Sin f¨²tbol, sin figuras y sin verg¨¹enza

El Bar?a se va cayendo a c¨¢mara lenta de la Liga. Un d¨ªa dej¨® de marcar goles, al otro perdi¨® finura y despu¨¦s estilo, m¨¢s tarde se olvid¨® de jugar al f¨²tbol y este s¨¢bado dej¨® de ser definitivamente un equipo para desplomarse de manera estruendosa en Valladolid. Los azulgrana se han quedado tiesos despu¨¦s de una y mil rotaciones, que era la excusa para explicar que no se necesitaban fichajes, ni mucho menos cambios estructurales, despu¨¦s del saco de goles tomado el a?o pasado ante el Bayern. El aspecto del Bar?a ha empeorado tanto con el tiempo que ayer fue cadav¨¦rico en el Nuevo Zorrilla. R¨ªgido, nunca tuvo respuestas en la tarde primaveral del estadio de La Pulmon¨ªa.La esperada salida al Bernab¨¦u puede ser un viaje a ninguna parte para el Bar?a, retratado por el Valencia, la Real, el Valladolid, agotado el margen de error que ten¨ªa en la Liga.

Al Barcelona le consume la desidia y si el Madrid gana hoy al Levante se quedar¨¢ a cuatro puntos del liderato. No tiene de momento arreglo desde la autogesti¨®n ni tampoco con la intervenci¨®n del t¨¦cnico, peleado cada jornada con los ayudantes de los colegiados y al tiempo desconcertante con sus muchachos, confundidos por sus planteamientos y tambi¨¦n con los cambios. Ni el virus FIFA, ni el rosario de problemas que rodean al plantel justifican su horroroso partido en Valladolid, un feudo cargado de historia desde el punto de vista azulgrana, unas veces por las paradas de Urruti, otras por los goles de Xavi e Iniesta, o por el debut de Puyol. El s¨¢bado evoc¨® a los tiempos en que se estren¨® Lucendo. Aquella tarde, sin embargo, el Barcelona era un equipo de ida mientras que ahora est¨¢ de vuelta del campeonato, impotente, extraviado, convertido en un futbol¨ªn.

El Bar?a quiso ganar el partido desde la alineaci¨®n, por intimidaci¨®n si pod¨ªa ser, pues ya se sabe que su juego es discontinuo y desconcertante, muy fr¨¢gil en sus ¨²ltimas siete salidas, tambi¨¦n en Zorrilla. A veces, sobre todo en los momentos de inestabilidad, donde no llega el f¨²tbol alcanza con la aparici¨®n de las figuras, y los barcelonistas cuentan con Messi y Neymar. As¨ª que dej¨® escapar el encuentro desde la salida, convencido de que ya llegar¨ªa su momento, despreocupado futbol¨ªsticamente, entregado exclusivamente a las carreras y los tiros del 10. No lleg¨® a tiempo. El encuentro estuvo siempre a merced del Valladolid, m¨¢s concentrado e intenso, muy bien organizado a partir de un trivote presidido por el exazulgrana Marc Valiente, muy pocas veces exigido por el Bar?a. Los mejores fueron muchachos como Manucho y Guerra, sobre todo Bergdich, y no Neymar ni Messi.

Ni el rosario de fatalidades que rodean al plantel justifica su partido en Valladolid

Mejor orientado, el equipo pucelano tuvo un mayor control del partido y de la pelota, incluso en el ¨¢rea de Vald¨¦s. El gol de Rossi, que se estrenaba como tirador y artillero, expres¨® el dinamismo del Valladolid frente a la quietud del Bar?a. Tuvieron los pucelanos hasta tres opciones de remate antes de embocar a la red tras los errores en el rechazo de los azulgrana, desnortados, reiterativos en sus concesiones defensivas, sobre todo en los saques de esquina, sin m¨¢s l¨ªnea de pase que las carreras y los remates de Messi, neutralizado por la buena colocaci¨®n de Mari?o. El contragolpe fue durante un rato el ¨²nico recurso de un equipo barcelonista destensado, sin capacidad de elaborar el f¨²tbol, anudado por el Valladolid.

Ausente Iniesta y sorprendentemente deca¨ªdo Busquets, al Barcelona tampoco le sirvi¨® de nada tirar de recursos convencionales como el juego directo para entrar en el partido y continuar en la Liga. A las bravas fueron los azulgrana sin ¨¦xito ante la templanza del Valladolid. No funcion¨® porque solo contaron una jugada que solvent¨® Mari?o. Tampoco la rueda de cambios ayud¨® a cambiar la palidez del Bar?a. Apenas cont¨® un tiro con cuatro delanteros en el campo. La entrada de Alexis no arregl¨® nada, como tampoco la salida de Neymar, ni las llegadas de Alves, irreconocible como est¨¢ el equipo de Martino.

Amenaza una tormenta tremenda en el Camp Nou como no supere ahora la visita del City

Las mejores ocasiones fueron siempre del Valladolid, que se agarra a la Liga despu¨¦s de plantear el partido a vida o muerte despu¨¦s de contar una sola victoria en los 10 ¨²ltimos encuentros. La dimisi¨®n azulgrana fue escandalosa, a nivel colectivo e individual, porque no cont¨® oportunidades de gol ni elabor¨® el juego, superado en el repliegue y el despliegue, en el juego aseado y en los balones divididos, sin f¨²tbol y sin nervio, falto de capacidad de sorpresa, previsible para un excelente Valladolid.

Ha perdido el Barcelona la idea que ten¨ªa del juego y se entrega a cada partido a un calvario, especialmente en cancha ajena, descontando puntos cada partido: ha sumado 14 de los ¨²ltimos 27. No funciona la mezcla Neymar-Messi y la productividad futbol¨ªstica del equipo se ha secado de forma escandalosa. Ni goles ni juego, ni movilidad ni profundidad, alejado de su carta de naturaleza, aquella que aseguraba la posici¨®n, la posesi¨®n y la presi¨®n. El m¨ªnimo error le saca de punto de forma irremediable ante cualquier adversario: el s¨¢bado fue un gol en la veraniega Pucela. Va perdiendo atributos el Bar?a y ya nadie se plantea si emociona m¨¢s o menos, sino que incluso pierde partidos imperdonables como el de Valladolid.

Amenaza una tormenta tremenda en el Camp Nou como el mi¨¦rcoles no supere la visita del Manchester City. Ya no solo por perder m¨¢s puntos sino que a partir de ahora no tendr¨¢ ni el perd¨®n de Dios.