Miller no se achanta
Suma y sigue el australiano, l¨ªder con tres victorias, en una carrera condicionada por la ambici¨®n de V¨¢zquez, que err¨® en el c¨®mo Rins y Vi?ales suben al podio
Y despu¨¦s de tanto barullo, tanto toque, tanto susto, tantos cambios de l¨ªder, tantos cambios de ritmo, volvi¨® a ganar ¨¦l: el australiano que piensa con la mu?eca derecha, con la que le da a la maneta del gas. El l¨ªder de Moto3. Jack Miller suma, con la de este domingo, tres victorias. Gracias a su atrevimiento. No hay quien le achante porque ¨¦l es m¨¢s chulo que nadie. M¨¢s incluso que Efr¨¦n V¨¢zquez, que intent¨® bordar un fin de semana so?ado, de la pole al triunfo, y se qued¨® sin premio: relegado a la sexta posici¨®n final. Fue el de Barakaldo, de 27 a?os, el tipo que condicion¨® la carrera francesa, un circuito que tiene tan cerca de casa que ni siquiera cogi¨® un avi¨®n, prefiri¨® viajar en coche; un trazado que siente tan suyo que hasta le sorprendi¨® el sol, acostumbrado como est¨¢ al chirimiri de Bilbao y de Le Mans.
En ese escenario quer¨ªa V¨¢zquez apuntarse la primera victoria de su carrera. Y lo intent¨® de todas las maneras, con trazadas imposibles, tirando de su Honda en las rectas, y frenando la escapada de sus rivales. Ten¨ªa clar¨ªsimo el qu¨¦, pero err¨® en el c¨®mo. Y termin¨® pag¨¢ndolo: en la ¨²ltima vuelta, al atacar las ¨²ltimas curvas: un cuerpo a cuerpo con Miller no es cualquier cosa, V¨¢zquez lo intent¨® por el interior, forzado, y el australiano sigui¨® con su trazada, impasible. Y venci¨®. Mientras el vasco se alejaba de la l¨ªnea ideal.
As¨ª fue c¨®mo termin¨® la historia. Una historia para la que hubo muchos aspirantes al papel de protagonista principal. Lo fueron, adem¨¢s de Miller (el primero en la salida y al primer paso por la l¨ªnea de meta) y V¨¢zquez (el que ten¨ªa el ritmo, el que tom¨® las decisiones que decidieron la prueba), tipos como Rins (que no pudo defender la enorme ventaja con la se encontr¨® a mitad de la prueba), M¨¢rquez (el que logr¨®, con su remontada y su ritmo que el grupo volviera a cazar a Rins) o Isaac Vi?ales, que por fin se subi¨® al podio, todo un superviviente en una carrera llena de pillos.
Ocurri¨® que V¨¢zquez ten¨ªa tantas ganas de ganar que se empe?¨® en adelantar cuanto antes a Rins, en cabeza desde la quinta vuelta. Lejos de conformarse con abrir distancias al frente del pelot¨®n en compa?¨ªa del catal¨¢n y de Miller, como parec¨ªa que ocurrir¨ªa, se enzarz¨® en un cara a cara con Rins que termin¨® juntando al grupo. Poco despu¨¦s ocurri¨®, tambi¨¦n, que, ambicioso, se toc¨® con Miller y luego con M¨¢rquez en una locura de trazada que acab¨® releg¨¢ndole a la d¨¦cima plaza. Pero el chico ten¨ªa ritmo y estaba empe?ado en demostrar que aunque no le hubieran llegado a ¨¦l las mejoras que Honda hab¨ªa proporcionado a Rins y M¨¢rquez, en tanto que equipo oficial de la marca japonesa, ser¨ªa capaz de competir con ellos. Y lo har¨ªa.
Aquel episodio favoreci¨® inicialmente a Rins, que con tanto desbarajuste, se vio con una ventaja en cabeza de casi dos segundos. Pero le durar¨ªa poco, lo que quiso su compa?ero de equipo M¨¢rquez, que tir¨® y tir¨® del grupo, recuperado ya de una mala salida para reducir esa ventaja a la nada. Pero acabar¨ªa pagando tanto esfuerzo. Y al tiempo que abandonaba Fenati (ganador de las ¨²ltimas dos carreras) por problemas mec¨¢nicos, se aprovech¨® el resto: mientras Miller se peleaba con Vi?ales, V¨¢zquez volv¨ªa a la carga con Rins. Los duelos eran fren¨¦ticos. Ya no exist¨ªan l¨ªneas de trazada ideales, solo el s¨¢lvese qui¨¦n pueda. As¨ª se lleg¨® a las ¨²ltimas dos vueltas. Y se salvaron Miller, Rins y Vi?ales.
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