Nadal no despeja dudas
Maniatado por Nishikori, el espa?ol no se impone hasta que el japon¨¦s se lesiona (2-6, 6-4, 3-0 y abandono)
Hay victorias que no despejan dudas. Rafael Nadal gan¨® por 2-6, 6-4, 3-0 y abandono de Kei Nishikori el Mutua Madrid Open, pero no pudo celebrarlo, porque el japon¨¦s le maniat¨® durante set y medio (6-2 y saque para 5-3 en la segunda manga), hasta que cedi¨® v¨ªctima de los dolores que sufr¨ªa en la cadera. El primer Master 1.000 de la temporada para el n¨²mero uno y su primer t¨ªtulo en la gira de tierra llegaron de la mano de la peor actuaci¨®n de la semana de Nadal, que desde el mi¨¦rcoles buscar¨¢ revalidar el t¨ªtulo que conquist¨® en Roma en 2013.
¡°S¨¦ c¨®mo se siente Kei, porque me pas¨® algo muy similar en la final del Abierto de Australia [perdi¨® con una lesi¨®n de espalda] y s¨¦ lo complicado que es sentir que est¨¢s jugando bien, que las cosas van de cara y que pase esto. Lo siento mucho por ¨¦l y le deseo que se recupere lo m¨¢s pronto posible¡±, dijo Nadal, que le propin¨® un 6-0 a su contrario desde el 3-4 del segundo set. ¡°La motivaci¨®n de jugar en casa me ha hecho pasar un mal rato en el primer set, con demasiada ansiedad, porque lo que me da este p¨²blico no me lo da ning¨²n otro en el mundo. En el primer set me estaba pegando una paliza¡±, cerr¨® el campe¨®n. ¡°Es una victoria injusta. No nos la merec¨ªamos¡±, fotografi¨® Toni Nadal, t¨ªo y entrenador del campe¨®n, en los micr¨®fonos de Antena 3.
Nadal se ahog¨® en presi¨®n. Despu¨¦s de ganar los seis primeros puntos del partido (0-1 y 0-30), fall¨® un resto sobre segundo saque que pod¨ªa haberle dado triple bola de break y se descompuso. Con el partido a¨²n en pa?ales, al campe¨®n de 13 grandes se le vino el mundo encima. Desde ah¨ª y hasta la retirada de Nishikori todo fueron malas noticias para ¨¦l y buenas para su contrario. El n¨²mero uno perdi¨® la br¨²jula. Se le pararon los pies, se le atenazaron las manos, la raqueta no encontr¨® la diana y todo fueron negros presagios. ¡°Fatal¡±, le dec¨ªa a su banquillo. En esa primera manga no hubo batalla. No hubo peloteos. No hubo apenas puntos del mallorqu¨ªn para el recuerdo.
Encadenado por un inicio de temporada en el que se le acumulan los disgustos ¡ªla final perdida en el Abierto de Australia, dos derrotas en cuartos de dos de sus torneos preferidos, Montecarlo y Barcelona¡ª, a Nadal se le nubl¨® la vista, cegado por el deseo y por las ganas de levantar los brazos y poder decirse que vuelve a ser el mismo. Lo que vio el p¨²blico hasta que lleg¨® la lesi¨®n fue a Nishikori ganando los puntos en un visto y no visto: pim, pam, pum y fuera.
El japon¨¦s, que desde hoy es uno de los diez mejores tenistas del mundo, impuso sus manos r¨¢pidas y reparti¨® la pelota de esquina a esquina, convirtiendo a Nadal en lo m¨¢s parecido a un hombre-parabrisas. Frente a eso, el espa?ol, disparado en los errores, tuvo mucho coraz¨®n y poco tenis.
En el primer set me estaba pegando una paliza Rafael Nadal
La transformaci¨®n frente al tenista que hab¨ªa arrollado a Tomas Berdych en cuartos y a Roberto Bautista en semifinales fue radical. El spin del mallorqu¨ªn, esa famosa rotaci¨®n de pelota que hab¨ªa marcado el reencuentro con una versi¨®n m¨¢s reconocible de s¨ª mismo, desapareci¨® con la rapidez con la que hab¨ªa vuelto. Su pelota no incomod¨® a Nishikori, r¨¢pido para montarse sobre la bola y producir ganadores desde lugares inveros¨ªmiles, a lo que le ayud¨® tambi¨¦n que los tiros del mallorqu¨ªn se quedaran cortos, mansos en el cuadro de saque. Nishikori, plantado sobre la cal en plan almirante, reparti¨® el juego con la tranquilidad de quien tiene el tim¨®n del crucero. Nadal, cediendo pista, se marc¨® un marat¨®n extenuante. Demasiado castigo. Imposible mantener as¨ª el mando que hab¨ªa logrado en los dos encuentros anteriores. M¨¢s cuando el drive del japon¨¦s volaba m¨¢s que el suyo: 128 kil¨®metros por hora contra 114... hasta que la cadera de Nishikori dijo basta.
Frente al inicio de la gira de arcilla, Nadal ya tiene piernas y pulmones. Tambi¨¦n ha recuperado automatismos propios del juego en tierra. Las derrotas, sin embargo, le han quitado seguridades y cada dificultad inesperada se le hace un Himalaya. ?l, que interpret¨® en positivo su derrota ante Novak Djokovic en la final del Abierto de Australia 2012, pese a haber tenido break de ventaja en la quinta manga del partido decisivo m¨¢s largo de la historia (5h 53m), seguramente digerir¨¢ en positivo un triunfo como el madrile?o, en el que acab¨® con la Copa en las manos pese a estar dominado casi siempre. Para empezar, ya desliz¨® un argumento sobre la pista: ¡°Esta victoria me va a dar un poco de tranquilidad¡±.
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