Tiger pide ¡°el m¨®vil en silencio¡±
Woods se queja del ruido de los tel¨¦fonos y del movimiento de los aficionados haciendo fotos, algo prohibido
En su primer grande en 11 meses, Tiger Woods acab¨® hablando de telefon¨ªa m¨®vil. El Tigre comenz¨® con mala pata, con dos bogeys en los dos primeros hoyos que hicieron preguntarse por el estado de su operada espalda. Pero cuando parec¨ªa que a¨²n le faltaba rodaje, el ganador de 14 majors sac¨® galones y con cinco birdies entre los hoyos 11 y 16 se coloc¨® en el grupo de los 10 primeros clasificados, tres bajo par, a tres de McIlroy.
Tiger est¨¢ de caza y la concentraci¨®n que se exige es m¨¢xima para atrapar la pieza. Aunque a su alrededor se mueve una marabunta de periodistas, c¨¢maras y aficionados. Woods es como un peque?o torneo en s¨ª mismo dentro del Open. Cada uno de sus movimientos es mirado con lupa. Cada gesto, cada golpe. Y tambi¨¦n fotografiado. Hasta el punto de que el jugador exclamara de enfado cuando se dispon¨ªa a dar el segundo golpe en el hoyo 18. El movimiento y el sonido de los fot¨®grafos disparando y de los aficionados con sus m¨®viles le hizo perder la concentraci¨®n. ¡°La gente estaba haciendo fotos. Como todo el d¨ªa hoy. Hab¨ªa muchas c¨¢maras, y mucha gente movi¨¦ndose. Fue duro. Desafortunadamente, la gente no pone los m¨®viles en silencio, o alguno de los profesionales disparaban un poco antes¡±, se quej¨® luego.
La organizaci¨®n permite dispositivos electr¨®nicos en el campo, pero han de estar sin volumen
El tradicional Open Brit¨¢nico, que este curso celebra su 143? edici¨®n, ha pretendido zambullirse en la era tecnol¨®gica y ha permitido la entrada de m¨®viles, tabletas y otros dispositivos en el campo. Cada grada en el campo cuenta adem¨¢s con wifi, de modo que los aficionados pueden acceder a la cobertura del torneo y los resultados ¡°sin levantarse del asiento¡±, como presume la organizaci¨®n. Se puede consultar internet, s¨ª, pero no hacer fotograf¨ªas, y los dispositivos han de estar silencio. Sucede, claro, que entre miles de espectadores m¨¢s de uno se olvida de bajar el volumen, y que resulta imposible controlar que nadie enfoque sus tel¨¦fonos hacia los jugadores... m¨¢s si el enfocado es Tiger Woods.
¡°He pasado muchos a?os ya con esto. Hay mucho movimiento. Y tienes que estar concentrado todo el tiempo. Simplemente pido que lo pongan en silencio, que lo pongan en silencio¡±, clam¨® Tiger. Su queja provoc¨® que el Open recordara mediante un comunicado la obligatoriedad del silencio y la prohibici¨®n de las fotograf¨ªas. En vano.
El campo cuenta, junto a los hoyos, con zonas para cargar la bater¨ªa de los m¨®viles, y con unos videomarcadores que ofrecen gran cantidad de informaci¨®n, muy diferentes de los tradicionales y manuales paneles con los resultados. ¡°Que tengan los m¨®viles callados¡±, pide Jim¨¦nez; ¡°y si la gente no hace lo que debe, que hagan como el Masters, que no deja entrar tel¨¦fonos al campo¡±.
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