Benzema libera a Francia
Los goles del delantero liquidan a una d¨¦bil Honduras y ratifican la nueva versi¨®n de los ¡®bleus¡¯ que han recuperado la solidaridad
El f¨²tbol tiene sus antojos y sus contradicciones. Mediada la primera mitad, Pogba, el pulm¨®n de Francia, pag¨® su pecado de juventud (21 a?os) al repeler una dur¨ªsima entrada del hondure?o Izaguirre. El ¨¢rbitro sald¨® la deuda con una amarilla para ambos, aunque bien pudiera haber sido m¨¢s dr¨¢stico. En el minuto 42, Wilson Palacios, el futbolista con m¨¢s oficio y m¨¢s necesario de Honduras (29 a?os) cometi¨® dos errores en uno: empuj¨® a Pogba (el indultado) cometiendo penalti y llevando como segunda penitencia la consiguiente expulsi¨®n por la segunda tarjeta amarilla. Benzema transform¨® el penalti con un derechazo poderoso. Solo fue el comienzo de su gran d¨ªa. Ah¨ª, al borde del descanso, el partido dio su ¨²ltima bocanada para Honduras y alivi¨® la complejidad de Francia, que gobernaba con m¨¢s autoridad que criterio.
La nueva Francia que est¨¢ construyendo Deschamps comenz¨® por dejar a Giroud en el banquillo y dar la alternativa a Griezmann, para que junto a Valbuena construyeran autopistas junto al ¨¢rea por donde transitase Benzema o se habilitaran las llegadas de Pogba o Matuidi. Las bandas, para los laterales; el resto, por el carril central. Y Valbuena con los galones relucientes para liderar todo aquello que se asomara a la porter¨ªa rival: las faltas, los c¨®rners, los pases interiores, los centros... Todo pasa inexorablemente por Valbuena.
Honduras tiene una voluntad defensiva que se ampara en el f¨ªsico de sus futbolistas, cultivados muchos de ellos en equipos brit¨¢nicos. M¨¢s all¨¢ de ese poder¨ªo, la selecci¨®n de Su¨¢rez ten¨ªa pocos argumentos lejos de su porter¨ªa. As¨ª, Francia remat¨® dos veces al larguero, primero Matuidi, despu¨¦s Griezmann. El mon¨®logo ten¨ªa un punto de discurso ortodoxo, correcto pero sin emotividad hasta que Benzema convirti¨® en gol la ingenuidad de Palacios. Y el mon¨®logo ya fue solo suyo.
Lo que hab¨ªa acabado con un antojo recomenz¨® en la segunda mitad con el primer ojo de halc¨®n del Mundial. Benzema super¨® a Valladares con un toque sutil que se fue al poste. El portero hondure?o se rindi¨®, cuando se vio superado, y resulta que el bal¨®n golpe¨® en el palo y le cay¨® en la mano. Lo sac¨®, pero de dentro. El gol fue claro, aunque Honduras protest¨® hasta que el ojo del halc¨®n le abri¨® los ojos. Oficialmente pudo ser un gol en propia puerta, pero el m¨¦rito fue de Benzema, activo y ¨¢gil todo el partido, leyendo los pases de Valbuena o Griezmann. Es la nueva Francia de Deschamps, sin el brillo ni el lujo de anta?o, pero con la solidaridad recuperada, que no es poco tras las ¨²ltimas depresiones.
Las circunstancias desesperaron a Honduras que, por impotencia, recurri¨® a peque?as pendencias asumiendo que el partido se le hac¨ªa tan largo, con uno menos, como grande era la distancia en el marcador. Un tiro de Boniek G¨®mez, fue su ¨²nico silbido atacante.
El partido hab¨ªa muerto demasiado joven para tranquilidad de Francia, que romp¨ªa el maleficio del primer partido: en los ¨²ltimos tres Mundiales, los bleus hab¨ªan debutado sin marcar un solo gol. Y ayer cayeron tres, como venganza al maleficio. Y todos de Benzema ¡ªel tercero fue bell¨ªsimo¡ª, de todas las maneras, con la misma precisi¨®n y la misma fe. Benzema criticado tantas veces en su pa¨ªs por su falta de gol, se sac¨® la espina de la garganta y grit¨® con los pies tres veces.
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