El relevo en Ferrari
Las urgencias del equipo ya hace tiempo que son importantes, y este llamativo relevo en la divisi¨®n de f¨®rmula 1 es probablemente la mejor prueba de ello
A Marco Mattiacci, sustituto de Stefano Domenicali en Ferrari, se le ha girado el trabajo. Las urgencias del equipo ya hace tiempo que son importantes, y este llamativo relevo en la divisi¨®n de f¨®rmula 1 es probablemente la mejor prueba de ello. Es normal que muchos no le terminen de encontrar sentido a este cambio, sobre todo si atendemos a que la experiencia de Mattiacci en el mundo de las carreras es nula, pero su promoci¨®n hay que analizarla desde otra perspectiva. Me atrever¨ªa a decir que la decisi¨®n de colocarle all¨ª fue motivada por las altas esferas del grupo Fiat, en un mensaje que tiene como destinatario a Luca Di Montezemolo, el presidente de Ferrari. Algo as¨ª como una especie de recomendaci¨®n o incluso advertencia, con la intenci¨®n de hacerle ver a Montezemolo que la compa?¨ªa matriz (Fiat) est¨¢ encima del asunto, y que la falta de resultados deportivos de la marca m¨¢s exclusiva del holding preocupa y mucho. En este sentido, la trayectoria de Mattiacci como gestor y hombre de negocios es incuestionable, y su peso dentro de la casa madre superior al que ten¨ªa Domenicali, que en los ¨²ltimos tiempos hab¨ªa quedado a la intemperie y que finalmente jug¨® el papel del perfecto cabeza de turco.
Mattiacci necesitar¨¢ un tiempo, probablemente un a?o y medio o dos, para familiarizarse ?Ferrari
La tarea que se le ha encomendado al nuevo jefe de Alonso y Raikkonen es tremendamente complicada, y el hecho de no haber tenido ning¨²n contacto con la competici¨®n puede traer consigo elementos buenos y otros, malos. Por un lado, Mattiacci necesitar¨¢ un tiempo, probablemente un a?o y medio o dos, para familiarizarse con todos los departamentos de Ferrari, su forma de trabajar y sus inercias. Por el otro, no creo que se lo piense dos veces o le tiemble el pulso si considera que debe hacer alg¨²n cambio. Para lo primero ser¨¢ fundamental que se rodee de la gente adecuada, algo que en este caso no resulta nada f¨¢cil. Dicho de otra forma, ser¨¢n muchos los que en este momento tratar¨¢n de ganarse su confianza para sacar beneficio propio, aunque probablemente traten de conseguirlo a base de decirle solo lo que quiere escuchar y no lo que ellos consideran que es mejor. El actual problema de Ferrari es gordo, y las prisas por ponerle soluci¨®n a¨²n pueden agravarlo m¨¢s si no se deja trabajar a la gente con un poco de tranquilidad.
En las circunstancias actuales y dado el nivel de la competencia, b¨¢sicamente me refiero a Mercedes y Red Bull, el t¨²nel parece largo y dudo mucho que la escuder¨ªa italiana encuentre la salida antes de un par de a?os. A d¨ªa de hoy, el diagn¨®stico no es demasiado bueno porque los males afectan a dos de los ¨¢mbitos m¨¢s determinantes de esta disciplina: el motor y la aerodin¨¢mica. En el primer caso, la entrada en escena del nuevo reglamento ha provocado estragos tanto a Ferrari como a Renault, a la vez que le ha ofrecido a Mercedes la posibilidad de lucirse. Mientras el constructor alem¨¢n ha revolucionado el concepto del turbo, sus rivales se limitaron a adaptar la tecnolog¨ªa del pasado a los nuevos tiempos, y los resultados de estas primeras cuatro carreras dejan bien claro qu¨¦ planteamiento es el ganador. En cuanto a la aerodin¨¢mica, Maranello cuenta con gente muy buena, tipos como Pat Fry o James Allison, que evidentemente no son Adrian Newey pero que s¨ª pueden convertirse en sus dignos herederos cuando ¨¦l se decida retirarse. Aunque para demostrar todo lo que llevan dentro es imprescindible darles tiempo y un peque?o margen, sin agobios. Eso que de entrada parece l¨®gico, en un ecosistema como Ferrari termina siendo dificil¨ªsimo, y ese precisamente es el primer objetivo que debe ponerse Mattiacci si no quiere que tambi¨¦n se lo terminan llevando por delante.
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