Luis Su¨¢rez, el amo de la pol¨¦mica
Nunca mide ni se protege, sino que ataca de manera febril, como pose¨ªdo, hasta marcar gol
En este Mundial Luis Su¨¢rez ha confirmado su capacidad para meter goles y generar broncas, su mordisco al italiano Chiellini en Brasil y las sanciones de la FIFA fueron el ¨²ltimo episodio de una carrera llena de excesos.
Se ha convertido en una referencia, muchas veces para mal. La ultima pirueta es obra del semanario The Economist, que califica a Argentina de ¡°El Luis Su¨¢rez de la finanza internacional¡± para referirse a los problema del pa¨ªs sudamericano con la deuda de los fondos especulativos o buitres.
Su¨¢rez ha sido tambi¨¦n la bandera de los pobres contra los corruptos de la FIFA, seg¨²n la versi¨®n de Maradona en la cadena chavista Telesur, adem¨¢s del centro de innumerables declaraciones, editoriales, conversaciones, fotos, chistes y caricaturas virales en las redes sociales.
Pero ?qui¨¦n es ese uruguayo de apenas 27 a?os que levanta pasiones y materializa tan diferentes maneras de ver el juego y la vida?
A las afueras de Montevideo, en la localidad de Solymar, se encuentra la casa del a¨²n delantero del Liverpool. El lugar est¨¢ cerca del Rio de la Plata, en una zona con poca se?alizaci¨®n. Pero llegar hasta la residencia del jugador resulta f¨¢cil: ¡°Sof¨ªa, la mujer de Lu¨ªs Su¨¢rez, es prima de mi nuera¡±, dice una transe¨²nte que se ofrece a mostrar la calle y de paso deja claro que en el barrio todos se conocen. Luis Su¨¢rez se atrincher¨® en esta construcci¨®n de ladrillo de dos pisos despu¨¦s de su dram¨¢tico regreso de Brasil, cuando la FIFA le prohibi¨® el acceso a cualquier instalaci¨®n deportiva. Los vecinos afirman que la familia Su¨¢rez es ¡°sencilla, buena gente¡± y nada ostentosos. Una casa cercana se vende a 220.000 d¨®lares.
Desde su ventana, Luis Su¨¢rez puede ver un club de f¨²tbol infantil, de esos que abundan en Uruguay. Han puesto una pancarta enorme que dice ¡°aqu¨ª puedes entrar, te apoyamos¡±. Sin duda esto debe de haber tra¨ªdo recuerdos al hombre nacido en Salto, donde particip¨® en tantas ligas infantiles. Con tan solo 150.000 habitantes, Salto cuenta con 36 equipos para los ni?os de entre cinco y trece a?os, de esos clubes sali¨® tanto Su¨¢rez como otro internacional de prestigio, Edinson Cavani.
Luis Su¨¢rez llega a Montevideo a los siete a?os, en pleno divorcio de sus padres y cuando est¨¢ se acerca la crisis econ¨®mica del 2002
Su¨¢rez no ha dado entrevistas desde su llegada; estos d¨ªas los dedica a estar con su familia, nos dice Angela, ¡°la cu?ada de la madre de Luis¡± un poco m¨¢s lejos, en la modesta casa adosada a una panader¨ªa donde vive Sandra, 52 a?os, la madre del futbolista.
Luis Su¨¢rez llega a Montevideo a los siete a?os, en pleno divorcio de sus padres y cuando est¨¢ a punto de llegar la crisis econ¨®mica del 2002, que sumi¨® al pa¨ªs en la pobreza, dej¨® a miles de ni?os en la calle, puso de rodillas a la clase media. La capital se parti¨® en dos pedazos, los que resistieron se quedaron al sur de Avenida Italia y Avenida Giannattasio, los otros se fueron a vivir al norte donde se instalaron de forma precaria. Esa l¨ªnea divisoria social subsiste hoy. Con seis hijos a cargo, Sandra multiplic¨® los horarios de trabajo como limpiadora, su casa qued¨® para siempre en el norte de la ciudad. Luis se tuvo que encargar de sus hermanos peque?os, sin dejar el f¨²tbol, hasta que a los once a?os entra en los juveniles de Nacional, su refugio y m¨¢s tarde, su futuro.
