El fantasma del 82
Sobre el meta Julio C¨¦sar y el delantero Fred recaen las principales dudas de Brasil en su debut
Pese a la confianza que desprendieron ayer Luiz Felipe Scolari y Neymar en su comparecencia de prensa, sobre Brasil suelen sobrevolar tradicionalmente algunos de los peores fantasmas de su historia. No se duda del bloque rocoso que ha formado su seleccionador, tampoco de su capacidad para jugar a un ritmo elevado que pocos rivales podr¨¢n soportar, ni de la magia de Neymar y de su capacidad para generar contragolpes. Exitosa como ninguna selecci¨®n, algunos de sus fracasos en los Mundiales han sido tan recordados como sus grandes victorias. A esta selecci¨®n, que en unas horas debuta ante Croacia, se la emparenta con la del Mundial 82. No por el estilo, sino por las dudas que ofrece en la porter¨ªa y en la cabeza del ¨¢rea. Las figuras del portero Julio C¨¦sar y del delantero Fred estar¨¢n muy fiscalizadas por la propia torcida brasile?a. A uno se le emparenta con Waldir Peres, el meta alop¨¦cico y poco ortodoxo del 82; y al otro, con Serginho, aquel nueve espigado que no pudo concretar con goles el excelso juego de los Cerezo, Zico, Falcao, Eder y Paulo Isidoro. Sobre los dos a¨²n recaen las culpas de la derrota contra Italia (3-2) en Sarri¨¤, bautizada en un libro del exseleccionador Jos¨¦ Saldanha como El trauma de la pelota.
Hay un sentimiento generalizado de que Julio C¨¦sar no ha hecho mejor temporada que Jefferson, el portero del Botafogo. Sobre este circunda la leyenda fatal que recae sobre los porteros negros desde la condena de Barbosa en el Maracanazo. A Julio C¨¦sar a¨²n le pesa el recuerdo de su error en el gol que dej¨® fuera a Brasil ante Holanda en los cuartos de final del Mundial de Sur¨¢frica 2010. Cedido por el Queen¡¯s Park Rangers al Toronto de la Major League Soccer, desde enero solo jug¨® siete partidos y encaj¨® nueve goles. ¡°Si ganamos la Copa, quiero honrar a Barbosa¡±, proclama Julio C¨¦sar. Scolari conf¨ªa en el meta de 34 a?os como uno de los l¨ªderes del grupo. Ha sido su portero desde que regres¨® al banquillo del pentacampe¨®n en un amistoso contra Inglaterra hace ya casi dos a?os.
Hay un sentimiento generalizado de que Julio C¨¦sar no ha hecho mejor temporada que Jefferson, el portero del Botafogo
A Fred, m¨¢s que su funcionalidad, se le discute su perfil bajo frente a la m¨ªstica de los grandes jugadores de ¨¢rea con los que acudi¨® Brasil a la mayor¨ªa de los Mundiales. ¡°S¨¦ cu¨¢l es mi responsabilidad dentro del campo. La principal funci¨®n es marcar goles, si puedo voy a intentar hacerlos en todos los partidos, pero tambi¨¦n tengo que hacer de referencia para mis compa?eros y llevarme defensas con movimientos para abrirles espacios a Neymar y a Hulk¡±, dice Fred. Tiene asumido el punta del Fluminense que su relaci¨®n con el juego y con el bal¨®n ser¨¢ en situaciones muy espec¨ªficas, o para rematar o para desahogar el juego y facilitar la llegada de la segunda l¨ªnea. ¡°A veces me paso la mayor¨ªa de los partidos sin tocar el bal¨®n, pero en los momentos en los que el ataque es complicado, con Neymar y Hulk bien marcados, es normal que me busquen a m¨ª porque soy el m¨¢s adelantado, pero creo que esto favorece mi juego¡±, argumenta el ariete.
Fred tambi¨¦n es v¨ªctima de la rivalidad R¨ªo-S?o Paulo. Hace una semana, durante el amistoso con Serbia, fue silbado a la vez que la hinchada paulista coreaba el nombre del exsevillista Luis Fabiano, descartado por Scolari, que opt¨® por Fred y J? como referencias en el ataque. ¡°Estoy seguro que ante Croacia nos animar¨¢n a todos¡±, apunta el seleccionador. Sin embargo, no ser¨ªa la primera vez que S?o Paulo se pone en contra de la selecci¨®n. En esta dualidad entre las dos grandes ciudades tambi¨¦n aparece la alargada sombra del Mundial 50. Flavio Costa, el seleccionador, decidi¨® cambiar el once e introdujo jugadores del S?o Paulo para el segundo partido de la primera fase ante Suiza. Quer¨ªa complacer a un p¨²blico que le acusaba de haber tenido preferencias por los jugadores de R¨ªo y con el que hab¨ªa tenido enfrentamientos en los a?os anteriores por este mismo motivo. Suiza empat¨® a dos y Flavio Costa fue agredido e insultado por un centenar de personas al t¨¦rmino del partido. Despu¨¦s de esto, la federaci¨®n brasile?a decidi¨® que Brasil jugar¨ªa todos los partidos que restaban en Maracan¨¢.
Esa tirante relaci¨®n de S?o Paulo con su selecci¨®n fue llevada al extremo por Dunga cuando, tras empatar en el estadio de Morumbi con Ecuador, dijo: ¡°Tranquilos, este es el ¨²ltimo partido que jugamos fuera de casa¡±.
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