El profesor y el machete
Los linchamientos populares no son algo extraordinario en Brasil. A principios de mayo se hizo famoso el caso de un ama de casa asesinada por sus vecinos
Hace unos d¨ªas, el 25 de junio, despu¨¦s del ¨²ltimo partido entre Ecuador y Francia, un profesor de Historia de instituto de S?o Paulo llamado Andr¨¦ Luiz Ribeiro, de 27 a?os, sale a correr por su barrio, en el sur de la ciudad. Son las siete y media de la tarde, ya de noche. Despu¨¦s de correr 45 minutos, m¨¢s o menos, comprueba con espanto que un coche rojo pasa a su lado a mucha velocidad y frena despu¨¦s de golpe unos metros al frente. Para de correr sospechando que algo oscuro est¨¢ pasando cuando del coche rojo salen dos tipos. Uno de ellos sin mediar palabra le asesta un pu?etazo en el rostro. Cree o¨ªr algo as¨ª como "has robado a mi padre" pero no est¨¢ seguro porque le llueven golpes por todos lados. Cae al suelo. Ve, seg¨²n relataba ayer un largo reportaje de O Estado de S. Paulo, c¨®mo le rodean muchas personas del barrio, m¨¢s de diez, oye voces de mujeres, insultos, siente que le dan patadas, que le hieren en una pierna, que le dan otro pu?etazo en el ojo. Uno de los que han salido del coche rojo saca una cadena de moto y le ata las manos. Sigue en el suelo, magullado, dolorido, aterrado. Comprende que ha sido confundido con uno de los ladrones que acaba de atracar un bar cercano. Sabe que no lleva documentaci¨®n porque nunca la lleva cuando sale a correr. Escucha con espanto creciente que alguien pide a alguien que vaya a buscar un machete.
El profesor Andr¨¦ Luiz Ribeiro, magullado y dolorido, comprende que ha sido confundido con uno de los ladrones que acaba de atracar un bar cercano
Los linchamientos populares no son algo extraordinario en Brasil. A principios de mayo se hizo famoso el caso de un ama de casa perfectamente normal asesinada a golpes por los vecinos en Guaruj¨¢, en el estado de S?o Paulo, convencidos de que la mujer secuestraba ni?os y practicaba la magia negra.
¡ªSoy profesor de Historia. Esto es un error¡ª, dice Andr¨¦ Luiz Ribeiro desde el suelo.
Tiene un primer golpe de suerte: un cami¨®n de bomberos pasa por all¨ª y se hace cargo de la situaci¨®n. Al o¨ªrle, uno de los bomberos le pide que, ya que es profesor, les hable de la Revoluci¨®n Francesa. Ribeiro intuye que est¨¢ ante un examen en el que puede estar jug¨¢ndose el pellejo y comprende que ha tenido un segundo golpe de suerte, ya que la Revoluci¨®n Francesa se la ha preparado hace poco para dar las lecciones de clase. Habla de 1789, de la burgues¨ªa, del Antiguo R¨¦gimen, de la Ca¨ªda de la Bastilla.... Habla hasta que llega la polic¨ªa y se ocupa del asunto y se lo lleva, acusado de robo. Ya est¨¢ en libertad. Se acordar¨¢ toda la vida de los Estados Generales, de Robespierre, de la guillotina...
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