Su¨¢rez al rescate
La reaparici¨®n del goleador da esperanzas a Uruguay ante el dram¨¢tico duelo con Inglaterra
Pocas trayectorias futbol¨ªsticas han sido m¨¢s inesperadas que la de Luis Su¨¢rez. Desde que abandon¨® el Nacional de Montevideo para ir a Groningen y as¨ª poder estar junto a su novia, hasta que se convirti¨® en el m¨¢ximo goleador de la Premier. Los ojeadores que le siguieron en su ¨¦poca holandesa nunca imaginaron que un futbolista con sus limitaciones llegar¨ªa tan lejos. F¨ªsicamente no era superior a la media y t¨¦cnicamente le faltaba sensibilidad. No lograba levantar la vista de la pelota para conducirla y su primer control era deficiente, lo mismo que su desmarque. Pero pose¨ªa algo distintivo. Su voluntad de triunfar era descomunal. La energ¨ªa que ha puesto Su¨¢rez en el juego ha derribado barreras. Los 31 goles que acaba de meter en Inglaterra avalan una evoluci¨®n asombrosa. Uruguay se aferrar¨¢ a este salto de calidad para salvar su historia en esta Copa. Espera Inglaterra en el Itaquerao, en el que probablemente sea el partido m¨¢s dram¨¢tico de la fase de grupos.
?scar Tab¨¢rez, el seleccionador uruguayo, confirm¨® que Su¨¢rez est¨¢ recuperado de la operaci¨®n de menisco izquierdo. ¡°Luis ha soportado bien el aumento de la carga y ha hecho f¨²tbol con sus compa?eros esta semana¡±, dijo el t¨¦cnico. ¡°Pero el nivel de exigencia de un entrenamiento siempre es inferior al de un partido. Si juega es posible que no est¨¦ en el nivel que le llev¨® a ser goleador de la Premier. Habr¨¢ que definir si sigue siendo un futbolista capaz de aportar cosas importantes al equipo o no¡±.
Los equipos de f¨²tbol tienen vida biol¨®gica. Nacen, crecen, desarrollan su plenitud, y se apagan. Diego Forl¨¢n era el nueve perfecto. Era un prodigio natural, pero va para 35 a?os y la selecci¨®n de Uruguay que encabez¨® tuvo su m¨¢xima expresi¨®n en el Mundial de 2010 y se extingui¨® ante Costa Rica (1-3), la semana pasada en Fortaleza. La transici¨®n se desencaden¨® en el campo y Tab¨¢rez la impulsa desde la caseta. Los cambios que promueve para enfrentar a Inglaterra son tan numerosos como significativos. El primero, Su¨¢rez por Forl¨¢n. Luego, Coates o Jim¨¦nez por Lugano; Gonz¨¢lez por Gargano; Lodeiro por Stuani; y ?lvaro Pereira por el sancionado Maxi Pereira.
Frente al equipo de Hodgson, Tab¨¢rez promueve numerosos y significativos cambios
La transformaci¨®n es doblemente dram¨¢tica. Primero, porque en el seno del equipo uruguayo resulta chocante postergar a Forl¨¢n y Lugano juntos. Segundo, porque persigue una victoria inmediata ante la mejor Inglaterra desde 1990. En la selecci¨®n que dirige Roy Hodgson han coincidido tres generaciones espl¨¦ndidas de jugadores que entienden el f¨²tbol de la misma manera: Gerrard, Rooney, Wilshere, Henderson, Sterling, Barkley o Lallana son los m¨¢s representativos. Su motivaci¨®n es m¨¢xima. Perdieron en el debut (1-2), ante Italia en Manaos, y deben vencer a Uruguay para encauzar la clasificaci¨®n.
Uruguay e Inglaterra son selecciones desesperadas que se cruzan con distinto signo. Si los ingleses se encuentran mayoritariamente en fase de crecimiento, entre los uruguayos predominan los declinantes. Uruguay estar¨ªa en franca desventaja de no ser porque recobra al energ¨¦tico Su¨¢rez y porque Hodgson ofrece signos de confusi¨®n. El seleccionador brit¨¢nico no acaba de definir a qu¨¦ quiere jugar. Sus dudas afloran tanto en la suplencia de Wilshere y Lallana contra Italia, como en la colocaci¨®n de Rooney, Welbek y Sterling, orillados todos hacia demarcaciones donde no se encontraron c¨®modos. Hodgson ni eligi¨® ni orden¨® bien a sus hombres. M¨¢s desprop¨®sitos como estos y Uruguay podr¨ªa reengancharse. El regreso de Su¨¢rez le brinda esperanzas. Como record¨® Tab¨¢rez, los uruguayos son peligrosos: ¡°A este equipo se le han dado varias circunstancias muy parecidas y hemos salido adelante¡±.
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