Neymar remata la faena de Nishimura

No es f¨¢cil digerir el f¨²tbol de Brasil y a veces cuesta admitir tambi¨¦n que el sustituto de Ronaldo, Romario o Ronaldinho se llama ya Neymar. El 10, en cualquier caso, es el ¨²nico futbolista que tiene pie en un equipo con mucho cuerpo, sin encanto, dispuesto a ganar los partidos por eliminaci¨®n, tambi¨¦n el de inauguraci¨®n del Mundial. Necesitaron Neymar y Brasil de la ayuda del ¨¢rbitro, el japon¨¦s Nishimura, para tumbar a Croacia, un buen equipo, vencido por el colegiado y por el portero Pletikosa.

El meta estuvo muy torpe ante Neymar. El brasile?o le sorprendi¨® con un tiro mordido desde fuera del ¨¢rea y despu¨¦s le dobl¨® las manos en un penalti que se invent¨® el mismo colegiado japon¨¦s que en Sud¨¢frica ofici¨® la eliminaci¨®n de Brasil ante Holanda. Tampoco quiso saber nada Nishimura de una falta m¨¢xima a Olic. Hay viento de cola a favor de Brasil y de Neymar, que barri¨® el frente de ataque con perseverancia y mucha fe, convencido de que es el rey de un enfebrecido Brasil.

A calentar salieron los internacionales brasile?os como si fueran curas que cantan misa ante la enfervorizada hinchada que coloreaba de verde y amarillo la grada del Arena de S?o Paulo. Aunque hay muchos brasile?os que se manifiestan cada d¨ªa contra la Copa y de acuerdo a las encuestas son del orden del 27% los que no les interesa el juego, el f¨²tbol es una religi¨®n en Brasil. Los muchachos de Felip?o miraban al cielo con los brazos abiertos como si fueran un equipo de elegidos en busca del Hexa.

Ya no se habla del jogo bonito, ni de extremos como Garrincha, tampoco de dieces como Pel¨¦ y menos de figuras luminosas como el falso nueve Tostao. La presi¨®n es el mejor alimento para un grupo de templarios rematado por el encanto de Neymar. A capela cantaron el himno muy excitados y pose¨ªdos los futbolistas y los hinchas en una ferviente comuni¨®n, a veces incluso con un punto de ceremonia militar. El trance local dur¨® tanto que el primer disparo a porter¨ªa fue de Kovacic.

No estaba Brasil en la cancha sino en el limbo para suerte de Croacia. Las transiciones armadas por Modrid, Rakitic y Kovacic, siempre apuntando a las bandas, descuartizaron a Alves y Marcelo. Atacaban y no defend¨ªan los laterales y se relam¨ªa Olic, ca¨ªdo al costado izquierdo, siempre dispuesto a poner el centro para la llegada de los volantes o Jelavic, o para que metiera la pierna cualquiera de los centrales o incluso Marcelo, como pas¨® en el 0-1, cuando el madridista cerr¨® mal ante Julio C¨¦sar.

Desbordado por fuera y sin enganche por dentro, superado ?scar, Brasil solo intimidaba a bal¨®n parado, sobre todo cuando el fiero David Luiz se agigantaba a la salida de los c¨®rneres, mal guardados por Pletikosa. Brasil se anim¨®, con el paso del tiempo con las rupturas de Paulinho y sobretodo la cintura de Neymar, excelente en un quiebro a Rakitic sobre la l¨ªnea de fondo que remat¨® bien ?scar y repeli¨® el portero de Croacia. Neymar sali¨® con descaro al rescate de su equipo y firm¨® en persona el 1-1.

Agarr¨® la pelota Neymar en una contra y antes de llegar al ¨¢rea remat¨® mordido con la zurda al poste izquierdo del Pletikosa. No reaccion¨® el guardameta, lento y mal puesto, y en cambio el tobillo izquierdo del 10 provoc¨® el estadillo del S?o Paulo. Quemaba el estadio y tronaba la ciudad por el gol del revoltoso Neymar. Vivo, ¨¢gil y p¨ªcaro, el delantero agit¨® el partido para bien y para mal, polvorilla como acostumbra a ser, porque igual que marca y regatea, despu¨¦s pierde tontamente la bola, defiende mal y m¨¢s tarde se gana una tarjeta por un codazo a Modric.

El gol 32 de Neymar en su partido 50 envalenton¨® a Brasil. A falta de juego y de solistas que acompa?en al 10, el equipo es muy poderoso f¨ªsicamente, tiene vigor y ¨¢nimo, presiona y compite con intensidad, circunstancia que descubri¨® la falta de un volante central en Croacia. El equipo de Kovac perdi¨® fluidez y alegr¨ªa frente a la embestida de Brasil, dispuesto a ganar por intimidaci¨®n, necesitado de un punto de pausa y cabeza, auxiliado de manera descarada por Nishimura.

El colegiado sancion¨® con penalti una ca¨ªda de Fred, quien de espaldas a la porter¨ªa e se desplom¨® como un saco de patatas ante el aliento de Lovren, sorprendido por el pito del ¨¢rbitro. No fue falta y para rematar la jugada Pletikosa se trag¨® sorprendentemente el tiro de Neymar. Aunque pareci¨® que hab¨ªa atajado el cuero, al final se lo trag¨® de mala manera y posibilit¨® el ¨¦xito de Brasil, rematado con un tercer gol de ?scar despu¨¦s que no atinara Croacia en un par de buenas llegadas ante Julio C¨¦sar.

Necesit¨® ciertamente Brasil al final de la ayuda de Dios, invocado al inicio en una liturgia que ya presagiaba que en juego estaba una cuesti¨®n de honor m¨¢s que un partido de f¨²tbol.