Diego Costa-Guaita, duelo al sol

El pisot¨®n del ¨¢rbitro Undiano Mallenco al central valencianista Ricardo Costa entra en la galer¨ªa de las im¨¢genes divertidas de cada temporada, por mucho que al defensa portugu¨¦s no le hiciera ninguna gracia y le recriminara con un gesto al juez la agresi¨®n supuestamente involuntaria. El ¨¢rbitro trataba de mediar en el choque de gallos entre Ricardo Costa y Diego Costa, que manten¨ªan un duelo al sol. ¡°?Paren ustedes!¡±, vino a decirles, pis¨¢ndole el empeine al capit¨¢n valencianista.

El delantero hispano-brasile?o apenas encontraba espacios entre la contundencia de Ricardo Costa y la velocidad de Mathieu. Tampoco Villa logra hallar un resquicio en la zaga de su exequipo. El Guaje, de 32 a?os, no pudo nunca con el corte explosivo de Mathieu, pero Mestalla lo adora por tanto como le dio en sus cinco a?os de valencianista. Y as¨ª se lo reconoci¨® al ser sustituido por Arda Turan (m. 58) con una ovaci¨®n un¨¢nime.

La aparici¨®n inesperada de Ra¨²l Garc¨ªa en la posici¨®n de nueve sorprendiera a los centrales locales y, sobre todo, a su portero, Guaita, en una racha encadenada de errores impropia de sus enormes condiciones. Tras la lesi¨®n de Diego Alves, Guaita ha sumado una colecci¨®n de fallos incluso en el juego a¨¦reo, su punto fuerte. Esta vez sali¨® a por uvas cerca del punto de penalti, inhibi¨® el salto de Mathieu y permiti¨® que Ra¨²l Garc¨ªa, muy intuitivo, girara la cabeza como una peonza y rematara de espaldas a gol.

A Diego Costa se le abri¨® por fin la pista cuando el pase vertical de Koke pill¨® saliendo al fuera de juego a la zaga valencianista. Dud¨® Guaita, opt¨® por esperar el mano a mano en el v¨¦rtice del ¨¢rea peque?a y acert¨®. Al delantero se le apag¨® la luz y dispar¨® sobre los largos brazos del portero valenciano, reconciliado esta vez con la suerte y el acierto.

Tras la lesi¨®n de Diego Alves, Guaita ha sumado una colecci¨®n de fallos incluso en el juego a¨¦reo, su punto fuerte

Visto que no ganaba ning¨²n uno contra uno, Simeone orden¨® a Diego Costa escorarse eventualmente al extremo izquierdo para medirse con el joven e inexperto Gay¨¤. Pero el lateral izquierdo respondi¨® con valent¨ªa, tanto en ataque como en defensa. El Valencia ha sido una f¨¢brica de jugadores zurdos con talentos en los ¨²ltimos a?os, desde Vicente pasando por Silva, Mata (este procedente de la cantera del Madrid), Jordi Alba, Bernat (lesionado el pasado jueves ante el Sevilla en la ida de la semifinal de la Liga Europa) y ahora Gay¨¤. Al Valencia le sobran defensas zurdos, pero no mediocampistas. Fundido Parejo (es el tercero de la plantilla con m¨¢s minutos jugados, tras Mathieu y Bernat), Pizzi invent¨® un mediocentro de pega, Jonas, y despu¨¦s otro, Fede.

El Atl¨¦tico ya control¨® sin apuros el centro del campo y Sosa filtr¨® un excelente pase a Diego Costa, en otro mano a mano con Guaita. Esta vez busc¨® un regate largo por el costado izquierdo del arquero, que reaccion¨® como un gato, arrebat¨¢ndole el tanto anunciado al goleador hispano-brasile?o. A Sosa, que hab¨ªa entrado en el 68 por Ra¨²l Garc¨ªa, le toc¨® antes del final por Alderweireld, pagando el pato de la expulsi¨®n en el ¨²ltimo minuto de Juanfran por una entrada por detr¨¢s a Piatti. El j¨²bilo fue total entre los varios miles de seguidores rojiblancos y sus jugadores, conscientes de tener la Liga en el bolsillo. Y pese a sus intentos frustrados, el abrazo final entre Diego Costa y Ricardo Costa resumi¨® un duelo noble y al l¨ªmite, apasionante para el espectador, un duelo al sol.