Argentina desarma el enroque
La Albiceleste se sinti¨® un poco m¨¢s parecida a s¨ª misma tras cambiar su sistema en el descanso del partido frente a Bosnia

?Cu¨¢ntas formas distintas de pararse en la cancha tiene un equipo de f¨²tbol? Como ignorante de la matem¨¢tica m¨¢s elemental, lo primero que se me ocurri¨® ayer, despu¨¦s del Argentina-Bosnia, fue intentar agotar las posibles combinaciones en el peque?o bloc de notas de la mesita de luz del hotel. En pocos segundos la p¨¢gina se ve¨ªa as¨ª: JW Marriot R¨ªo de Janeiro 3-4-3, 3-4-1-2, 3-5-2, 3-5-1-1, 4-4-2, 4-3-3, 4-3-1-2, 4-2-3-1, 5-3-2, 5-4-1, 5-2-3, 5-3-1-1... No tard¨¦ en darme cuenta de que la tarea era cicl¨®pea.
Record¨¦ la leyenda de Sissa Ibn Dahir, inventor del ajedrez, que aleccion¨® a su rey sobre los peligros de tratar lo finito como infinito pidi¨¦ndole que lo retribuya por su invento en granos de trigo, dispuestos de manera que hubiera un grano en la primer casilla del tablero, dos en la segunda, cuatro en la tercera y as¨ª (doblando el n¨²mero de granos en cada cuadrado subsiguiente), hasta completar las 64. Al final del tablero, el rey (que acept¨® el trato), deb¨ªa colocar 18.446.744.073.709.551.615 granos. Algo as¨ª como 500 veces la producci¨®n mundial de trigo de este a?o.
No hay sistemas buenos o sistemas malos. Hay sistemas que se adaptan a los jugadores y jugadores que hacen lo posible por adaptarse a los sistemas. Jugar con cinco en el fondo no es ninguna novedad t¨¢ctica. Ya el Inter de Helenio Herrera jugaba en los a?os sesenta con un hombre libre barriendo detr¨¢s de una l¨ªnea de cuatro defensas. Actualmente, la l¨ªnea de cinco se utiliza con tres centrales y dos wing backs, o laterales volantes, para facilitar las salidas, crear una ventaja num¨¦rica en el medio campo y potenciar las llegadas por fuera a la zona de tres cuartos. O sea, la l¨ªnea de cinco es tambi¨¦n una l¨ªnea de tres y lo que la define no es el esquema sino la funci¨®n y las caracter¨ªsticas de cada futbolista.
En lo que va de Mundial varias selecciones con distintas caracter¨ªsticas optaron por la l¨ªnea de cinco y sus variantes. Curiosamente, todas ellas ganaron sus partidos
En lo que va de Mundial varias selecciones con distintas caracter¨ªsticas optaron por la l¨ªnea de cinco y sus variantes. Curiosamente, todas ellas ganaron sus partidos. M¨¦xico jug¨® con tres centrales y M¨¢rquez lanzando desde atr¨¢s. Chile us¨® tres en el fondo, que a veces eran cuatro pero nunca cinco, porque Isla transitaba posiciones altas, buscando esa presi¨®n asfixiante que pretende Sanpaoli. Holanda puso cinco atr¨¢s que en realidad eran tres, con Blind m¨¢s agresivo que Janmat, para intentar impedir que Espa?a dominara el centro desde la posesi¨®n. Costa Rica gan¨® con su l¨ªnea de cinco habitual e Italia dibuj¨® una l¨ªnea de cuatro que quebraba De Rossi para sacar la pelota, o para arrastrar presi¨®n y liberar a Pirlo, que a fin de cuentas era lo ¨²nico importante.
En el f¨²tbol los sistemas siempre cuelgan del estilo. El estilo no es una abstracci¨®n. No se define imaginando jugadas bonitas o recitando a Girondo. Se moldea a trav¨¦s del m¨¦todo de trabajo y de los objetivos, los contenidos y las tareas que se desarrollan en cada uno de los entrenamientos. Unos objetivos que, se supone, ser¨¢n los que mejor se adapten a los jugadores disponibles. La l¨ªnea de cinco que present¨® Argentina en el debut con Bosnia solo garantizaba orden defensivo. No es lo mismo que el ala sea Rojo que Di Mar¨ªa. Ese presunto orden se pagaba con la falta de referencias arriba, que dificultaba las asociaciones por el centro, que restaba posesi¨®n y que, en definitiva, alejaba a Messi de la pelota y a Argentina de su estilo m¨¢s reconocible.
El seleccionador Alejandro Sabella rectific¨® r¨¢pido en el entretiempo con dos sustituciones, volviendo al 4-3-1-2 que utiliz¨® durante casi toda la eliminatoria. Sin jugar bien, el equipo logr¨® cambiar su imagen y su humor y se reencontr¨® con Messi. En la segunda parte, Argentina se sinti¨® un poco m¨¢s parecida a s¨ª misma.
Aunque las reticencias de Sabella con este esquema son entendibles (el equipo se parte cuando juega con Messi y otros dos delanteros), sus variantes no son infinitas. De hecho, teniendo en cuenta que el arquero no puede ocupar ninguna posici¨®n distinta que la porter¨ªa, hay 3.628.800 sistemas t¨¢cticos posibles en f¨²tbol. El s¨¢bado, en el entretiempo, Sabella se dio cuenta de que, con esos int¨¦rpretes para ese 5-3-2, el Mundial era imposible.
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