La fiscal¨ªa investiga la invasi¨®n de campo en el estadio del Las Palmas
La polic¨ªa asegura que el club canario sobrepas¨® el aforo permitido en el partido con el C¨®rdoba

Un paseo este lunes por las inmediaciones del estadio de Gran Canaria sonaba a tumba. Se pod¨ªa percibir el lamento de impotencia de la afici¨®n de la Uni¨®n Deportiva Las Palmas. La invasi¨®n de campo el domingo por m¨¢s de 200 personas que entraron por las puertas abiertas en los ¨²ltimos minutos del encuentro frente al C¨®rdoba, sin entrada y con ambici¨®n de cortar el partido, cercen¨® a apenas 91 segundos la gloria del ascenso a Primera para los canarios.
Tras acabar el partido, el presidente del club, Miguel ?ngel Ram¨ªrez, cuando a¨²n correteaban decenas de chavales destrozando lo que quedaba a su alcance, lament¨® lo ocurrido y cuando preguntaron por las responsabilidades de la situaci¨®n, coloc¨® el bal¨®n en el tejado de la polic¨ªa y en el del coordinador de seguridad. Se cruzaron llamadas entre miembros de la Polic¨ªa Nacional y la Delegaci¨®n del Gobierno. Y ayer la polic¨ªa hizo p¨²blico un informe en el que asegura que las declaraciones de Ram¨ªrez podr¨ªan constituir una infracci¨®n de la ley por enaltecimiento de la violencia, toda vez que se realizaron a¨²n con la mayor¨ªa de los espectadores en el estadio y algunos comenzaron a insultar a la polic¨ªa al escucharlas. Pocos minutos despu¨¦s de hacerse p¨²blico el informe, Ram¨ªrez se retract¨® y asumi¨® la responsabilidad del club en todo lo sucedido.
Ram¨ªrez es una figura controvertida. Fue condenado por la construcci¨®n de una parcela en un terreno que gozaba de protecci¨®n. Posteriormente, fue indultado por el Gobierno de Mariano Rajoy. En la actualidad, se investiga si en una de sus empresas se cometi¨® un masivo fraude contra la Seguridad Social en centenares de horas extra que fueron consideradas, seg¨²n las primeras pesquisas, como dietas para ahorrar ante el fisco. La empresa investigada es Seguridad Integral Canaria, precisamente la que ayer ten¨ªa que aportar la seguridad privada al estadio de Gran Canaria.
La polic¨ªa, en su informe, no admite dudas ante ¡°el exceso de aforo¡± que hab¨ªa en el estadio y define algunas de sus gradas como ¡°masificadas¡±. La Fiscal¨ªa de Las Palmas ha abierto diligencias de oficio al entender que puede haber delitos de hurto, lesiones y alteraci¨®n del orden p¨²blico.
En el club, reconocen su cuota de culpa. Patricio Vi?ayo, director general de gesti¨®n de la entidad, hablaba ayer de ¡°desolaci¨®n¡± de la junta directiva. Y pon¨ªa a disposici¨®n de la Fiscal¨ªa todas las respuestas que soliciten. La polic¨ªa en su informe ha advertido que la UD Las Palmas no cumpli¨® los acuerdos en materia de seguridad a los que hab¨ªa llegado.
Entre otros incumplimientos, destaca dos: no hubo un mensaje en el videomarcador para disuadir a los aficionados de la idea de invadir el campo y, por otro lado, no se dispuso un cord¨®n compuesto por miembros de la empresa de seguridad privada suficiente para acordonar el terreno de juego.
La polic¨ªa se?ala como una posible causa de lo sucedido la decisi¨®n de abrir antes de que concluyera el encuentro una de las puertas de la grada curva para que los aficionados que estaban fuera pudieran entrar. Corr¨ªa algo m¨¢s del minuto 85 cuando, despu¨¦s de m¨¢s de 10 minutos aporreando todas las puertas, una de ellas fue abierta y m¨¢s de un centenar de personas entraron al estadio en tromba, bajaron las escaleras que separa la entrada del c¨¦sped y saltaron al mismo.
¡°El acceso al estadio es responsabilidad del promotor del evento¡±, se?al¨® el jefe superior de la Polic¨ªa Nacional en Canarias, Valent¨ªn Solano.
Vi?ayo remat¨®: ¡°La gente tambi¨¦n necesitaba salir del estadio, no lo pod¨ªamos convertir en una c¨¢rcel¡±. Varios d¨ªa antes, los jugadores insistieron en hacer llegar a la directiva la necesidad de llamar a los aficionados para que no invadieran el campo al concluir el encuentro. Deivid, central de la UD Las Palmas, relat¨® su experiencia: ¡°Cuando el C¨®rdoba meti¨® el gol, vi c¨®mo el ¨¢rbitro y la polic¨ªa corr¨ªan hacia los vestuarios y tambi¨¦n corr¨ª. En el camino, varios aficionados me intentaron quitar la ropa y las botas¡±. El central canario tambi¨¦n pone de relieve la actitud de los jugadores que, como Valer¨®n, buscaron tranquilizar a las decenas de personas que corr¨ªan de un lado al otro del campo destrozando el mobiliario y enfrent¨¢ndose entre ellos y con otros espectadores. Muchos de los que invadieron el terreno de juego eran menores de edad.
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