Colas para ver a La Roja

Manuel Gonz¨¢lez Jim¨¦nez naci¨® en Ojiva, Granada, y vive frente a la ciudad deportiva del Atl¨¦tico Paranaense, donde este martes la selecci¨®n espa?ola se entren¨® a puertas abiertas para dos mil aficionados que desde horas antes, en algunos casos desde las diez de la ma?ana, hicieron colas. Junto a Manuel, su sobrina Francisca presum¨ªa de haber vivido tres a?os en Valencia y de su hija, Valeria, mientras se lamentaba: ¡°A m¨ª me da igual, pero no s¨¦ si a mi t¨ªo le dejar¨¢n entrar. Le gusta mucho el f¨²tbol y se siente muy espa?ol, aunque haga 62 a?os que dej¨® su pueblo, pero no ha conseguido cartao¡±.

La entrada era gratuita, pero requer¨ªa invitaci¨®n, el cartao al que se refiere la sobrina de Manuel. El primero de una larga cola de personas que, flanqueadas por decenas de polic¨ªas militares, aguardaron pacientes a que se abrieran las puertas de la ciudad deportiva Alfredo Gottardi, m¨¢s conocida por Caju, el nombre de una fruta tropical muy t¨ªpica en el norte de Brasil, el centro donde vive y trabaja Espa?a desde que lleg¨® a Curitiba. Por la ma?ana, Toni Grande, acompa?ado del preparador f¨ªsico, Javier Mi?ano y de Mar¨ªa Jos¨¦ Claramunt, inspeccion¨® el estado del terreno de juego donde un par de horas despu¨¦s se inici¨® la pr¨¢ctica con p¨²blico. Y aunque no parec¨ªa muy satisfecho, por blando e irregular, el hecho de que fuera el ¨²nico del recinto con vallas, impidi¨® que se cambiara de ubicaci¨®n la sesi¨®n, dado que ya se hab¨ªan repartido las invitaciones para asistir al partido.