La revoluci¨®n ¡®pelotera¡¯ de Prandelli

Lo advert¨ªa Cesare Prandelli en una entrevista concedida a este peri¨®dico: ¡°El juego es determinante, la base de todo. El f¨²tbol que piensa solo en especular es demasiado viejo. Buscamos una discreta posesi¨®n de bal¨®n porque tenemos medios de gran calidad¡±. Desde que asumiese el banquillo de Italia en 2010, como relevo de Marcello Lippi, la selecci¨®n transalpina ha mutado de forma extraordinaria. Sin renunciar el orden y el rigor t¨¢ctico que define su historia, Italia se ha desprendido progresivamente de la cultura del catenaccio, aquella que encorseta a los jugadores y les dispone m¨¢s a defender el arco propio que a intentar perforar el contrario. Ahora, de la mano del t¨¦cnico de Orzinuovi (Brescia), un municipio situado en las tierras lombardas del norte, el molde se ha transformado e Italia se organiza en torno al que hasta hace no mucho era considerado un enemigo: la pelota.

Qued¨® patente anoche, en medio de la selva amaz¨®nica de Manaos. Frente a una selecci¨®n de pedigr¨ª como Inglaterra, el equipo de Prandelli ofreci¨® un recital de c¨®mo debe manejarse el cuero. Articulada en torno a De Rossi, Verrati y Pirlo, los tres medios que pueblan su centro del campo, Italia ofreci¨® una exhibici¨®n de c¨®mo gestionar los espacios y encontrar la meta contraria por la v¨ªa del esf¨¦rico, sin perder de vista sus se?as de identidad. Fue una demostraci¨®n colectiva, de atr¨¢s hacia adelante. Desde el primero hasta el ¨²ltimo de sus hombres. Lejos de aquella versi¨®n en la que La Azurra actuaba como un acorazado competitivo, desinteresado y sujeto al reflejo final del electr¨®nico, hoy d¨ªa viste de frac y se expresa desde un planteamiento muy est¨¦tico, tan efectista como efectivo.

Italia ya no es aquel acorazado sujeto al resultado. Hoy d¨ªa es un equipo est¨¦tico y efectivo que viste de frac

Anoche, frente al punzante equipo de Roy Hodgson, en su puesta en escena en el torneo de Brasil, no se meti¨® en la cueva. Apunt¨® al marco rival desde el principio. Rehuy¨® los balones en largo y el pelotazo. Cada vez que el meta Sirigu tomaba el bal¨®n, Barzagli y Paletta ensanchan en el campo y los laterales, Darmian y Chiellini, estiraban al equipo avanzando metros. Como f¨®rmula de compensaci¨®n, el menudo Verratti retroced¨ªa para administrar el espacio dejado por los centrales y comenzar a elaborar la jugada. Un registro contracultural que hace unos a?os hubiera sido acogido como un desaf¨ªo a los c¨®digos del sistema italiano, especulador y defensivo. Ya no. Ahora, con Prandelli en el laboratorio, la posesi¨®n es la piedra de toque en torno a la cual se agrupa el equipo, mucho m¨¢s coqueto.

As¨ª lo demuestran las cifras. En lo que llevamos de torneo, Italia (650 pases) es el tercer conjunto que m¨¢s combina por detr¨¢s de Chile (675) y Espa?a (663), pero su porcentaje de acierto es superior a la de estas. Ayer complet¨® 588 desplazamientos buenos, por los 575 de los de Del Bosque y los 572 de los andinos. Muy lejos quedan Brasil (426) y Holanda (313), equipos que tradicionalmente est¨¢n m¨¢s acostumbrados a amasar el cuero. ¡°El equipo jug¨® bien. Es cierto que sufri¨®, porque era muy dif¨ªcil mantener la intensidad, pero logramos imponer nuestra superioridad en ciertos sectores del campo vitales¡±, analiz¨® tras el duelo Prandelli.

Pirlo y De Rossi son los mejores pasadores del torneo y solo Chile le supera en la posesi¨®n del bal¨®n

En la sala de m¨¢quinas, De Rossi, Verrati y Pirlo se impusieron claramente a Gerrard y Henderson. Ellos tres enhebraron casi todo el juego. Candreva aport¨® mucha profundidad y desborde en el costado derecho, mientras que Marchisio fue un incordio constante al moverse por todo la zona de ataque, a las espaldas de Balotelli. Frente a la propuesta vertiginosa y vertical de los ingleses, Italia propuso la pausa y la triangulaci¨®n. Aglutin¨® el bal¨®n en sus botas durante 30,13 minutos del encuentro. S¨®lo Chile, que lo acapar¨® 31,92 contra Australia, lo concentr¨® m¨¢s que ella. El tri¨¢ngulo de la medular es clave en esto. Ning¨²n futbolista hasta ahora hace m¨¢s pases que Pirlo y De Rossi. 110 el primero y solo dos menos el segundo, clave tambi¨¦n en la contenci¨®n. Tampoco hay nadie m¨¢s efectivo que ellos. Con 103 y 102 desplazamientos correctos ofrecieron una exhibici¨®n de toque. Verratti, mientras, act¨²a como un comod¨ªn indispensable. Achica, se ofrece y llega a todos los sitios.

¡°Es nuestra forma de jugar¡±, se explicaba Prandelli ante los medios. ¡°Quer¨ªamos tener una superioridad num¨¦rica en el centro del campo y funcion¨®¡±, a?adi¨®. ¡°Fuimos valientes y quisimos imponer nuestro juego¡±, agregaba Pirlo.

Es la Italia del toque, su versi¨®n m¨¢s pelotera. Una metamorfosis impulsada por Prandelli, que recibi¨® una peligrosa herencia al heredar el equipo que conquist¨® la Copa del Mundo en 2006 con un f¨²tbol menos barroco, m¨¢s directo. La implantaci¨®n del nuevo estilo reafirm¨® su arriesgada apuesta al conseguir alcanzar la final la Eurocopa de hace dos a?os. En su pa¨ªs contemplaban con cierto escepticismo su revoluci¨®n ante el sistema inmovilista que dicta en el calcio. Hoy d¨ªa, ese recelo ha desaparecido.