Nadal ante ¡°un t¨ªo peligroso¡±

A las 14.00 (C+), y en la central de Wimbledon, un duelo lleno de aristas. Es Rafael Nadal contra Lukas Rosol en segunda ronda del tercer grande del curso. Es el n¨²mero uno contra el n¨²mero 52, que ya le elimin¨® en 2012 con un partido tit¨¢nico y dictado al ritmo de su servicio llameante, que impidi¨® que el mallorqu¨ªn disputara una sola bola en el ¨²ltimo juego. Es, tambi¨¦n, un pulso con cuentas pendientes, porque el campe¨®n de 14 grandes sinti¨® que el checo intentaba molestarle con grititos antes de sus tiros, y Rosol pudo quejarse de que el espa?ol pareci¨® no cederle el paso en un cambio de lado.

"Espero que aquel partido no sea una gran referencia", valor¨® Toni Nadal, t¨ªo y entrenador del n¨²mero uno del mundo. "No es el mismo Rafael de 2012, cuando ten¨ªa muchos problemas f¨ªsicos, de rodilla, que afectan mucho aqu¨ª, porque le costaba flexionar y estar positivo: sab¨ªa que era la cr¨®nica de una muerte anunciada, que si no era Rosol [quien le ganara] era el siguiente", radiografi¨®. "Y tampoco es el mismo Rosol. ?l es mejor jugador hoy en d¨ªa, as¨ª lo dice el r¨¢nking [de 100 a 52]. Es un t¨ªo peligroso".

En aquel encuentro de 2012, Nadal no lleg¨® a sumar ni un 20% de puntos ganados sobre el primer servicio del ca?onero checo, que en primera ronda de esta edici¨®n se deshizo del franc¨¦s Paire. Todav¨ªa escuece aquella herida, todav¨ªa escuece el desencuentro. "Rafael perdi¨® porque el otro jug¨® un quinto set incre¨ªble. Un mal juego en ese set llev¨® a Rafael a la derrota", valor¨® Toni, que vio c¨®mo su sobrino ganaba la cuarta manga y parec¨ªa lanzarse en tromba a por la quinta... hasta que la organizaci¨®n decidi¨® cerrar el techo de la central por falta de luz (se sigui¨® jugando en las pistas colindantes), perdi¨® el ritmo y volvi¨® a cambiar la direcci¨®n del encuentro. ?Y los ruidos de Rosol? "Demuestran el mal comportamiendo de ¨¦l y sobre todo la baja calidad del ¨¢rbitro", dijo el t¨¦cnico.

En Londres, Nadal contra Rosol, un pulso hecho de chispas, gritos y deseos de revancha.