¡°En el 18 casi me echo a llorar¡±
El castellonense, emocionado por el calor de la afici¨®n de Liverpool, celebra una madurez y una tranquilidad que hacen brillar su talento
Fue un abrazo orgulloso el que V¨ªctor Garc¨ªa le dio a su hijo cuando acab¨® la lucha en el Open. Antiguo caddie, de la misma generaci¨®n que Seve, V¨ªctor estaba emocionado. La familia y los amigos arroparon a Sergio Garc¨ªa en esos instantes de felicidad. Sus padres, V¨ªctor y Consuelo; sus hermanos, V¨ªctor y Mar; su novia, Kathy; su agente, Carlos Rodr¨ªguez; su amigo el exfutbolista Gerard L¨®pez... y el benjam¨ªn, su sobrino de dos a?os Eric. En ese c¨ªrculo ¨ªntimo resid¨ªa la fuerza interior del castellonense. No hab¨ªan dejado de animarle durante todo el torneo, especialmente en una ¨²ltima jornada en que jalearon cada uno de sus golpes.
La ¨²ltima ronda de Sergio Garc¨ªa estuvo llena de calor. El que le dieron su familia y toda la afici¨®n de Royal Liverpool, entregada a un golfista al que quieren como si fuera uno de los suyos, enamorada de la sangre caliente de un jugador que les trae recuerdos de esos pu?os cerrados que tambi¨¦n apretaba Seve. ¡°En el hoyo 18 ha sido espectacular. Casi me pongo a llorar¡±, expres¨® Sergio Garc¨ªa, que se toc¨® el coraz¨®n y luego pase¨® su gorra como un torero en la plaza; ¡°c¨®mo se han portado conmigo, que soy espa?ol, no brit¨¢nico, me demuestra mucho¡±.
Estaba feliz El Ni?o, que a los 34 a?os parece por fin otro jugador y otro hombre, m¨¢s maduro, m¨¢s sereno, capaz de levantarse en los malos momentos, sin esos aspavientos ni mosqueos sobre el campo que echaban por la borda todo su talento. Ahora da la impresi¨®n de que ha dominado sus demonios. ¡°Est¨¢ m¨¢s hecho, ya no se pone tan nervioso cuando las cosas no salen bien. Ha competido siempre¡±, explica su padre, que le la guiado en toda su carrera. ¡°De juego estoy parecido a otras veces, pero estoy m¨¢s tranquilo, es verdad¡±, admite el castellonense.
¡°Lo he intentado todo, y estoy orgulloso. Sab¨ªa que no pod¨ªa cometer errores y me pon¨ªa mucha presi¨®n. He hecho lo m¨¢ximo. Me he acercado, pero Rory ha sabido responder y no ha fallado. Me ha faltado un pel¨ªn¡±, explic¨® despu¨¦s de recibir junto a Fowler la placa de subcampe¨®n, la segunda que tiene del Open, junto a la de 2007. ¡°Ah¨ª s¨ª que ten¨ªa opciones de ganar¡±, record¨®. Se le escap¨® la gloria ante Harrington cuando ya tocaba el cielo. Al a?o siguiente, en el Campeonato de la PGA, volvi¨® a luchar en los ¨²ltimos hoyos por ese grande que tanto persigue. Lo volvi¨® a ganar Harrington y desde entonces hasta ayer en Liverpool no hab¨ªa peleado el espa?ol por un grande hasta el ¨²ltimo putt. ¡°He disfrutado. Para un europeo, el Open es nuestro grande. Entre ganar y perder hay detalles. Lo bueno es que me he puesto en situaci¨®n de ganar. Solo pierde el que tiene opciones de ganar¡±.
De juego estoy parecido a otras veces, pero estoy m¨¢s tranquilo, es verdad
Conquistar un grande sigue siendo su cuenta pendiente. Suma ya El Ni?o 64 majors jugados sin probar la victoria ¡ªcon 19 top ten, m¨¢s que nadie¡ª, y en esa clasificaci¨®n solo le superan entre los golfistas en activo Lee Westwood (66) y Miguel ?ngel Jim¨¦nez (65). Su octava clasificaci¨®n entre los 10 mejores en el Open es adem¨¢s el noveno segundo puesto espa?ol en un grande: cuatro de Garc¨ªa, tres de Seve, uno de Jim¨¦nez y uno de Olaz¨¢bal.
Este Open puede suponer un antes y un despu¨¦s por la manera en que El Ni?o ha competido y ha digerido los reveses. Este Sergio Garc¨ªa es otro. Sigue yendo de cara, a pecho descubierto con lo que piensa, como demostr¨® en aquellos desencuentros con Tiger Woods, pero seguramente ha aprendido a contar hasta cinco. El talento, la magia, siempre han estado entre sus dedos. Con una madurez que ha tardado en asentarse, puede ser grande en cualquier momento.
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