del juego en s¨ª, la Super Bowl traza su halo en torno a ciertas tradiciones que garantizan el espect¨¢culo: los anuncios millonarios, la sorpresa musical del intermedio¡ Una no escrita es que siempre suele colarse en la final un equipo inesperado que para nada figuraba en los pron¨®sticos. El encuentro que el domingo enfrentar¨¢ a los Broncos de Denver y a los Seahawks de Seattle, sin embargo, es diferente. Por segunda vez en 20 a?os ¨Cla anterior fue en 2010, con los Saints de Nueva Orleans y los Colts de Indian¨¢polis- se enfrentan los dos mejores conjuntos de la temporada. Un duelo de por s¨ª atractivo pero que palidece ante el que mantendr¨¢ el quarterback de Denver, Peyton Manning, para cincelar su legado en la competici¨®n, una meta cuyo mayor obst¨¢culo ser¨¢ el fr¨ªo.
Manning, de 37 a?os, lleg¨® a Denver en 2012 tras someterse a tres operaciones de cervicales en 19 meses. Criado en una familia donde ser quarterback se adquiere casi por herencia -su hermano, Eli, dirige el juego de los Giants de Nueva York y su padre, Archie, tambi¨¦n jug¨® en esa posici¨®n en tres equipos de la NFL durante los 80-, nadie en su entorno apostaba por un regreso triunfal. En dos a?os, la meticulosidad del 18 de los Broncos le ha permitido no s¨®lo recuperar su nivel, sino alcanzar el mejor estado de forma en sus 15 temporadas en la liga profesional. En 2013, Manning ha pulverizado las estad¨ªsticas de la historia de la competici¨®n, estableciendo nuevas marcas en pases de touchdown, 55, y en yardas avanzadas con sus lanzamientos, 5.477 (cinco kil¨®metros).
En 2013, Manning ha pulverizado las estad¨ªsticas de la historia de la competici¨®n, estableciendo nuevas marcas en pases de touchdown, 55, y en yardas avanzadas con sus lanzamientos, 5.477 (cinco kil¨®metros)
Con estos n¨²meros, s¨®lo ganar la Super Bowl afianzar¨ªa el legado deportivo del quarterback. De hacerlo, a?adir¨ªa otra muesca en los hitos de la NFL al convertirse en el primer jugador en esa posici¨®n en ganar el trofeo Lombardi con dos equipos distintos (ya lo gan¨® en 2007 con los Colts). La traba principal en su camino hacia la leyenda son el fr¨ªo y la propia Super Bowl. El brazo de Manning se congela cuando juega bajo cero. Este a?o, los Broncos han perdido todos los partidos que han disputado con el term¨®metro en d¨ªgitos negativos. A lo largo de estas dos ¨²ltimas semanas la nieve y un viento polar han congelado Nueva York y los alrededores del estadio Metlife, en East Rutherford, Nueva Jersey, donde se disputa la final, poniendo en jaque la celebraci¨®n del encuentro y el pedestal en la historia de Manning.
Afortunadamente para ¨¦l, las temperaturas han subido en las ¨²ltimas horas y se prev¨¦ que el partido se juegue entre los menos tres y los dos grados sobre cero, una primavera comparado con lo que han vivido los neoyorquinos los d¨ªas pasados. Limada la amenaza del fr¨ªo, a Manning le queda enfrentar su destino con su pasado. El quarterback ha llevado a sus equipos a los play off en 13 de sus 15 temporadas en la NFL, pero s¨®lo ha disputado dos finales, la que gan¨® en 2007 y la que perdi¨® en 2010. Una estad¨ªstica demoledora en un pa¨ªs que se precia por reducir todos sus torneos a n¨²meros.
La fortaleza de los Seahawks
El duelo de Manning tambi¨¦n se disputar¨¢ en el c¨¦sped del Metlife. All¨ª, el quarterback se medir¨¢ contra la mejor defensa de la temporada. Los de Seattle son los que menos puntos han cedido de todos los equipos de la NFL este a?o. Parte de ese ¨¦xito se debe a su interceptor estrella, Richard Sherman, cuyo ascendiente entre los Seahawks se deja notar dentro y fuera del campo. Engre¨ªdo, bocazas y fanfarr¨®n, una de sus principales tareas es desestabilizar a los l¨ªderes de los equipos rivales con sus ataques verbales, una estrategia que ya ha comenzado a ejercitar con el quarterback de Denver. Pero en el terreno de juego, la destreza de Sherman es bastante m¨¢s efectiva que sus palabras. Con ocho pases cortados, ostenta el r¨¦cord de interceptaciones de este a?o y el domingo est¨¢ determinado a ser la sombra del receptor de los Broncos, Demaryius Thomas, para desbrozar los env¨ªos de bal¨®n que le dirija Manning.
