Alves sostiene al Valencia

No fue el d¨ªa de Rakitic, que hasta fall¨® un penalti, y bien que lo lament¨® el Sevilla. Sin la vital aportaci¨®n de su gu¨ªa, los andaluces fueron incapaces de superar a un Valencia que fue mejor en la primera mitad y que se diluy¨® en la continuaci¨®n, cuando se qued¨® con 10 tras la expulsi¨®n de Ricardo Costa. La jugada, que era penalti, la convirti¨® en falta ?lvarez Izquierdo, al que los de Emery reclamaron dos m¨¢s, en un agarr¨®n claro de Joao Pereira a Alberto Moreno y una entrada de Mathieu a Fazio.

Jugadas que debieron ser castigadas pero que no deben esconder tambi¨¦n dos realidades: la incapacidad del Sevilla para superar a un Valencia todo un periodo con 10 y la estupenda actuaci¨®n de Alves, vital en el penalti y en un remate cercano de Iborra. El punto, l¨®gicamente, sabe muy bien al Valencia, que se lo trabaj¨® cerrando muy bien los espacios, y algo menos a un Sevilla que no acaba de transmitir buenas sensaciones.

No hace mucho, Sevilla y Valencia peleaban en guerras de m¨¢s enjundia. La irregularidad que ha presidido la trayectoria de ambos equipos les hace ahora pelear por la s¨¦ptima plaza, de color europeo al haber llegado a la final de la Copa Barcelona y Madrid. Una empresa menor para ambos hace unos a?os que ahora, sin embargo, cobra su importancia. Desde el minuto uno, el partido se movi¨® con m¨¢s ritmo que f¨²tbol, a una velocidad digna de las alturas de la Liga, pero sin la pausa y la definici¨®n propias de los m¨¢s grandes. En l¨ªneas generales, fue mejor el Valencia, m¨¢s inteligente en la posesi¨®n y la distribuci¨®n de bal¨®n.

En este Valencia m¨¢s compacto que dise?a Pizzi, fue Fede el que se movi¨® con destreza, dibujando regates y pases para que su equipo se plantara con rapidez en el borde del ¨¢rea del Sevilla. Una zona en la que, por cierto, se asfixiaron los ataques del Valencia. El Sevilla, como suele ser habitual, solo encontr¨® resquicio para superar al Valencia en un par de apariciones de Rakitic, verdadero emperador del juego de los andaluces. As¨ª, el croata dibuj¨® un pase de ensue?o para habilitar el buen desmarque de Bacca. El colombiano se intern¨® bien en el ¨¢rea, pero quiso sentirse seguro asegurando con su pierna buena y perdi¨® un tiempo precioso, aprovechado por Mathieu para desviar a saque de esquina. El Valencia tambi¨¦n la tuvo en un despeje de su defensa que cogi¨® descolocada a la zaga del Sevilla, en especial a Pareja. Alc¨¢cer, que est¨¢ rapid¨ªsimo, parti¨® desde su campo para plantarse ante las narices de Beto sin que nadie le diera el alto. Lo vio tan claro que el remate se le fue un palmo. Fue la mejor ocasi¨®n de un Valencia m¨¢s entero, con m¨¢s personalidad, certero en la presi¨®n en el centro del campo, que ahogaba a jugadores como Reyes o Vitolo, sin aire en un partido de tan alto voltaje. Un buen Valencia, aunque sin gol, al que el Sevilla fue resistiendo como pudo.

La superioridad del Valencia se derrumb¨® tras la expulsi¨®n de Ricardo Costa. Una mano que debi¨® ser penalti, que lleg¨® sin embargo poco despu¨¦s por una ingenua obstrucci¨®n de Bernat a Cheryshev. Alves, el gran parapenaltis, amarg¨® a Rakitic, que fall¨® su tercer lanzamiento desde los 11 metros de esta temporada.