Osasuna desciende y roza la tragedia
Una valla cede tras una avalancha y 58 personas resultan heridas en el duelo ante el Betis El ¨¢rbitro, Mart¨ªnez Munuera, tuvo que suspender el partido durante 35 minutos
La que era una tarde de f¨²tbol, tensi¨®n deportiva y transistores se transform¨® de un plumazo en un escenario ca¨®tico. Solo hab¨ªan transcurrido 11 minutos del encuentro que med¨ªa a Osasuna y Betis en El Sadar cuando Riera, ariete del equipo navarro, perfor¨® la porter¨ªa de Ad¨¢n. La euforia de los seguidores instalados en el grader¨ªo sur hizo que se desatase una avalancha y la valla que conten¨ªa a los aficionados cedi¨®. Un grupo numeroso cay¨® con violencia contra el c¨¦sped. 58 hinchas resultaron heridos: muchos de ellos fueron atendidos por fuertes contusiones y 10, de car¨¢cter leve, fueron trasladados al Hospital de Navarra. Dos sufren fracturas en las extremidades inferiores y el resto politraumatismos.
Lo que deb¨ªa ser un duelo vibrante, en el que Osasuna se jugaba su permanencia en Primera frente al Betis, ya descendido, pudo degenerar en un drama. La estampida que se produjo en el fondo sur, donde se ubican los integrantes de la pe?a Indar Gorri (Fuerza Roja), propici¨® im¨¢genes muy angustiosas. Montoneras, alaridos y un nutrido grupo de personas sobre el terreno de juego. Algunas de ellas tendidas sobre el c¨¦sped, entre visibles gestos de dolor. Otras retiradas en camilla. Los futbolistas de ambos equipos, incr¨¦dulos, intentaron r¨¢pidamente socorrer a los hinchas atrapados y el ¨¢rbitro del partido, el alicantino Juan Mart¨ªnez Munuera, decret¨® la suspensi¨®n provisional.
La incertidumbre se apoder¨® del estadio, inaugurado el 2 de septiembre de 1967, remodelado en 1989 con la construcci¨®n de la tribuna de preferencia alta y retocado m¨¢s tarde, en 2003, para elevar el nivel de la grada casi dos metros por encima del c¨¦sped. La secuencia fue sobrecogedora. De inmediato, las asistencias m¨¦dicas de la Cruz Roja intervinieron para atender a pie de campo a los heridos y las fuerzas de seguridad acotaron la zona. El capit¨¢n rojillo, Patxi Pu?al, tuvo incluso que dialogar con algunos aficionados para apaciguar los ¨¢nimos mientras el colegiado decid¨ªa en la caseta si continuar o suspender definitivamente el duelo. Un grupo de operarios del club, mientras, trataba de retirar la valla y rehabilitar el espacio.
Culminadas las tareas y garantizadas las medidas m¨ªnimas de seguridad, el ¨¢rbitro decret¨® que se reanudase el partido. El par¨®n fue de 35 minutos y oblig¨® a que el resto de encuentros en los que se dirim¨ªa el descenso retrasasen el inicio del segundo tiempo para sincronizarse con la cita de Pamplona. Para entonces, los 19.400 asistentes ya ten¨ªa un nudo en la garganta, m¨¢s all¨¢ del resultado de su equipo. No era para menos. La avalancha en El Sadar, recinto ya vetusto, evoc¨® a otros episodios de alto riesgo en la Liga. En 2004, una valla que quebr¨® en El Madrigal durante un Villarreal-Espanyol origin¨® seis heridos. Tres a?os antes, el goleador argentino Mart¨ªn Palermo sufri¨® una doble fractura de tibia y peron¨¦ cuando acudi¨® a festejar un gol en un Levante-Villarreal de Copa y venci¨® el murete del que separaba la grada del c¨¦sped. Recientemente tambi¨¦n se derrib¨® una valla en Vallecas tras una celebraci¨®n de los hinchas del Athletic.
