El Valencia es un grande de Europa

Solo ha habido un equipo en la final de la Eurocup. En la ida y en la vuelta. El Valencia Basket ha arrollado al Unics Kaz¨¢n tanto en la Fonteta (80-67) como este mi¨¦rcoles en el fr¨ªo pabell¨®n ruso (73-85) y suma as¨ª el cuarto t¨ªtulo de su historia, el tercero europeo, despu¨¦s de la Copa del Rey de 1998 y de la ULEB de 2003 y 2010. Y el premio gordo, jugar¨¢ la pr¨®xima Euroliga, la gran competici¨®n continental. La demostraci¨®n de poder del conjunto de Perasovic en la Eurocup (y es segundo en la Liga Endesa) no deb¨ªa tener otra recompensa que un lugar entre los grandes.

Fue un mon¨®logo en Kaz¨¢n. Desde la canasta de Pau Ribas en el primer segundo. Ya lo hab¨ªa sido en la ida, pero al Valencia le pudo el coraz¨®n y dej¨® escapar una renta de 33 puntos para conformarse con defender 13 en Kaz¨¢n. Ni siquiera necesit¨® echar mano de esa renta. El conjunto naranja, esta vez de azul, siempre mand¨® en el marcador. Fue un equipo poderos¨ªsimo ante un grupo de tiradores que no sab¨ªan qu¨¦ hacer con el bal¨®n. Perasovic ha escrito a fuego su sello en este grupo al que define m¨¢s que nunca el lema de su camiseta, Cultura del esfuerzo. As¨ª cerr¨® a cal y canto la defensa. No hab¨ªa posiciones para los chicos de Kaz¨¢n, refugiados en el recurso de los triples forzados (fallaron los ocho primeros) y en la mu?eca de Goudelock cuando el exlaker se enton¨® por momentos. El bal¨®n que Eidson perdi¨® al botarlo en su propio pie radiografi¨® a un conjunto sin guion.

El Valencia fue pura intensidad. La de Sato, con muelles para abrochar el rebote en las dos canastas. La de Doellman, un martillo en cada tablero. Los de Perasovic dejaron al Unics en cinco puntos en el primer primer cuarto (5-16). Al trabajo inmaculado atr¨¢s se unieron los triples de Aguilar, Rafa Mart¨ªnez y el propio Doellman para estirar la ventaja (10-29). No hab¨ªa soluciones en el Unics, salvo alg¨²n destello de orgullo de Goudelock. Pero las acciones locales eran m¨¢s fogonazos individuales que el resultado de un engranaje colectivo. Eso fue el Valencia, un rodillo. El partido nunca tuvo m¨¢s historia que esa. Del 25-39 se pas¨® al 36-58, al 59-76 y as¨ª hasta el final con el mismo guion. La primera derrota europea del Unics en su casa este curso fue una exhibici¨®n del Valencia.

Curiosas estas decisiones de la Eurocup. Antes de la final, el torneo design¨® al mejor entrenador y al mejor jugador del campeonato. Andrea Trincheri y Goudelock, t¨¦cnico y base del Kaz¨¢n, respectivamente. Pero la pizarra y el bal¨®n demostraron otra cosa. Ni Perasovic ni Doellman han demostrado menos m¨¦ritos. Y el t¨ªtulo y el pase a la Euroliga son suyos. En el caso del p¨ªvot estadounidense, ser¨¢ dif¨ªcil verle el pr¨®ximo curso con la camiseta naranja. El Madrid lo tiene en la agenda para darle la plaza de Mirotic si este vuela a la NBA. Doellman es un reemplazo a la altura. Y el Valencia, un grande de Europa.