Sergio Garc¨ªa sonr¨ªe

Sergio Garc¨ªa tiene otra cara cuando se abren las puertas del Open Brit¨¢nico. Si en el Masters de Augusta su gesto es un poema, en el Open es la imagen de la felicidad, confiado, relajado, a gusto con su juego. As¨ª ha firmado este jueves, en la apertura del grande, una tarjeta de 68 golpes, cuatro bajo par, que le sit¨²an (a falta de que? finalicen todos los jugadores la ronda) en el grupo de cabeza, a tres golpes del l¨ªder Rory McIlroy.

Desde ese primer hoyo en que mand¨® la bola a tocar la bandera con el hierro nuevo para luego celebrar un birdie, Garc¨ªa ha estado firme desde el tee (ha cogido 12 calles de 14) y muy s¨®lido pateando. El Ni?o ha firmado tres golpes abajo en los primeros nueve hoyos, y el ¨²nico momento de angustia lo ha vivido en el hoyo 10. Fall¨® con el driver la calle a la izquierda, recuper¨® para devolver la bola al centro, pero con el tercer golpe se march¨® escorado de nuevo a la izquierda y luego fall¨® el putt para cargar con un bogey. Fue un momento de incertidumbre que no tard¨® en despejar, puesto que al hoyo siguiente hizo un birdie con un gran chip para volver las cosas a su sitio.

"Ha sido el mejor golpe en el mejor momento, para olvidar el bogey del 10", ha dicho Garc¨ªa. "Una buena vuelta te motiva, te mantiene feliz, y espero tener la oportunidad de estar arriba hasta el domingo". Y eso que no aprovech¨® del todo los pares cinco (dos pares, un birdie y un bogey). Por delante aparecen Manassero, con cinco golpes bajo par, y McIlroy, seis abajo. Y Tiger ha cogido posiciones con tres menos.