El Madrid enfila Mil¨¢n
Los de Laso vuelven a superar a Olympiacos (82-77) y se quedan a un paso de la Final Four
Estirando el umbral de resistencia, conteniendo con firmeza al enemigo, labrando la victoria en defensa y cincel¨¢ndola en ataque, refrendando su hambre y fiabilidad, el Madrid derrot¨® a Olympiacos por segunda vez en tres d¨ªas y enfil¨® la final four. Era el 2-0 en la serie y la reserva del billete a Mil¨¢n. Liderados por la garra de Bourousis (19 puntos y 10 rebotes), la solvencia de Mirotic y la productividad de Llull y Rudy, los de Laso tumbaron a la tropa de Spanoulis, tan correosa como desenfocada (8 de 21 en triples; 15 de 27 en tiros libres). El lunes, la eliminatoria pone rumbo a Atenas y los blancos disponen de tres balas para dar el tiro de gracia al vigente campe¨®n.
Tras el primer partido de la serie, la pugna se instal¨® en el territorio de la intensidad. El conjunto griego se quejaba en la v¨ªspera por lo que entend¨ªa fingimiento reiterado de los blancos, mientras que en las filas madridistas se felicitaban por haber equilibrado el nivel de dureza f¨ªsica y mental de su contrincante. Frente a frente el intento de influir en la l¨ªnea editorial del arbitraje de la eliminatoria y la sobrexcitaci¨®n como impulso vital. Y as¨ª arranc¨® el segundo asalto. Desatado de revoluciones. No quer¨ªa Olympiacos conceder un parcial de salida como el del martes (27-12) y edific¨® su prop¨®sito de enmienda aumentando las vueltas de tuerca en defensa y diversificando el ataque. Les funcion¨® lo segundo, con la fibra de Dunston y, de nuevo, con la aparici¨®n de Printezis. Pero no acertaron a contener el caudal ofensivo de los blancos. Llull y Rudy desde el per¨ªmetro, Bourousis en la pintura y Mirotic por todos los lados fueron desmontando con paciencia la contenci¨®n de la tropa de Bartzokas. Tras unos minutos de intercambio de golpes (15-15, m. 6), los de Laso estiraron el marcador (30-21, m. 9) agarrados a su acierto desde el 6,75 (5 de 8 en el primer cuarto por un 1 de 2 de su rival).
R.MADRID, 82 - OLYMPIACOS, 77
Real Madrid: Llull (11), Darden (2), Rudy (15), Mirotic (14) y Bourousis (19) -equipo inicial-, Rodr¨ªguez (11), Slaughter (2), D¨ªez, Mejri y Reyes (8).
Olympiacos: Spanoulis (18), Mantzaris (2), Papapetrou (4), Petway (12) y Dunston (12) -equipo inicial-, Shermadini, Sloukas (3), Printezis (10), Collins (3) y Lojeski (13).
?rbitros: Guerrino Cerebuch (ITA), Tolga Sahin (ITA) y Sasa Maricic (SRB). Sin eliminados.
10.753 espectadores en el Palacio de Deportes.
Tras el respiro entre actos y mientras Bartzokas repasaba el prospecto para aplacar la fiebre, se sum¨® a la cita Felipe Reyes. Puntual como siempre y atinado como en sus mejores tardes, el capit¨¢n madridista destartal¨® a Olympiacos con ocho puntos consecutivos (2 de 2 en triples) que, unido a un triple m¨¢s de Sergio Rodr¨ªguez, otorgaron a los blancos su m¨¢xima ventaja (41-27, m. 15). Marca el libro de instrucciones de los duelos intrincados la necesidad de tensar la cuerda y presumir de car¨¢cter. Atendiendo a esa circunstancia, ambos conjuntos volvieron a aplicar cera sobre el parquet. Pero mientras los de Laso la utilizaron para abrillantar su juego de ataque desde una defensa firme, los de Bartzokas patinaron en una indefinici¨®n sobrada de m¨²sculo y limitada de criterio.
Con Spanoulis en el banquillo (apenas jug¨® los ¨²ltimos 57 segundos del cuarto) y Collins a los mandos, Olympiacos se enred¨® en labores de carpinter¨ªa mientras el Madrid se trabajaba la ebanister¨ªa fina. Los tapones de Mejri y la conexi¨®n entre Sergio Rodr¨ªguez y Bourousis mantuvieron el trabajo de Felipe. Apenas el atl¨¦tico Petway ofrec¨ªa soluciones en ataque a Bartzokas. En estas reaparecieron los piques y las cuentas pendientes y lleg¨® una antideportiva de Collins a Rudy como episodio para elevar la temperatura y consolidar man¨ªas persecutorias. Para entonces el Madrid perd¨ªa el rebote, pero las p¨¦rdidas (10) y la err¨¢tica secuencia en los tiros libres condenaban a Olympiacos (53-44, m. 20).
Como en el primer asalto, el ritmo y la iniciativa eran cosa del Madrid. Sin embargo, Spanoulis se puso manos a la obra para enderezar el rumbo de los suyos y, con dos triples a la vuelta de los vestuarios, enjug¨® parte de la desventaja (55-52, m. 22). Entonces volvi¨® Rudy para darle la r¨¦plica. Con el traje de luces de los partidos grandes, hipermotivado e hiperactivo, el mallorqu¨ªn volvi¨® a reclamar los galones de primer espada y, a su estilo, relanz¨® al Madrid con un parcial de 8-0 (63-52, m. 25) que restituy¨® el dominio blanco.
Sin Draper ni Carroll (de baja), con poco de Mejri y casi nada de Slaughter (tocado de la rodilla derecha y con apenas 10 segundos de participaci¨®n en los primeros 30 minutos) la rotaci¨®n madridista perdi¨® profundidad y resuello, viveza y variantes. M¨¢s enigm¨¢tico era el movimiento de fichas de Bartzokas, que no dio carrete a Simmons (atinado en el primer partido), dosific¨® a Printezis y le redujo la cuota a Shermadini. El partido entr¨® en un atolladero con el Madrid incapaz de agilizar la transici¨®n y Olympiacos dominando el rebote ofensivo pero ofuscado desde el triple (7 de 18, m. 35). Cada viaje al aro era un suplicio para los dos equipos, extenuados por la intensidad de su pulso (12 p¨¦rdidas del Madrid y 14 de Olympiacos). Lojeski y Spanoulis calibraron las posibilidades de remontada y punto a punto acortaron la diferencia y aumentaron la intriga (79-74, a 47 segundos del final). No les dio para m¨¢s y el Madrid puso el 2-0 en la serie. En los cinco a?os en los que se lleva disputando el playoff de cuartos al mejor de cinco partidos nadie remont¨® ese resultado. Olympiacos debe ganar a los blancos tres partidos en una semana, los mimos que han perdido los de Laso en seis meses de competici¨®n y 58 encuentros oficiales. Mil¨¢n a la vista.
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