¡°Con ocho sedes bastaba. Han tirado el dinero¡±
Mauro Silva, campe¨®n del mundo en 1994, habla sobre el torneo organizado por su pa¨ªs y las posibilidades de la 'canarinha'
Mauro Silva (S?o Bernardo de Campo, 1968), titular indiscutible en la selecci¨®n brasile?a que gan¨® el Mundial en 1994, ¨ªdolo eterno del Deportivo de la Coru?a, es recordado como uno de los mejores mediocentros defensivos de la historia del f¨²tbol. Hoy, reconvertido en empresario inmobiliario, opina cuando se lo piden con la misma actitud que demostr¨® en sus trece temporadas en Espa?a: sin aspavientos, sin pretensiones de mayor fama, entregado a su trabajo como cuando construy¨® partido a partido, sin un regate ni una palabra de m¨¢s, una carrera ejemplar en cuanto a profesionalidad, rigor t¨¢ctico y discreci¨®n. En esos trece a?os solo marc¨® un gol. Cuando le preguntaron al ex presidente Lula da Silva en 2004, durante una visita a Espa?a, cu¨¢l era su futbolista favorito, no dud¨® ni un segundo: "Mauro Silva".
Silva lamenta que Brasil haya "desaprovechado la oportunidad de dar una imagen de pa¨ªs eficiente y moderno con la organizaci¨®n del Mundial". Cree, sin embargo, que el pueblo se volcar¨¢ con su sele?ao, lo que convierte al anfitri¨®n en "el principal favorito" para ganar el torneo. Su m¨¢ximo temor es Argentina: "Como futbolista brasile?o, en un Mundial lo primero que deseo es que se vayan a casa cuanto antes...".
Pregunta. ?Qu¨¦ ha hecho mal su pa¨ªs durante la organizaci¨®n del Mundial para provocar tantas protestas internas y tanta exposici¨®n internacional?
Respuesta. Hace siete a?os, cuando la candidatura result¨® elegida, hubo una gran alegr¨ªa; cre¨ªamos que el Mundial servir¨ªa para mejorar las infraestructuras de Brasil, que es uno de los puntos fr¨¢giles de nuestra econom¨ªa, y para dar visibilidad a un pa¨ªs con un enorme potencial para inversores extranjeros. Quer¨ªamos aprovechar para trasladar esa imagen, pero no lo hemos hecho: las obras, los estadios, los aeropuertos, todo va retrasado. Hemos desaprovechado una buena oportunidad para mostrar una imagen de pa¨ªs eficiente y moderno. Hay otro problema: no necesit¨¢bamos 12 estadios; con ocho sedes bastaba. Somos un pa¨ªs con dimensiones continentales, y en algunos sitios hay poca tradici¨®n futbol¨ªstica. Cuando termine el Mundial, esos estadios no se usar¨¢n. Es tirar el dinero. Pod¨ªan haberse construido hospitales y escuelas p¨²blicas. ?sa es mi cr¨ªtica. Y es la cr¨ªtica de gran parte de los ciudadanos.
Hacer las cosas con prisa no es bueno y si luego miras las colas en los hospitales..."
P. ?Le ha sorprendido que haya tantos brasile?os que prefieran la derrota de Brasil como castigo a los gobernantes?
R. Me sorprende un poco, pero la gente est¨¢ muy quemada. Yo creo que hay que separar las cosas. Que Brasil gane es bueno. Me parecen bien las manifestaciones, la gente m¨¢s madura pol¨ªticamente debe seguir haci¨¦ndolo para que los gobernantes vean que no estamos satisfechos. Pero no en el Mundial... Estoy casi seguro de que la gente se volcar¨¢ con el equipo. Si t¨² haces una fiesta en casa y tienes invitados, no es el momento para discutir los problemas familiares o internos. Cuando la fiesta se acaba, es otra cosa. Hemos asumido la responsabilidad y el compromiso de hacer una fiesta, hay que recibir bien a la gente y dar la mejor imagen posible. Despu¨¦s que vuelvan las protestas sobre los problemas internos.
