El Madrid se fue a Lisboa
El Celta aprovecha las concesiones de un rival desorganizado cada vez que perdi¨® el bal¨®n, como si la promesa de la d¨¦cima Copa de Europa le hubiera alejado de la realidad cotidiana
El enrevesado guion de la Liga le hubiera otorgado al Real Madrid la opci¨®n de pelear por el t¨ªtulo hasta la ¨²ltima jornada. No ser¨¢ as¨ª porque justo cuando parec¨ªa m¨¢s crecido y confiado se ha derrumbado al sumar dos puntos de los ¨²ltimos nueve que ha disputado. Gan¨® en M¨²nich y se fue a Lisboa, como deslumbrado por el fulgor de la D¨¦cima. Si la Liga es, como dec¨ªa Toshack, el pan y mantequilla, el Madrid ha despreciado el men¨² del d¨ªa y se prepara para el banquete. Pugnaz, pero despistado, cay¨® en Vigo ante el excelente Celta v¨ªctima de dos groseros errores en la zaga, dos acciones tan epis¨®dicas como decisivas.
Las ausencias invitaron a Ancelotti al parcheo, decisi¨®n que siempre genera un cierto descontrol. Quiz¨¢s por ah¨ª empez¨® a desordenarse el partido, que siempre tuvo un aire ind¨®mito. Al Celta no le desagradan esas lizas. Ahora que se empezar¨¢ a examinar y comparar a Luis Enrique la referencia que deja de su paso por Bala¨ªdos, su primera experiencia entre los grandes en Espa?a, es la de un t¨¦cnico que busca la pelota, pero que no convierte la posesi¨®n en dogma. Como jugador siempre empuj¨® hacia delante y no deja de hacerlo ahora desde la pizarra. El Celta va y viene porque adem¨¢s le gusta correr, presiona y saca r¨¦ditos de ese esfuerzo, como lo demostr¨® de nuevo con los dos goles de Charles que le dieron el triunfo.
CELTA, 2; REAL MADRID, 0
Celta: Sergio ?lvarez; Jonny, Cabral, Font¨¢s, Aurtenetxe; Augusto (?lex L¨®pez, m. 56), Krohn-Dehli, Rafinha (Madinda, m. 70), Orellana, Nolito; y Charles (Bermejo, m. 66). No utilizados: Yoel, ??igo L¨®pez, Borja Oubi?a y Santi Mina.
Real Madrid: Diego L¨®pez; Arbeloa (Coentrao, m. 56), Nacho, Sergio Ramos, Marcelo; Casemiro (William Jos¨¦, m. 68), Xabi Alonso, Khedira (Illarra, m. 56); Modric, Isco y Morata. No utilizados: Casillas, Burgui, Bale y Ra¨²l de Tom¨¢s.
?rbitro: Hern¨¢ndez Hern¨¢ndez. Amonest¨® a Orellana, Cabral, Illarra, Sergio Ramos
Goles: 1-0, m. 42. Charles; 2-0, m. 63, Charles.
Estadio de Bala¨ªdos. 27.703 espectadores.
El Madrid se ajust¨® con el paso de los minutos, pero obviamente le pesaron las ausencias (Cristiano, Benzema, Di Mar¨ªa, Carvajal, Pepe, Bale o Coentr?o, del once tipo de las ¨²ltimas semanas) y la asignaci¨®n de roles diferentes de los que algunos futbolistas suelen asumir. Modric e Isco dieron un paso adelante respecto a su ubicaci¨®n habitual, formaron con Morata en el tridente ofensivo y deb¨ªan caer hacia los flancos. Desde el principio se les vio inc¨®modos cerca de la cal. En el caso del croata su plan, cuando el Madrid ten¨ªa la pelota, consisti¨® en cerrarse hacia una posici¨®n de mediapunta cl¨¢sico y operar desde ah¨ª. Seguramente tambi¨¦n era el de Isco, pero el malague?o tuvo menos presencia en la construcci¨®n. Los flancos quedaban para que percutiesen Marcelo, Arbeloa o incluso Khedira, una asimetr¨ªa que abri¨® espacios para Augusto y Nolito.
El Madrid padeci¨® cada vez que perdi¨® el bal¨®n y se hizo fuerte cuando tuvo tiempo para replegarse. La mejor versi¨®n del equipo se alumbr¨® cuando Modric entr¨® en juego desde esas posiciones centradas hacia las que se descolgaba. Por ah¨ª conect¨® casi a la media hora con Morata para que el meta Sergio sacara un tiro a una mano en el primer palo. El Madrid creci¨® seg¨²n se adentraba en el encuentro pero el Celta no dej¨® de acecharle. Le hab¨ªa discutido la pelota, hab¨ªa aceptado el cuerpo a cuerpo y acab¨® por da?arle gracias a un error de Ramos, que se confi¨® en un bal¨®n que le qued¨® botando de cara hacia su meta. Charles le apret¨® y el central busc¨® el recurso de un taconazo para salir airoso, pero perdi¨® pie. Luego el delantero defini¨® como los buenos. Fue casi una iron¨ªa del destino, porque en el partido de ida Charles hab¨ªa fallado ocasiones clamorosas.
El gol prolog¨® el tiempo de descanso y el rabioso despliegue del Madrid. Atl¨¦tico y Barcelona flaquean y los ¨²ltimos acontecimientos demuestran que no es plan escatimar hasta el ¨²ltimo esfuerzo. Los chicos de Ancelotti salieron como un tren, apabullaron en diez minutos fren¨¦ticos a un Celta perplejo que se parapet¨® ante Sergio, decisivo de nuevo en la respuesta a un poderoso remate de Morata. Pero en cuanto el equipo vigu¨¦s se levant¨® de ese revolc¨®n inicial, se tent¨® y percibi¨® que estaba entero, regres¨® a donde estaba antes del primer gol del Celta.
Arbeloa y Khedira, reaparecidos con discreci¨®n tras largo tiempo lesionados, pidieron un relevo. De nuevo parche¨® Ancelotti, que retras¨® a Alonso al centro de la zaga. Justo por ah¨ª lleg¨® el segundo desastre de la tarde para el Madrid, una cesi¨®n poco tensa del tolosarra a Diego L¨®pez en la que se interpuso de nuevo Charles. Le pes¨® entonces todo a los merengues: el cansancio, el calor, el marcador, la previsi¨®n lisboeta, la solidez del meta rival, el empuje de una afici¨®n orgullosa que festeja una gran temporada y los noventa a?os de la entidad.
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