El delantero Fidel Castro
Aunque abundan las fotos del l¨ªder cubano ataviado como beisbolista, hay una de su pasado como futbolista en La Habana
A principios de los cuarenta, el sacerdote catal¨¢n Pedro Pablo Ferr¨¦ El¨ªas se top¨® en el colegio de Bel¨¦n, centro jesuita de ense?anza de La Habana, con el adolescente Fidel Alejandro Castro Ruz, un destacado alumno deportista, y le explic¨® el sistema del f¨²tbol pir¨¢midal que imperaba en esa ¨¦poca: un portero, dos defensas, tres centrocampistas y cinco delanteros. Bajo la direcci¨®n de Ferr¨¦, administrador del colegio, ¨¢rbitro y entrenador de f¨²tbol, el joven Castro fue ubicado en el ataque, como interior derecho de aquel sistema que los eruditos numeraban como 1-2-3-5 y que fue muriendo con el paso del tiempo.
¡°Fidel era un futbolista de calidad regular. Pero era corpulento, musculoso, un jugador muy fuerte y, sobre todo, muy bravo. Ocasionalmente jugaba. No era un jugador titular en el equipo, pero le gustaba el f¨²tbol¡±, recordaba Armando Montes de Oca Arce, que fuera compa?ero de equipo del ahora octogenario l¨ªder cubano a principios del siglo XXI en La Habana.
"Era musculoso, fuerte y, sobre todo muy bravo", recuerda un compa?ero
En una charla con la prensa cubana por esos mismos d¨ªas, Castro rememor¨®: ¡°Era delantero, corr¨ªa bastante. Fue en quinto grado cuando empec¨¦? en el colegio Dolores, en Santiago de Cuba, en un patio de cemento, y el bal¨®n no era como los de ahora. El f¨²tbol me ayud¨® a tener voluntad, a ejercer mi capacidad de resistencia f¨ªsica, me produjo placer, satisfacci¨®n, esp¨ªritu de lucha y competencia¡±.
Famoso en el ¨¢mbito deportivo por su pasi¨®n por el b¨¦isbol ¡ª una religi¨®n en Cuba ¡ª , en su juventud y tras el triunfo de la revoluci¨®n en 1959 practic¨® otras actividades deportivas. Pero hay pocos detalles del Fidel futbolista. Aunque abundan las im¨¢genes en las que se le ve vestido de beisbolista o jugando al baloncesto, apenas las hay de su pasado balomp¨¦dico.
Tras sus primeros contactos infantiles con el f¨²tbol en Dolores, que fue una instituci¨®n cat¨®lica de primaria del oriente cubano, su madre, Lina Ruz, y su padre, ?ngel Castro, le enviaron a La Habana a cursar la secundaria a partir de 1942 en Bel¨¦n, una de las principales escuelas de la Compa?¨ªa de Jes¨²s en Am¨¦rica. Ubicado en el suburbio habanero de Marianao, Bel¨¦n estaba cerca del barrio de Puentes Grandes, reconocido por su pasi¨®n futbol¨ªstica y sede del estadio La Polar. El colegio era privado y all¨ª s¨®lo acud¨ªan hijos de familias ricas, como la de Castro, cuyo padre, de origen gallego, era un adinerado del este de Cuba.
El f¨²tbol me ayud¨® a tener voluntad, me produjo placer, satisfacci¨®n, esp¨ªritu de lucha y competencia"
Fidel Castro
A Ferr¨¦ se le encomend¨® visitar Ni?os de Bel¨¦n, escuela para pobres cercana al colegio, regida por jesuitas y a la que acud¨ªan Montes de Oca y sus amigos. El sacerdote observ¨® el campeonato de ese centro y escogi¨® a los jugadores que ten¨ªan condiciones para integrarlos al equipo de Bel¨¦n que competir¨ªa en la Liga Intercolegial habanera. ¡°El Hermano Magdaleno era el que nos organizaba y Ferr¨¦ le dijo que escogiera a tres de nosotros¡±, rememoraba Montes de Oca. Los escogidos fueron ?scar Pas¨ªn, un joven de apellido Pedrero y Fidel Castro.
Poco despu¨¦s, Bel¨¦n fue invitado a jugar contra la Casa de Beneficencia y Maternidad, hospicio de hu¨¦rfanos ubicado frente al malec¨®n habanero. ¡°Fidel jug¨® ese partido. Era un terreno de cortas dimensiones. No ten¨ªa hierba, era un campo mal¨ªsimo. Ese d¨ªa fue tomada lo que es quiz¨¢s la ¨²nica o una de las pocas fotograf¨ªas del Fidel futbolista¡±, relataba al mostrar la instant¨¢nea como si de un tesoro se tratara.
Bel¨¦n gole¨® 4-0 a la Casa. ¡°No recuerdo si Fidel marc¨® gol ese d¨ªa¡±, relat¨® Montes de Oca, que pese al tiempo transcurrido, y a dejarse alg¨²n nombre perdido en la memoria, fue capaz de recitar los nombres completos de algunos de quienes formaron aquella delantera, con el joven Castro Ruz, ¡°corpulento, musculoso, muy fuerte y, sobre todo, muy bravo¡±, ejerciendo de interior derecho: Pi¨¦lago, Fidel, Diego, Ignacio y Pas¨ªn.
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