M¨¢s estrellas ex¨®ticas que deslumbrantes
Ahn y Wild, los rusos que fueron surcoreano y estadounidense, en el cuadro de honor que gan¨® el anfitri¨®n, pero con reparos

Rusia termin¨® de triunfar en sus Juegos con un elocuente triple podio en el marat¨®n de 50 kil¨®metros del esqu¨ª de fondo y el segundo oro en bobsleigh, pero no olvid¨® el fracaso en el hockey sobre hielo, su deporte nacional. Un s¨ª pero no extrapolable a todo lo sucedido en Sochi. No hubo los problemas que parec¨ªan amenazarlos, pero tampoco el atractivo de otras ediciones. M¨¢s detalles ins¨®litos que peso espec¨ªfico. Al final tuvieron demasiado de tr¨¢mite cuando era la apuesta m¨¢s cara de la historia. S¨®lo los casos de dopaje sacudieron la placidez interna al final, cuando ya se viv¨ªa un volc¨¢n en la vecina Ucrania. Ins¨®lita paz ol¨ªmpica con la guerra al lado. Otra discusi¨®n para el recuerdo. Con las estrellas sucedi¨® lo mismo. Fue sintom¨¢tico que brillaran veteranos, como si el relevo no resultara tan f¨¢cil en la invasi¨®n de nuevas modalidades, pero que tambi¨¦n abundaran los fallos o que los triunfos no fueran de asombro. Por eso en la extra?a fiesta destacaron tanto casos muy personales como las ¡°dos V¡±, Victor Ahn y Vic Wild, que dejaron Corea del Sur y Estados Unidos para ganar con el anfitri¨®n.

Ahn, adem¨¢s, uni¨® el mayor bot¨ªn, tres oros y un bronce en el patinaje de pista corta, por dos de Wild en los esl¨¢lones del snowboard. Maltratados en sus pa¨ªses de origen, el primero lleg¨® a Rusia para arreglarse una rodilla y el segundo por amor. Fueron unas inversiones rentables. Incluso la pareja de Wild, Alena Zavarzina, a la que hab¨ªa conocido en Estados Unidos mientras ambos compet¨ªan, gan¨® otro bronce en Sochi. Se casaron en Novosibirsk. Wild cambi¨® su estado de Washington fronterizo con Canad¨¢, por Siberia. El dinero ruso ha ganado muchos podios.
Ole Einar Bjoerndalen bati¨® el r¨¦cord masculino de medallas ol¨ªmpicas totales, 13, y Marit Bjoergen lo igual¨® con 10. El biatleta logr¨® dos de oro y la fondista tres, pero sin la plata y el bronce de Vancouver. A pesar de sus nuevos ¨¦xitos, ambos fallaron m¨¢s de lo esperado en lo que parecieron ya sus despedidas a los incre¨ªbles 40 a?os de ¨¦l y los 33 de ella. Pero encabezaron el dominio n¨®rdico de Noruega, su fuente inagotable de medallas para ser segunda en el medallero.

La bielorrusa Domracheva tambi¨¦n empez¨® floja, pero acab¨® arrasando con otros tres oros , como Bjoergen, y con el mayor m¨¦rito de que todos fueron individuales. La escondida novia de Bjoerndalen ha aprendido much¨ªsimo desde que le conoci¨® m¨¢s de cerca hace dos a?os. El suizo Cologna, otro doble oro en los 15 y 30 kil¨®metros, fue otro claro ejemplo del s¨ª pero no, rompi¨® un esqu¨ª, algo rar¨ªsimo, a falta de 5 kil¨®metros para el final de los 50 ayer, donde Rusia acab¨® de reinar junto al bobsleigh. Otro gran veterano, Alexander Zubkov, se convirti¨® en sexto de la historia que vence en dos y en cuatro. En saltos tambi¨¦n dobl¨® el polaco Kamil Stoch, como los grandes Nykaenen y Ammann, pero fue quinto por equipos.
La eslovena Tina Maze gan¨® el descenso y el gigante en el esqu¨ª alpino, justos premios a su ilustre carrera, pero se qued¨® al borde de m¨¢s podios. El estadounidense Bode Miller tambi¨¦n hizo historia de ganador de medallas veterano, pero el disgusto ya del primer d¨ªa al fallar en el descenso no se lo quit¨® el bronce en el supergigante. Siempre un pero. Por algo en los ¨²ltimos esl¨¢lones ganaron Shiffrin, la m¨¢s joven, y Matt, el m¨¢s viejo. Todo repartido en estrellitas.
El ejemplo m¨¢s elocuente lo dio Holanda, dominadora del patinaje de velocidad como jam¨¢s hab¨ªa sucedido en cualquier deporte invernal. Pero tampoco Sven Kramer e Ireen Wust, sus figuras, obtuvieron todo el bot¨ªn que esperaban. Dos oros ambos y tres platas m¨¢s la segunda. Tambi¨¦n dobl¨® triunfos Jorien Ter Mors, y con el m¨¦rito de rozar el bronce en la pista corta. Patin¨® 13 veces sin apenas descanso.
En el emblem¨¢tico patinaje art¨ªstico, donde Rusia empez¨® a levantar la cabeza, se perdi¨® el ¨¢ngel en los individuales, incluso con el abandono de Plushenko. Solo resistieron sin errores la impecable pareja Volosojar-Trankov , y en danza los estadunidenses Davis-White que arrebataron esta vez el oro a los canadienses Virtue-Moir. Pero siempre con algo t¨®xico, discusiones sobre la puntuaci¨®n o que la entrenadora que comparten, la rusa Marina Zueva, atendi¨® m¨¢s a los ganadores.

Rusia pas¨® el mal trago del hockey, pero Estados Unidos acab¨® igual al perder hasta el bronce el mismo d¨ªa que se conmemoraba su hist¨®rica victoria de Lake Placid en 1980. Canad¨¢ mand¨® como en Vancouver. En la ¡°final NHL¡± pas¨® por encima de Suecia y sus seis jugadores de Detroit Red Wings. El capit¨¢n Crosby volvi¨® a ser decisivo.
El vecino del norte incluso gan¨® la batalla moderna del esqu¨ª libre, como la antigua del curling, aunque Estados Unidos mand¨® m¨¢s en el snowboard. La espectacularidad de saltos de todo calibre alcanz¨® momentos imposibles, pero tambi¨¦n situaciones de aut¨¦ntica angustia tras ca¨ªdas tremendas. Que la rusa Komissarova haya sido la ¨²nica herida grave con la columna rota en un entrenamiento parece un milagro. Muchos de los que homenajearon finalmente en la Villa Ol¨ªmpica a Sarah Burke, fallecida en 2012, llegaron ya a Sochi renqueantes de batacazos previos. El futuro del guirigay sin red parece de hospital. El que Shaun White se quedara sin medalla fue otro ejemplo. O que Iuri Podlatchikov, IPod, el ganador del halfpipe, lo hiciera con un salto que denomin¨® YOLO, las iniciales en ingl¨¦s de la frase ¡°Solo se vive una vez¡±. El bar¨®n de Coubertin no lo habr¨ªa digerido.
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