Pleiss se exhibe, el Milan gana
El pivot alem¨¢n firma una actuaci¨®n soberbia ante un rival que fue muy superior al Baskonia
El ¨²ltimo tren de la Euroliga para el Baskonia pas¨® lleno y no par¨® en Vitoria. Hab¨ªa pocas posibilidades de que lo hiciera porque lo conduc¨ªa el Armani Milan, un equipo solvente, con m¨²sicos de estudio y solistas acreditados, de esos que no suelen desafinar una nota y a los que a falta de virtuosismo hay que superar con un coraz¨®n de hierro. En la estaci¨®n esperaba un Laboral Kutxa que tuvo un solista inspirad¨ªsimo pero una orquesta desafinada. El alem¨¢n Tibor Pleiss ten¨ªa molestias en un pie que hac¨ªan dudar hasta ¨²ltima hora de su presencia en el escenario, pero su recital fue de los que encienden cualquier auditorio. Pero era Pleiss contra el Milan y el equipo de Bianchi se fue en el marcador hasta un 65-84 definitivo que le afianza en la segunda plaza del grupo y convierte la Euroliga para el Baskjonia en un entrenamiento de lujo.
LABORAL KUTXA, 65 - MILAN, 83
Laboral Kutxa: Heurtel (2), Casseur (7), San Emeterio (3), Nocioni
(6), Diop (2)--cinco inicial-- Mainoldi (3), Poeta (2), Hanga (8), Pleiss
(30), Jelinek (2).
Emporio Armani Milan: Langford (12), Hackett (9), Moss (6), Samuels (15) y Melli (6) --cinco inicial-- Gentile (13), Jerrells (17), Wallace (5), Cerella,
Kangur y Lawal.
Parciales: 19-25, 17-25, 19-17, 10-16.
?rbitro: Ryzhyk (UKR), Lottermoser (ALE) y Herceg (CRO). Sin eliminados.
Pabell¨®n: Fernando Buesa Arena.
Querejeta, el presidente, quiso recargar las pilas del alica¨ªdo Baskonia con el fichaje medi¨¢tico de Odom, pero el se?or de los anillos ha sido una estrella fugaz en Vitoria. Ayer se encontraba en Nueva York tratando de curarse la espalda tras haber jugado unos pocos minutos con su nuevo equipo. Scariolo no quiso eludir las dudas que acechan en Vitoria sobre su vuelta a casa: ¡°Si est¨¢ bien volver¨¢¡±, dijo tras explicar que Odom se despidi¨® de ¨¦l por tel¨¦fono desde el aeropuerto con un ¡°Hasta luego¡±. El efecto Odom ha sido de momento un efecto gaseoso. Hamilton sigue lesionado y ayer Pleiss era duda, pero el alem¨¢n es de otras pasta,. Tiene m¨¢s hambre de baloncesto y con el pie dolorido firm¨® una actuaci¨®n soberbia con 30 puntos y ocho rebotes que le valieron un 43 de valoraci¨®n.
Pero Pleiss siendo mucho era poco para enfrentarse al Milan que marc¨® el territorio de principio a fin, con leves pausas que por momentos encendieron la luz del Buesa Arena. A mitad del primer cuarto, el equipo italiano ya estableci¨® un 5-20 en el marcador que era algo m¨¢s que una declaraci¨®n de intenciones. Fue el cuarto de Langford, implacable, y de Samuels, ineludible. El Baskonia adolec¨ªa de juego y de tensi¨®n, comenzando un recital de perdidas de bal¨®n que enegrec¨ªan los presagios. Nocioni, el l¨ªder natural, era una fotocopia borrosa de s¨ª mismo. Y el Milan aprovech¨® para marcar territorio. Sin embargo la entrada de los meritorios (poeta, Mainoldi) y de Pleiss recort¨® distancias para el Baskonia que se fue a un ilusionante 19-25. Incluso en el segundo cuarto, durante unos segundos el Laboral Kutxa fue capaz de ponerse por delante en el marcador (26-25). Fue un suspiro, si acaso un espejismo. Con el coraz¨®n de hierro y Pleiss enchufado, el Baskonia se meti¨® en la pelea. Pero el almac¨¦n de jugadores del Milan estaba lleno y cuando descans¨® Langford, funciono Jerrells, y luego Gentile, suficiente aunque se apagara la estrella de Hackett, cuya presencia m¨¢s notoria fue en una pelea en el suelo con Pleis, en el ¨²ltimo cuarto, que los ¨¢rbitros solventaron con antideportiva para ambos.
La rabia le sali¨® a raudales al Baskonia en el tercer cuarto con un 19-17 de parcial) que alimentaba de nuevo el hambre de victoria del cuadro de Scariolo. Pleiss anotaba y anotaba, mientras Heurtel recog¨ªa las iras del p¨²blico a las que respondi¨® con dos asistencias de lujo.
Pero la suerte estaba echada. La trifulca del final embarull¨® el ¨²ltimo tramo y el tren del Milan meti¨® una marcha m¨¢s. Hab¨ªa muchos maquinistas en el equipo italiano y en la estaci¨®n solo esperaba Pleiss, con unos amigos demasiado displicentes detr¨¢s. As¨ª que pas¨® sin mirar por la ventanilla. Odom, en Estados Unidos, ni lo vio.
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