El susto fue monumental en Pamplona. Por suerte solo qued¨® en eso, unos cuantos golpes y algunas fracturas. Un trago muy amargo que vino acompa?ado, adem¨¢s, del descenso de Osasuna despu¨¦s de 14 campa?as consecutivas en la m¨¢xima categor¨ªa. Cumpli¨® el equipo de Javi Gracia ante el Betis (2-1), pero el resto de marcadores no le acompa?aron. Funambulista de oficio, el cuadro navarro cay¨® finalmente al vac¨ªo tras varias temporadas coqueteando con el peligro.
La austeridad y las estrecheces econ¨®micas del club le han condenado. Desde que lograse el ascenso en 2000, con Javier Miranda en la presidencia y Miguel ?ngel Lotina en el banquillo, solo hubo un par de cursos sin penurias. En la 2004-2005 logr¨® la clasificaci¨®n para la UEFA y, de la mano de Javier Aguirre, tambi¨¦n disput¨® la final de la Copa del Rey frente al Betis (2-1 a favor de los andaluces). La siguiente campa?a igual¨® su mejor clasificaci¨®n hist¨®rica al concluir en el cuarto pelda?o de la Liga, lo que le permiti¨® disputar la previa de la Champions League. Con Cuco Ziganda en la caseta fue apeado por el Hamburgo, pero encontr¨® cobijo en la UEFA. Solo el Sevilla, en semifinales, pudo frenarle. Por entonces contaba con futbolistas de alto calibre en su plantilla como Milosevic, Ra¨²l Garc¨ªa, Monreal, Azpilicueta, Ricardo, Nekounam o Soldado.
Es un d¨ªa muy triste. Lo lamento much¨ªsimo¡± Javi Gracia, t¨¦cnico de Osasuna
A partir de ah¨ª lleg¨® la fase decreciente, la batalla permanente por eludir el descenso y el aumento del agujero econ¨®mico -la deuda fiscal ascend¨ªa en 2012 a 28 millones, 40 con intereses-. Las ventas reincidentes con el objetivo de hacer caja. Las contrataciones se ce?¨ªan sobre todo a jugadores de saldo en Primera o la b¨²squeda de gangas en Segunda y el extranjero. Casi siempre se ha impuesto la f¨®rmula de la cesi¨®n. Por si fuera poco, en 2012 el Gobierno de Navarra decidi¨® retirar el patrocinio anual de 1,4 millones de euros que serv¨ªa para maquillar las cuentas. La marcha del presidente Patxi Izco no se tradujo en una mayor estabilidad. Lleg¨® el abogado Miguel Archanco y la marejada no ha cesado.
Pu?al dijo adi¨®s con 513 partidos y 17 temporadas a sus espaldas?
El inicio de esta temporada fue premonitorio. El director deportivo de la entidad, ?ngel Mart¨ªn Gonz¨¢lez, se baj¨® del barco despu¨¦s de 25 a?os de servicio por sus discrepancias con la junta directiva. El banquillo tambi¨¦n sufri¨® un meneo. Despu¨¦s de tres jornada, Jos¨¦ Luis Mendilibar fue despedido. El club dio un golpe de tim¨®n y se replant¨® su principal activo, el trabajo de cantera. Enrique Mart¨ªn Monreal tom¨® las riendas con el fin de navarrizar un vivero un tanto desantedido y el pamplonica Javi Gracia, despu¨¦s de emigrar por el Pontevedra, C¨¢diz, Villarreal, Olympiacos, Kerkyra y Almer¨ªa, asumi¨® el primer equipo. Pero Osasuna no ha cumplido su en¨¦sima misi¨®n de supervivencia. ¡°Es un d¨ªa muy triste. Lo lamento much¨ªsimo¡±, reconoc¨ªa abatido.
¡°Hasta la muerte, rojillos hasta la muerte!¡±, corearon los 19.400 feligreses pese al mazazo. Dec¨ªan adi¨®s a Primera Divisi¨®n. Un triste desenlace tambi¨¦n para Pu?al, icono del equipo, con 513 partidos a sus espaldas y que cuelga las botas tras 17 temporadas como profesional. Sus l¨¢grimas fueron el ep¨ªlogo de una tarde esperp¨¦ntica.
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