La cabeza de Camacho funciona

Cuando se utiliza la cabeza para encontrar soluciones, aparecen. Tambi¨¦n en el f¨²tbol. Vale, por ejemplo, para decidir cu¨¢ndo es mejor filtrar un pase por arriba o por abajo, al espacio o al pie, enviarle el bal¨®n a este o a aquel, o para hacer el uso m¨¢s rudimentario de ella. O sea, utilizarla para golpear el bal¨®n. Y as¨ª, por ejemplo, se consigue marcar en los saques de esquina. En ellos se mueve bien Camacho, un futbolista no llamativamente alto (182 cent¨ªmetros), pero que encuentra siempre el hueco por el que toparse con la pelota. Para ello se lanza en plancha si esta no lleva mucha altura, o pega un bote de p¨ªvot para pillarla en la estratosfera. Su ¨²ltima demostraci¨®n la pag¨® el Granada, que con dos testarazos acab¨® acogotado y el M¨¢laga con la permanencia a una cabezada.

Hasta que Camacho golpe¨® el bal¨®n con la cabeza por primera vez los de Schuster tampoco hab¨ªan demostrado que estuvieran especialmente l¨²cidos. Entre ellos Pablo P¨¦rez, que en un error dif¨ªcil de comprender cedi¨® el bal¨®n hacia su defensa, entre la que se encontraba Brahimi para aprovechar el regalo y plantarse ante Caballero. Su remate con la pierna izquierda tras regatear al portero argentino no encontr¨® porter¨ªa. A ese error le acompa?¨® la lesi¨®n de Riki, que con un pinchazo en el muslo dej¨® su sitio a Piti, y un minuto m¨¢s tarde el primer testarazo de Camacho a ras de c¨¦sped inclinaba del todo el partido.

Sin llegar a perder del todo el ritmo del partido, y principalmente agarrado a Piti el Granada consegu¨ªa pisar el ¨¢rea local. Al M¨¢laga le sangraba la banda derecha, donde Brahimi arrancaba jugadas que, sin embargo, pocas veces llegaban dirigidas a la porter¨ªa. Con El Arabi desconectado poca potencia ofensiva tienen los chicos de Lucas Alcaraz. La defensiva volvi¨® a flaquearles en el mismo punto cuando Camacho, ahora con los pies m¨¢s despegados del suelo volv¨ªa a dirigir con la frente el bal¨®n por encima de las manos de Roberto.

Pudo meterse en el partido cuando el ¨¢rbitro se?al¨® falta de Samu sobre Brahimi cuando este pareci¨® golpear el aire dentro del ¨¢rea. El Arabi fue quien agarr¨® el bal¨®n pero su lanzamiento se top¨® con una gran estirada de Caballero. ?Willy selecci¨®n, Willy selecci¨®n! core¨® la Rosaleda para engrandecer la figura del argentino, una de las m¨¢s queridas en M¨¢laga.

Pero si alguien ten¨ªa el sol de cara era Camacho, que despu¨¦s de marcar un doblete como ya hiciera ante el Celta hace tres jornadas, cay¨® derribado dentro del ¨¢rea por Murillo, que en la persecuci¨®n de su marca termin¨® por derribarlo. Amrabat enga?¨® a Roberto y dej¨® a Juanmi, canterano de 20 a?os y que hab¨ªa salido en la segunda mitad, el placer de redondear con el cuarto gol una soleada ma?ana en M¨¢laga. Solo se nubl¨® anecd¨®ticamente el cielo de La Rosaleda con el tanto de El Arabi, que recibi¨® un buen pase de Buonanotte tras un mal saque de porter¨ªa de Caballero y bati¨® al argentino con un remate raso.

Con la victoria ante el Granada el M¨¢laga suma 38 puntos y deja la permanencia a falta de r¨²brica. Es lo que tiene usar bien la cabeza.