El libro El Pistolero del escritor y periodista Luca Caioli, que acaba de ser publicado en Uruguay por Planeta, muestra que en un primer momento el jugador era m¨¢s bien torpe, nada prometedor. Mejora a base de mucho esfuerzo y horas extra en los campos de entrenamiento. A los 14 a?os Su¨¢rez ya ten¨ªa las caracter¨ªsticas de hoy: el sentido innato del gol, el jugar en permanente tensi¨®n, siendo imprevisible, imposible de marcar. Tambi¨¦n estaba su man¨ªa por simular faltas, discutir con el ¨¢rbitro, de no reflexionar ni tener medida para buscar la victoria.
En Nacional empieza a progresar, pero los efectos de la crisis siguen hundiendo familias y separando a los uruguayos que emigran a Europa en masa. Un nuevo drama marca la vida del jugador cuando su novia Sof¨ªa, de la cual est¨¢ perdidamente enamorado, tiene que irse con su familia a Barcelona. Ella tiene apenas 13 a?os y Luis Su¨¢rez, de 16, decide triunfar para poder ser fichado en un equipo europeo.
La distancia que separa esa imagen de un Su¨¢rez rom¨¢ntico al vampiro can¨ªbal que describe la prensa brit¨¢nica es tambi¨¦n el abismo que ha dividido a la opini¨®n p¨²blica internacional cuando el jugador ha sido sancionado.
Eduardo Ache, presidente de Nacional, conoce bien al delantero, que dej¨® salir del equipo cuando ten¨ªa 19 a?os, muy de mala gana, hacia el Groningen de Holanda por algo m¨¢s de un mill¨®n de d¨®lares. Era la crisis, el club estaba arruinado y hab¨ªa que pagar sueldos y gastos.
¡°Su¨¢rez es el mejor ejemplo de c¨®mo el f¨²tbol, con un buen entorno familiar y con la pasi¨®n al deporte, puede sacar a un chiquil¨ªn de los problemas que ten¨ªa y convertirlo en lo que es hoy¡±, dice Ache, ¡°La FIFA se equivoca, se dej¨® llevar por una visi¨®n europe¨ªsta¡±, a?ade.
En cualquiera de los equipos por los que ha pasado ha sido un elemento necesario, pura dinamita capaz de incendiar el fr¨ªo f¨²tbol moderno
El resto de la historia del jugador, en Holanda e Inglaterra, demuestra que logr¨® despertar adhesiones y apoyo incondicional tambi¨¦n Europa. En el Groningen meti¨® decenas de goles y recibi¨® una lluvia de tarjetas amarillas antes de su transferencia millonaria al Ajax de Amsterdam, donde alcanza los cien goles, vuelve a convencer y a triunfar.
En Holanda, Su¨¢rez se casa con Sof¨ªa, se profesionaliza, adelgaza, mejora mucho pero no cambia. A pesar de los conflictos con los entrenadores y dirigentes del f¨²tbol local nunca renuncia o logra controlar su estilo agresivo.
En el 2011 el jugador es fichado por el Liverpool, donde terminan de estallar sus cualidades y defectos. Otra vez se gana a sus compa?eros y a la afici¨®n, mete decenas de goles pero dos mordiscos y un insulto racista lo convierten en el malvado de la pel¨ªcula para buena parte de la opini¨®n p¨²blica mundial. El valor econ¨®mico del jugador nunca deja de crecer a pesar de las sanciones cada vez m¨¢s duras.
En el libro El Pistolero queda clara la irracionalidad del jugador, que nunca mide ni se protege, sino que ataca de manera febril, como pose¨ªdo, hasta conseguir el gol. En cualquier equipo Luis Su¨¢rez es ese elemento necesario, pura dinamita capaz de incendiar un f¨²tbol moderno demasiado fr¨ªo, basado en la preparaci¨®n f¨ªsica y la construcci¨®n de refinadas estrategias.
Los uruguayos reconocen en Su¨¢rez la esencia de su f¨²tbol y tienen con ¨¦l una conexi¨®n especial. Su ¨²ltimo mordisco y la correspondiente sanci¨®n de la FIFA han provocado un verdadero estr¨¦s emocional en el peque?o pa¨ªs sudamericano.
Su¨¢rez es de los que no cambia, s¨®lo mejora, dice el entrenador uruguayo Oscar Washington Tab¨¢rez. La liga espa?ola puede prepararse para vivir emociones fuertes.
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