150 aficionados chilenos se cuelan en Maracan¨¢ para el partido contra Espa?a
El enorme despliegue policial no impide por segunda vez consecutiva que los hinchas entren al estadio sin entrada
¡°?Esto no es una fiesta del deporte? ?Si est¨¢ lleno de metralletas y no hay cerveza!¡±, dec¨ªa el mi¨¦rcoles por la tarde frente a Maracan¨¢ Alberto R., un gaditano que reside en R¨ªo desde hace un a?o y nunca hab¨ªa visitado el templo del f¨²tbol brasile?o. Centenares de polic¨ªas armados hasta los dientes, desplegados en hileras, vigilaban los alrededores del estadio minuciosamente. Su sola presencia hab¨ªa disuadido a los habituales vendedores de latas de cerveza que acompa?an cualquier aglomeraci¨®n festiva en R¨ªo de Janeiro. Los propietarios de bares aleda?os se?alaba hacia los agentes y repet¨ªan ¡°No puedo, no puedo, solo refrescos¡¡± ante las miles de peticiones recibidas. Varios helic¨®pteros de la polic¨ªa surcaban el cielo de Maracan¨¢, y la fragata del Ej¨¦rcito permanec¨ªa anclada en Copacabana. Las bater¨ªas de misiles tierra-aire segu¨ªan en algunas azoteas del barrio. El tr¨¢fico llevaba cortado seis horas. Se hab¨ªan establecido varios cordones policiales en un per¨ªmetro de dos kil¨®metros alrededor del estadio para evitar cualquier manifestaci¨®n cercana. Todo estaba dispuesto para ¡°que exista riesgo cero¡±, como hab¨ªa anunciado recientemente a la prensa el director de seguridad del Comit¨¦ Organizador Local, Hilario Medeiros.
Pero al igual que el domingo pasado, algo volvi¨® a fallar en las puertas del estadio. Si el d¨ªa del Argentina-Bosnia unos v¨ªdeos sonrojantes mostraban a 80 hinchas argentinos col¨¢ndose en el estadio ante la mirada espantada de dos agentes de seguridad, este mi¨¦rcoles 150 chilenos derribaron una valla de seguridad cercana a la zona de prensa y protagonizaron una escena surrealista de carreras y estampidas por la amplia sala de prensa antes de que 87 de ellos fueran reducidos por los servicios de seguridad y puestos a disposici¨®n policial. Result¨® milagroso que no se produjeran da?os personales. Pocas horas despu¨¦s de ser detenidos, las autoridades brasile?as les dieron 72 horas para abandonar el pa¨ªs.
¡°No ten¨ªamos entradas, la reventa estaba car¨ªsima¡±, hab¨ªa se?alado uno de los intrusos a la BBC. Otro de ellos, profesor de identidad no revelada, relat¨® que hab¨ªa viajado con cuatro amigos en coche desde Santiago de Chile (a 3.800 kil¨®metros) y que no hab¨ªan podido comprar una entrada de reventa asequible pese a que estaban dispuestos a pagar 800 d¨®lares (1.780 reales) por cada una de ellas. Las entradas del Espa?a-Chile se vend¨ªan a 3.000 reales (1.350 d¨®lares) en las puertas del estadio una hora antes del comienzo del encuentro.
La FIFA ha reconocido sentirse ¡°avergonzada¡± por el incidente, el segundo de esas caracter¨ªsticas en dos partidos, aunque rechaz¨® cualquier responsabilidad sobre el asunto. ¡°Debemos proteger a los periodistas y debemos proteger a los aficionados¡±, afirm¨® en el propio Maracan¨¢ el director de seguridad de la FIFA, Ralf Mutschke. Su rueda de prensa fue interrumpida en varias ocasiones por preguntas airadas de periodistas brasile?os que hablaban de ¡°fiasco organizativo¡±. Otros incidentes en estadios incluir¨ªan la ausencia de 200 agentes de seguridad contratados durante un partido en Fortaleza y la introducci¨®n de bengalas en el Arena Pantanal de Cuiab¨¢ con ocasi¨®n del Chile-Australia. Mutshcke revel¨® que el mi¨¦rcoles en Maracan¨¢ se confisc¨® ¡°una mesa entera de navajas y begalas¡±.
Ante las protestas privadas de varios gobiernos estatales y del Gobierno Federal, la FIFA y el Comit¨¦ Organizador Local (COL) emitieron una nota de prensa en la que se aseguraba que los aficionados ¡°no lograron llegar hasta las gradas del estadio¡±, pese a que otras versiones afirmaban que algunos fueron alzados por compatriotas hasta la tribuna y lograron eludir la persecuci¨®n del cuestionado servicio de seguridad privada contratado por el COL. Este peri¨®dico vio a un hincha argentino aprovechar el revuelo causado por la invasi¨®n y meterse en el estadio mientras hac¨ªa fotos a los intrusos con una c¨¢mara no profesional, asimil¨¢ndose con los periodistas acreditados.
La seguridad dentro del estadio es competencia exclusiva del Comit¨¦ Organizador Local, siendo la polic¨ªa responsable de cuidar el orden p¨²blico en las calles aleda?as. A partir del pr¨®ximo partido que se juega en Maracan¨¢ (B¨¦lgica-Rusia, el domingo) la polic¨ªa vigilar¨¢ tambi¨¦n el mantenimiento de la seguridad en el estadio. Por lo visto el mi¨¦rcoles, puede esperarse un operativo de seguridad propio de un estado de excepci¨®n.
El c¨®nsul de Chile en R¨ªo, Samuel Ossa, afirm¨® en la noche del mi¨¦rcoles que los detenidos ¡°no son delincuentes, sino fan¨¢ticos cuya pasi¨®n por el f¨²tbol les llev¨® a cometer un error¡±. M¨¢s contundente fue el presidente de la Federaci¨®n Chilena de F¨²tbol, Sergio Jadue, que calific¨® el incidente de ¡°completamente condenable¡± y afirm¨® que iniciar¨¢ los tr¨¢mites legales para impedir de por vida el acceso a los estadios de f¨²tbol (dentro y fuera de Chile) a los 87 hinchas deportados.
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