Bale cumple, Jes¨¦ encanta
El gal¨¦s abre la victoria del Madrid (4-2) ante el Villarreal y el canterano pone en pie al Bernab¨¦u en el segundo tiemposegundo
El animoso Villarreal visit¨® el Bernab¨¦u en ¨¦poca de inc¨®gnitas. La gente acudi¨® al campo a descubrir c¨®mo se llenar¨ªa el vac¨ªo dejado por Cristiano, el jugador m¨¢s determinante del equipo en los ¨²ltimos a?os, sancionado con tres partidos. Lo que vieron fue la reafirmaci¨®n de Jes¨¦ Rodr¨ªguez, futbolista diferente, portador del testigo de una cantera que hist¨®ricamente ha producido h¨¦roes imprescindibles para comprender la grandeza del club. Bale hizo un gol y la gente lo agradeci¨®. Pero el chico que ocup¨® el lugar de los sentimientos de una afici¨®n necesitada de h¨¦roes locales con los que identificarse fue el delantero canario, protagonista de una noche memorable.
Corr¨ªa el minuto cinco y el partido no ten¨ªa due?o. Los equipos adelantaban las l¨ªneas, se posicionaban, achicaban, med¨ªan los espacios. El Madrid apretaba y el Villarreal se empecinaba en tener la pelota sac¨¢ndola limpia desde atr¨¢s. Entonces Gareth Bale cumpli¨® con la principal tarea defensiva que le encomienda su entrenador: presionar al central izquierdo del equipo rival. Eso hizo el gal¨¦s, que se abalanz¨® sobre Chechu Dorado. El central se agit¨®, vacil¨®, y Bale le rob¨® la pelota antes de salvar los metros que le separaban de Asenjo. Pic¨® el bal¨®n sobre la salida del portero y marc¨® un gol que pes¨® sobre el encuentro como un sillar.
REAL MADRID, 4; VILLARREAL, 2
Real Madrid: Diego L¨®pez; Carvajal, Pepe, Ramos, Marcelo (Coentr?o, m. 17; Arbeloa, m. 46); Illarramendi, Modric, Di Mar¨ªa (Xabi Alonso, m. 69); Jes¨¦, Benzema y Bale. No utilizados: Casillas, Varane, Isco y Morata.
Villarreal: Asenjo; Mois¨¦s, Musacchio, Dorado, Jaume Costa; Aquino, Bruno, Edu Ramos (Trigueros, m. 58), Moi G¨®mez (Joan Roman, m. 63); Jonathan Pereira (Perbet, m. 68) y Giovani dos Santos. No utilizados: Aitor Fern¨¢ndez, Jokic y Gabriel.
Goles: 1-0. M. 6. Bale. 2-0. M. 24. Benzema. 2-1. M. 42. Mario. 3-1. M. 64. Jes¨¦. 3-2. M. 70. Giovani. 4-2. M. 76. Benzema.
?rbitro: Gonz¨¢lez Gonz¨¢lez. Amonest¨® a Jaume Costa y Mario.
Unos 80.000 espectadores en el Santiago Bernab¨¦u.
Bale dio la impresi¨®n de haber superado sus aprensiones. Ahora parece f¨ªsicamente bien. Le sobra potencia y sus cualidades t¨¦cnicas abarcan casi la totalidad del manual del atacante. Controla bien, va bien de cabeza, maneja ambas piernas, tiene intuici¨®n para aparecer y su disparo, sobre todo con la zurda, es una gloria. Los balones le viajan estables, trazando una l¨ªnea recta, hermosa. Da gusto. Cuando interviene en las jugadas y le dan espacios, o le regalan la pelota, es peligros¨ªsimo. La cuesti¨®n no es su calidad. La cuesti¨®n es el uso que hace de ella. La administraci¨®n de sus recursos. La escasa frecuencia de su participaci¨®n, la distancia entre un desmarque y el siguiente, y una marcada tendencia al aislamiento. Sus compa?eros lo intentaron compensar busc¨¢ndole cada vez que pudieron. Illarra, Modric, Pepe, Benzema, Di Mar¨ªa y Carvajal levantaban la vista oteando la banda derecha para entregarle la pelota. Lo sufri¨® Jes¨¦, que desde la izquierda tuvo que trabajar m¨¢s para que le advirtieran. No es f¨¢cil la situaci¨®n del canterano. Viene de convertir goles con valor decisivo en Mestalla, San Mam¨¦s, y contra el Atl¨¦tico, y sin embargo el mensaje que le traslad¨® Ancelotti fue claro: el carril del extremo derecho es de Bale.
El gol aturdi¨® al Villarreal y brind¨® serenidad al Madrid. Ninguno de los dos equipos estableci¨® su dominio de forma n¨ªtida y ambos llegaron a las ¨¢reas de forma espor¨¢dica. La diferencia radic¨® en la contundencia. Los visitantes tuvieron el gol en un centro de Giovani que no intercept¨® Pereira, bien vigilado por Pepe y Ramos. El Madrid se impuso con un centro de Bale que rebot¨® en Costa y acab¨® en el pie de Benzema. El franc¨¦s emboc¨® a un toque.
El premio concedi¨® al Madrid un control que, por juego, no hab¨ªa merecido. Modric y Di Mar¨ªa destacaron en esta fase, protegidos por un prolijo Illarramendi. Poco a poco le fueron arrebatando la posesi¨®n al Villarreal, que sin bal¨®n se sinti¨® condenado, sin autoestima. La impresi¨®n de abatimiento result¨® tan evidente que sugiri¨® un partido resuelto. El Madrid debi¨® interpretarlo as¨ª porque deriv¨® hacia la poltrona. A la media hora dio un paso atr¨¢s y cedi¨® la iniciativa. Lo aprovech¨® Mario con una irrupci¨®n desde atr¨¢s que sorprendi¨® a Coentr?o y Ramos antes de fulminar a Diego L¨®pez con un tirazo que devolvi¨® la emoci¨®n a la velada.
El partido cobr¨® vida en la reanudaci¨®n y el Villarreal comenz¨® a desplegarse amenazador. Se impon¨ªa una jugada decisiva, un gesto de grandeza, la aparici¨®n de un futbolista que inclinara la balanza. El hombre fue Jes¨¦, que hasta la segunda parte hab¨ªa puesto en guardia al p¨²blico con un par de conducciones fulgurantes. Lo lanzaron Di Mar¨ªa y Benzema. El punta fij¨® a los centrales, devolvi¨® una pared, y Di Mar¨ªa toc¨® para el canterano. Jes¨¦ hizo un arranque el¨¦ctrico, orient¨® la pelota, desbord¨® a Dorado, y casi sin perfil para acabar la jugada defini¨® suavemente con el exterior. La pelota rod¨® al segundo palo hasta cruzar la raya. Llorando. La hinchada se levant¨® de sus asientos para celebrar una obra que abarcaba mucho m¨¢s que un gol. Era la firma de un jugador genial, aut¨¦ntico.
El fant¨¢stico gol de Giovani, de falta a la escuadra, a?adi¨® gasolina a un duelo que Jes¨¦ acab¨® impregnando con cada movimiento. Se ofrec¨ªa con inteligencia, tocaba, sumaba compa?eros a la faena, arrancaba, frenaba y ofrec¨ªa soluciones sorprendentes. Cosas que entreten¨ªan al p¨²blico y preocupaban a los rivales, incapaces de sostenerle. Jes¨¦ le puso el punto final a la noche con una asistencia a Benzema, otro de los destacados, que ajust¨® el tiro desde fuera del ¨¢rea con un golpe de clase.
El resumen del partido
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