La lealtad de Reus

Los futbolistas que triunfan en Primera suelen reunir una condici¨®n fundamental que los t¨¦cnicos valoran m¨¢s que la coordinaci¨®n: el sentido competitivo. Esta especie de fuego interior condiciona el car¨¢cter hasta conformar un arquetipo abnegado, ambicioso y proclive al rencor. Pedirle a un jugador despedido por un club que no se sienta despechado y que regrese entusiasmado a la llamada de rectificaci¨®n de sus dirigentes es, entre profesionales, pedir demasiado. Hay, sin embargo, casos excepcionales. J¨®venes que se sienten poderosamente vinculados a unos colores. Chicos como el leal Marco Reus.

De los tres grandes atacantes que el Dortmund aline¨® cuando elimin¨® al Madrid de la Champions, la temporada pasada, Reus es el ¨²nico que se presentar¨¢ ma?ana en el Bernab¨¦u. El nueve, Lewandowski, cumplir¨¢ sanci¨®n en la ida y al t¨¦rmino de la temporada se ir¨¢ al Bayern. El mediapunta, G?tze, que tambi¨¦n fich¨® por el Bayern, parti¨® el verano pasado. El transfuguismo ha revuelto al club del Ruhr, pero no se tienen noticias de que Reus quiera marcharse.

Los nombres de Reus y Gundogan figuraron en una lista confeccionada por t¨¦cnicos del Madrid como alternativa al fichaje de Gareth Bale, el verano pasado. El informe especificaba que ambos eran la clase de futbolistas que pod¨ªan ayudar al Madrid a revertir la tendencia, exhibida durante las ¨²ltimas temporadas de Mourinho, de atascarse ante defensas cerradas. Los analistas juzgaron que Reus era el extremo m¨¢s dotado del mundo para convertirse en interior, si era preciso. Destacaron que, adem¨¢s de usar muy bien ambas piernas, tener gol y buen pase, pose¨ªa una notable inteligencia para comprender el juego de elaboraci¨®n en todas las zonas. Sobre su personalidad a?adieron que, siendo un futbolista de corte creativo, pose¨ªa la t¨ªpica disciplina alemana para ayudar en labores defensivas. Los asesores madridistas concluyeron que lo mejor era su precio: 35 millones de euros de cl¨¢usula de rescisi¨®n. No hab¨ªa ni que negociar con el Borussia. El ¨²nico impedimento pod¨ªa imponerlo el jugador, famoso por su fidelidad. El presidente, Florentino P¨¦rez, escuch¨® la propuesta pero ten¨ªa resuelto fichar a Bale.

Reus y Gundogan figuraron en una lista confeccionada por t¨¦cnicos del Madrid como alternativa al fichaje de Bale

Nacido en Dortmund en 1989 y asistente habitual de la curva sur del Westfalenstadion, como un fan¨¢tico m¨¢s, Reus ten¨ªa 18 a?os cuando su club de toda la vida lo ech¨® de la cantera. Corr¨ªa el verano de 2006 y el Dortmund se encontraba en plena transici¨®n administrativa, quebrado, y en busca de un nuevo modelo que, desde 2008, se basar¨ªa en el impulso de los j¨®venes. Entonces los responsables de la academia consideraron que Reus nunca llegar¨ªa al primer nivel por su debilidad f¨ªsica. Aun hoy se caracteriza por ser extremadamente flaco: mide 1,80 y no pasa de 70 kilos. Cuando no juega con regularidad sufre profundas ca¨ªdas de potencia.

Reus se alist¨® en el modesto Rot Weiss Ahlen y compiti¨® en la Liga regional de Westfalia. De ah¨ª pas¨® al equipo de la Tercera y contribuy¨® al ascenso a Segunda. En 2009 lo fich¨® el Borussia M?enchengladbach para disputar la Bundesliga. Su proyecci¨®n en la campa?a 2010-2011 fue colosal: sin sus 11 goles y sus ocho asistencias ser¨ªa imposible comprender la permanencia del Gladbach, salvado en la ¨²ltima jornada. Jug¨® tan bien que el Dortmund le ofreci¨® un contrato. Los dirigentes del Gladbach se mostraron encantados de hacer caja pero cuando Michael Zorc, el director deportivo del Dortmund, se reuni¨® con el muchacho, descubri¨® algo inusual: Reus le dijo que so?aba con regresar pero que hab¨ªa dado su palabra de seguir un a?o m¨¢s en el Gladbach si conservaba la categor¨ªa. As¨ª fue. El ¡®Gladbach¡¯ acab¨® la temporada 2011-2012 clasificado para la Champions gracias a otro soberbio despliegue de Reus: 18 goles y nueve asistencias en 32 partidos. La revista Kicker le nombr¨® mejor jugador de la Bundesliga y, tras alistarse en el Dortmund a cambio de 17 millones, conquist¨® la Bundesliga.

Los aficionados del Madrid guardar¨¢n un mal recuerdo de su actuaci¨®n en el Westfalensatadion, la noche del 4-1, hace un a?o. Vigilado por Xabi Alonso dio el pase del 2-1 a Lewandowski y provoc¨® el penalti (Alonso lo derrib¨®) que propici¨® el tanteo final. Ma?ana regresar¨¢ al Bernab¨¦u despu¨¦s de una temporada entrecortada por las lesiones, pero en fase ascendente y siempre fiel al equipo del que nunca quiso marcharse.