Alemania queda en paz
Los alemanes no pactan un resultado como hace 32 a?os y vencen a EE UU, en octavos por los pelos
La mutaci¨®n futbol¨ªstica de Alemania no se limita al estilo. En el juego se ha refinado de lo lindo, y en su conciencia ya no cabe un tongo como el que protagoniz¨® hace 32 a?os en Gij¨®n de acuerdo con Austria. Al igual que entonces, frente a Estados Unidos ten¨ªa la ocasi¨®n de sellar una tregua y pactar un resultado conveniente para ambos; en esta ocasi¨®n, un empate. Por suerte para el f¨²tbol, entre alemanes y estadounidenses hubo partido. Un duelo con voltaje, con buenas fases de los de L?w y mucha abnegaci¨®n de los de su compatriota Klinsmann. Alemania despej¨® cualquier sospecha, se clasific¨® como primera de grupo y dej¨® a M¨¹ller en el trono goleador del Mundial, donde compite con dos jerarcas como Messi y Neymar. En el otro bando, Estados Unidos no tuvo respiro hasta que Cristiano Ronaldo bati¨® a Ghana. Durante un largo tramo de la jornada, un gol de los africanos hubiera exiliado a los norteamericanos.
Desde el primer instante se comprob¨® que no hab¨ªa chanchullo alguno. Nada de fuegos artificiales. Alemania, con Schweinsteiger titular por primera vez, en detrimento de Khedira, y Podolski como relevo de G?tze, encapot¨® a su adversario, recluido cerca de su portero. Al verse en inferioridad, Estados Unidos se encomend¨® a la armadura de Bradley y Beckerman, dos sabuesos en el eje del campo. De principio a fin, los alemanes les cerraron cualquier aventura hacia Neuer y siempre a partir del gobierno de la pelota. El partido se les hizo tan crudo a los estadounidenses que Jones, uno de sus distinguidos, protagoniz¨® dos escenas que subrayaron el desenfreno al que ¨¦l y sus compa?eros se vieron abocados. En una, atropell¨® al ¨¢rbitro cuando quer¨ªa asaltar el ¨¢rea rival; en otra, con similar intenci¨®n, dej¨® grogui de un cabezazo a su compa?ero Bedoya. Estados Unidos topaba m¨¢s que jugaba. A Klinsmann solo le quedaba ser testigo de un equipo del que tiene derecho a sentirse coautor. Con ¨¦l y L?w de ayudante comenz¨® en 2006 la "revoluci¨®n alemana".
Los alemanes de estos d¨ªas ya no se dedican a deforestar las dos ¨¢reas con arietes como p¨¦rtigas y centrales como vigas. Hoy es un equipo con una veta extraordinaria en el medio campo, donde se impone el modelo del Bayern, con Lahm, Schweinsteiger y Kroos, y un enganche de la misma estirpe como ?zil. Con ellos, la pelota no sufre maltrato, transita con armon¨ªa ya sea hacia los costados o hacia el interior. Frente a Estados Unidos, L?w, con el bal¨®n en propiedad, dispuso un 3-6-1. A Mertesacker y Hummels, los centrales, se agregaba Howede, mientras que Boateng, te¨®rico lateral derecho, cog¨ªa el carril que dejaba ?zil con su paso al centro. Una variante que Estados Unidos tard¨® mucho en contrarrestar. En realidad, solo lo hizo cuando afloj¨® Alemania, que no encontr¨® el mismo agujero por la izquierda hasta que Podolski se puso el ch¨¢ndal.
Con Klose por el internacional de origen polaco, M¨¹ller dio un paso atr¨¢s, como m¨¢s le gusta. Es un futbolista para llegar, no para estar como diana en el ¨¢rea. Tiene un amplio observatorio para el gol. Lo demostr¨® una vez m¨¢s ante Estados Unidos. Mertesacker remat¨® un c¨®rner como un alem¨¢n de toda la vida, Howard respondi¨® con muchos reflejos y el bal¨®n qued¨® a la intemperie. M¨¹ller oli¨® la presa y caz¨® un remate arqueado que puso en ¨®rbita a su selecci¨®n. Su cuarto gol del torneo, el noveno en total si se suman los cinco con los que fue Bota de Oro en Sud¨¢frica. A sus 23 a?os, cabe pensar que llegue a ser una amenaza para Klose y Ronaldo Nazario, que comparten r¨¦cord con 15.
Desde el primer instante se comprob¨® que no hab¨ªa chanchullo alguno
Con el gol de M¨¹ller en contra y Ghana empatando con Portugal, a los americanos se les agudiz¨® el desvelo. No tuvieron respuesta, faltos de ingenio para armonizar el juego, para encontrar las vueltas a un adversario con pocas fisuras. Cuando se vio ante una oportunidad ¨²nica, ya en el tiempo de m¨¢s, Lahm se cruz¨® como un jabato ante un remate de Bedoya que iba a la red. Cristiano, con su gol, ya no ten¨ªa en vilo a los americanos. Pasado el mal trago alcanzaron los octavos como debe ser, con competencia. Alemania le deb¨ªa una honra al f¨²tbol y pag¨® su deuda. En paz. Y un gui?o del destino: su rival en octavos ser¨¢ Argelia, el pa¨ªs al que austriacos y alemanes timaron en el 82.
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