A los de Seattle les gusta presionar al l¨ªmite en los primeros metros de salida del bal¨®n, sin embargo, esa es una de las zonas que mejor sabe proteger Denver y en la que m¨¢s c¨®modo se siente Manning a la hora de lanzar
La presi¨®n de Sherman sobre Thomas es una de las bazas con las que los Seahawks cuentan para ganar la final de la Super Bolwl. La otra es su defensa, su mayor fortaleza. A los de Seattle les gusta presionar al l¨ªmite en los primeros metros de salida del bal¨®n, sin embargo, esa es una de las zonas que mejor sabe proteger Denver y en la que m¨¢s c¨®modo se siente Manning a la hora de lanzar. Bajo la mano de hierro del quarterback, la l¨ªnea ofensiva de los Broncos ha demostrado una gran compenetraci¨®n esta temporada, hasta el punto de que en dos partidos de los play off, Manning nunca lleg¨® a ser rozado por ning¨²n jugador rival. Si los Seahawks consiguen hostigarle lo suficiente para que no pueda anticiparse a los movimientos de su defensa -algo que no es f¨¢cil que suceda-, podr¨ªan acariciar el trofeo Lombardi este domingo.
El pasado y el futuro
Entre la colisi¨®n de hombreras, los placajes contra el suelo y los c¨®digos cifrados de las jugadas lanzados a gritos, los focos del estadio Metlife tambi¨¦n iluminar¨¢n un encuentro entre el pasado y el futuro en el arte de la direcci¨®n en el f¨²tbol americano. Manning representa la ortodoxia, combina el talento natural y con la preparaci¨®n, que, en su caso, raya la obsesi¨®n. Su capacidad de prever lo que vaya a hacer la defensa contraria le permite no tener que desplazarse apenas en el campo antes de ejecutar un lanzamiento.
Frente a ¨¦l, Russell Wilson, un afroamericano ¨Calgo muy poco habitual en la posici¨®n de quarterback- de 25 a?os con un estilo de juego innovador y desequilibrante. Wilson es un jugador ¨¢gil, de gran movilidad, que se siente c¨®modo corriendo con el bal¨®n y que es capaz de enviar pases precisos de m¨¢s de 50 metros mientras est¨¢ en movimiento. Un estilo completamente alejado del prototipo de quarterback cl¨¢sico, que otros deportistas en su puesto, como Robert Grifith III, en los Washington Redskins, tambi¨¦n est¨¢n adoptando y que es el que se podr¨ªa consolidar en los pr¨®ximos a?os.
Historia de dos ciudades
Por encima del fr¨ªo, la pugna entre el mejor ataque y la mejor defensa de la NFL, la rivalidad de Manning contra su propia historia o la contraposici¨®n de modelos de quarterbacks, el principal duelo de la Super Bowl lo han protagonizado la ciudad de Nueva York y el Estado de Nueva Jersey. Aunque t¨¦cnicamente la final se disputa en la ciudad de East Rutherford, en Nueva Jersey, ha sido la Gran Manzana la que ha condensado toda la parafernalia y las celebraciones previas al evento. Broadway se ha transformado en el Bulevar de la Super Bowl, los turistas han desafiado al fr¨ªo haciendo cola para ver el Trofeo Vince Lombardy, posar bajo los n¨²meros romanos que indican esta edici¨®n, la XLVIII, o deslizarse por un tobog¨¢n gigante de casi 20 metros.
Frente a las atracciones y oropeles de Times Square, la parte del otro lado del r¨ªo Hudson poco tiene que ofrecer, m¨¢s all¨¢ de las gaviotas, su t¨ªpico perrito caliente enrollado en bacon, o el centro comercial y el cine IMAX m¨¢s grandes de EE UU, de acuerdo con la gu¨ªa de la Super Bowl. El folleto, como los espectadores, tambi¨¦n parece haberse olvidado de Nueva Jersey. En la car¨¢tula se ve el horizonte de rascacielos de Manhattan y solo al final se atisba Jersey City.
A los senadores del Estado no les ha gustado demasiado que Nueva York haya querido acaparar toda la atenci¨®n de la Super Bowl, aunque siempre les quedar¨¢ el consuelo de que los touchdowns no se celebrar¨¢n en la Gran Manzana.
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