Un cura en el campanario y otros festejos ¡®ticos¡¯
Costa Rica combina a su estilo el festejo por lo conseguido en Brasil y el optimismo por acceder a cuartos de final El f¨²tbol toca misas, loter¨ªa, venta de licor y comercio
Cuando la Selecci¨®n de Costa Rica concret¨® su victoria sobre Italia y se clasific¨® a octavos de final, la euforia recorri¨® los 51.000 kil¨®metros cuadrados de territorio costarricense y provoc¨® reacciones inauditas en este pa¨ªs casi acostumbrado a los batacazos en el f¨²tbol internacional. El ambiente anormal se consolid¨® al quedar primeros en el ¡°grupo de la muerte¡± y se crispa este fin de semana, a las puertas del juego con Grecia. Ahora los ticos sue?an con llegar a donde nunca han llegado: cuartos de final.
En una peque?a ciudad llamada San Ram¨®n, al oeste del valle central del pa¨ªs, sonaron las campanas de la iglesia cat¨®lica. Primero dijeron que el sacerdote lo permiti¨®, despu¨¦s que ¨¦l las hizo ta?ir y despu¨¦s se conoci¨® algo m¨¢s: el cura acab¨® trepado en el techo del templo vestido con la camiseta roja de ¡®la Sele¡¯, salido de los c¨¢nones como se salieron miles de fan¨¢ticos que no imaginaban la proeza de sus futbolistas en Brasil.
Mientras, en un pueblo llamado Po¨¢s, a 45 kil¨®metros de San Ram¨®n, unos adolescentes improvisaron un desfile con tambores y liras. Todo espont¨¢neo, improvisado, porque los pron¨®sticos mundialistas no inclu¨ªan tanta alegr¨ªa en las calles.
No se hab¨ªa apeado el cura ni se hab¨ªan retirado los tamborileros y ya el mercado se mov¨ªa. Las camisetas que se vend¨ªan en las calles a 5.000 colones comenzaron a cotizarse al doble o m¨¢s. Son imitaciones del uniforme, versiones o dise?os nuevos. Todo distintivo vale. Las autoridades comenzaron a dar cuenta de decomisos de prendas falsas fabricadas aqu¨ª o importadas de urgencia. De nuevo, hace dos semanas esto era impensable.
Los ticos vencieron a Uruguay, a Italia y acabaron invictos al empatar 0-0 con Inglaterra. Ahora el rival para matar o morir es Grecia y en las calles hay optimismo para llegar a cuartos de final. Los aficionados vieron que s¨ª se pod¨ªa y ahora se la creen.
¡°Deme el 30¡±, dijo este jueves un hombre a Mauricio, un vendedor de loter¨ªa que goza con las combinaciones de n¨²meros que le piden los fan¨¢ticos. El comprador cree que la Sele vencer¨¢ 3-0 a los griegos. Otros piden el 90 porque esta haza?a los remite a Italia 90 o el 24 porque esos a?os se cumplieron ya desde entonces. Alguien pide el 10 de la camiseta de Bryan Ruiz, el anotador contra Italia, o el 09 del travieso delantero Joel Campbell. El 14 por el a?o o el 20 porque era el n¨²mero que usaba el lateral Dennis Marshall, quien muri¨® en un accidente de tr¨¢nsito tres a?os antes de que sus compa?eros alcanzaran el primer lugar en el ¡°grupo de la muerte¡±, este martes. La loter¨ªa p¨²blica, sin embargo, no se jugar¨¢ este domingo, sino lunes. Nadie quiere competir en atenci¨®n con el partido.
Las bromas cunden cuando la opini¨®n p¨²blica piensa en redondo. La Unesco reconoci¨® este s¨¢bado como patrimonio mundial un complejo de enormes esferas de piedra precolombinas en la zona sur del pa¨ªs y no han faltado las comparaciones con una pelota. El presidente Luis Guillermo Sol¨ªs cree que es buen momento para llamar la atenci¨®n sobre un pa¨ªs que vive en buena medida de su imagen hacia fuera, de atraer inversiones y turistas (2 millones por a?o en un pa¨ªs de 4,5 millones). El nombre ¡°Costa Rica¡± aparece ahora en titulares y eso lo celebran aqu¨ª.
La expresidenta Laura Chinchilla estuvo en Brasil para seguir a la Sele en los tres juegos de la fase de grupos y su antecesor, el premio Nobel de la Paz ?scar Arias, sale en la publicidad de un banco privado, con la camiseta roja hablando de los valores costarricenses desde el f¨²tbol.
Nadie escapa a la calentura. Este domingo ser¨¢ la marcha por la diversidad sexual en San Jos¨¦, pero en horario distinto. Iba a ser al mediod¨ªa, pero el juego contra Grecia ser¨¢ a las 14.00 y los organizadores prefirieron no competir en convocatoria. Los aficionados ya no son solo los fan¨¢ticos machos que juegan al f¨²tbol o se rezan los esquemas t¨¢cticos o la alineaci¨®n de Argentina en M¨¦xico 86. La fiebre futbolera salpic¨® hasta al sector que suele criticar al f¨²tbol por hipn¨®tico o por detonador de violencia.
Porque no faltan las malas noticias. El debut de Costa Rica, en su triunfo 3-1 sobre Uruguay, se duplic¨® la cifra regular de denuncias de violencia intrafamiliar, revel¨® la Fuerza P¨²blica. Yendry, una mujer de 45 a?os que vive al este de la capital, decidi¨® mudarse a casa de su madre ¡°hasta que pase el Mundial¡±, porque dice que su marido y su hijo mayor est¨¢n en estos d¨ªas ¡°enloquecidos por los partidos y el guaro (licor)¡±.
La Cervecer¨ªa Costa Rica, mayor proveedor nacional de cerveza (bebida preferida de la mayor¨ªa de los ticos), registr¨® un incremento del 5% en sus ventas. ¡°Definitivamente la extraordinaria participaci¨®n de nuestra selecci¨®n nacional influye en el comercio en general¡±, manifest¨® la portavoz de la compa?¨ªa, Gisela S¨¢nchez. Y prev¨¦ que un triunfo de la Sele este domingo har¨¢ subir el consumo.
Los cines suspenden cartelera y transmitir¨¢n el partido, en los pueblos reprograman las misas del domingo, los supermercados se frotan las manos con quienes ver¨¢n el juego en sus casas, con muchas de los nuevos televisores. Para esta ¨¦poca se duplic¨® su venta, seg¨²n los datos de recaudaci¨®n fiscal. ¡°Espero que la gente no se endeude mucho¡±, dec¨ªa el presidente Luis Guillermo Sol¨ªs, otro que se ha sumado a las celebraciones y las ilusiones. Algunos no le har¨¢n caso a Sol¨ªs y buscar¨¢n c¨®mo viajar a Brasil de ¨²ltima hora si su Sele vence a Grecia. ¡°Mejor no publique mi nombre, para que mi familia no se ponga arisca¡±, dijo un joven administrador de empresas.
Los peri¨®dicos segu¨ªan este s¨¢bado publicitando ofertas de pantallas; los titulares dicen cosas como ¡°Pinto (Jorge Luis, el director t¨¦cnico de la Sele) puede lograr el hito¡±, ¡°Gladiadores, a escribir en letras doraras¡± y otras grandezas optimistas. Los ticos tienen el alma futbolera puesta en Recife.
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