P. Su compa?ero de selecci¨®n y hoy diputado Romario ha ocupado muchos titulares con su frase de que "el Mundial es el mayor robo de la historia de Brasil".
R. Es una sospecha generalizada. Ha habido mucho tiempo para prepararlo y, al final, como siempre ocurre en Brasil, hemos dejado todo para el final y los gastos se han disparado. Hacer las cosas con prisa nunca es bueno. Si luego miras las colas en los hospitales... Romario dice las cosas como le vienen a la cabeza, pero est¨¢ haciendo un buen trabajo.
P. ?Qu¨¦ es lo m¨¢s importante para ganar un Mundial?
R. El talento. Sin duda.
P. La selecci¨®n brasile?a actual parece un equipo equilibrado, pero de medio campo hacia arriba (a excepci¨®n de Neymar) parece precisamente un equipo sin el talento de otras ¨¦pocas.
R. Esa es una de nuestras grandes preocupaciones. En 1994 ten¨ªamos a Bebeto y a Romario en la delantera y a Ronaldo en el banquillo. Ahora no tenemos ese nivel de delanteros. Un equipo que puede tener dificultades arriba tiene dificultades para ganar, por algo los jugadores m¨¢s valorados son los que garantizan goles. En la Copa Confederaciones tuvimos a Fred, que jug¨® bien y marc¨® goles, pero despu¨¦s ha tenido problemas f¨ªsicos. Si sucede algo y se lesiona, ?qu¨¦ pasa entonces?
P. ?Qu¨¦ destaca de la selecci¨®n actual?
R. Aparte de talento, para ganar un Mundial hay que tener optimismo, buena defensa y centro campo. Eso lo tenemos. La lesi¨®n de Julio C¨¦sar [el portero titular], que este a?o ha jugado en Canad¨¢, es otro problema. Nuestra gran arma ser¨¢ la presencia de Scolari y Parreira, por su experiencia y su forma de trabajo.
P. ?Cu¨¢les son sus favoritas?
R. Brasil es la principal favorita, por jugar en casa. El p¨²blico va a empujar much¨ªsimo. Despu¨¦s Argentina, Alemania y Espa?a. Entre estas cuatro estar¨¢n el campe¨®n y el finalista.
P. Dice que Argentina siempre le da miedo. Si Messi llega en forma, supongo que m¨¢s.
R. Mi primer deseo es que se vayan a casa cuanto antes[ENTRE RISAS]. Nuestra rivalidad hist¨®rica, el hecho de jugar en Brasil, la responsabilidad a?adida de los jugadores, todo eso afecta. Argentina viene a estropear la fiesta. Messi no ha ganado un Mundial todav¨ªa y para poder compararse alg¨²n d¨ªa con Maradona o Pel¨¦ necesita conquistar un Mundial. Una final Brasil-Argentina ser¨ªa tremenda. No quiero imaginarlo. Prefiero a cualquier otro rival.
La responsabilidad y el desgaste emocional ser¨¢n tremendos"
P. ?Qu¨¦ pueden hacer los jugadores brasile?os para aguantar una presi¨®n tan enorme?
R. Es la principal labor de Scolari y Parreira, y es una labor complicad¨ªsima, por el momento raro del pa¨ªs, las manifestaciones... La presi¨®n que van a tener que soportar estos chicos por jugar en casa es tremenda. En 1994, que era tambi¨¦n un momento de mucha presi¨®n porque llev¨¢bamos 24 a?os sin ganar un Mundial, alcanzamos la tranquilidad cuando llegamos a Estados Unidos. Es imposible que algo as¨ª ocurra ahora en Brasil. Es muy dif¨ªcil que los futbolistas puedan aislarse, sobre todo ahora con las redes sociales. El desgaste emocional ser¨¢ tremendo. La responsabilidad es enorme. Y eso lo saben Argentina, Alemania y Espa?a.
P. ?Cu¨¢l es el mejor jugador que tuvo que marcar usted en un terreno de juego? ?El que m¨¢s le deslumbr¨®?
R. Maradona. He marcado a Ronaldinho y a Zidane, grand¨ªsimos futbolistas, pero como Maradona no he visto a nadie.
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