¡°Nuestra plata fue un fen¨®meno social¡±
Antes de que arranque el Mundial de baloncesto, Andr¨¦s Jimenez y Josep Maria Margall dialogan sobre el impacto de la medalla que logr¨® la selecci¨®n en los Juegos de Los ?ngeles
Andr¨¦s Jim¨¦nez (Carmona, 1962), alias Jimix, ala-p¨ªvot, 187 veces internacional, una figura en el Cotonificio, el Joventut y el Barcelona, y con 16 puntos el m¨¢s certero en la selecci¨®n que disput¨® la hist¨®rica final ol¨ªmpica, el 10 de agosto de hace 30 a?os, en el Forum de Inglewood, Los ?ngeles, contra Estados Unidos (96-65), conversa con Josep Maria Margall (Calella, 1955), alias Matraco, alero, 188 veces internacional, figura emblem¨¢tica en la historia del Joventut de Badalona, y tambi¨¦n m¨¢ximo anotador con 16 puntos en la semifinal entre Espa?a y Yugoslavia (74-61) disputada dos d¨ªas antes.
Andr¨¦s Jim¨¦nez. Por entonces hab¨ªa una sola cadena de televisi¨®n, se cre¨® una gran expectaci¨®n, despert¨® una numerosa afici¨®n, el baloncesto empez¨® a ganar credibilidad entre la gente y los medios. No es casualidad que se creara entonces la ACB, la Asociaci¨®n de Jugadores, las estructuras profesionales de este deporte en Espa?a y, no s¨¦ en qu¨¦ medida, pero aquella plata favoreci¨® todo eso, supuso un impulso. Fue el primer salto importante en la ¨¦poca, digamos moderna, de este deporte en nuestro pa¨ªs.
Josep Maria Margall. Estuvimos varios a?os en los que acab¨¢bamos siempre cuartos. Fuimos tambi¨¦n cuartos en el Mundial-82 y plata en el Europeo de Nantes en el 83. Tuvimos la suerte de que en los JJ OO no estuvo la URSS.
A. J. No estuvo la URSS. Pero estuvo Yugoslavia, con jugadores m¨ªticos, de toda la vida. En aquel momento nos parec¨ªa inganable. Ahora, la barrera es EEUU, pero entonces nadie le ganaba a Yugoslavia. Aquella fue la clave.
Jordan era un chaval¨ªn, pero ya era Dios. Nos hicieron carnaza
J. M. M. Era como cuatro o cinco buenas selecciones de ahora juntas.
A. J. Es que t¨² y los de tu generaci¨®n ten¨ªais ese peso de ser cuartos. Yo no ten¨ªa historia, no hab¨ªa vivido tantas derrotas. Y cuando eres joven no tienes esos complejos. Yugoslavia no me sonaba nada especial. Cuando eres joven¡
J. M. M. No tienes conciencia.
A. J. Pues s¨ª. T¨² sales all¨ª y tienes que ser mejor que ellos. Y eso lo he visto todav¨ªa m¨¢s claramente cuando surgi¨® la generaci¨®n que est¨¢ ahora. Pau, Navarro, todos ellos, no tienen esa historia. Salen a la pista con hambre, sin complejos, no tienen el lastre de derrotas o complejos anteriores.
J. M. M. Yugoslavia ten¨ªa un equipazo. Sus jugadores ten¨ªan un talento innato, con la ventaja de que pertenec¨ªan a una raza con gente muy alta y viv¨ªan tambi¨¦n de manera diferente. Era la ¨¦poca comunista, le dedicaban m¨¢s horas y el que jugaba bien era un elegido que pod¨ªa disfrutar de un cochecito y una casa, a diferencia de la mayor¨ªa de la gente.
A. J. Yo soy de la quinta de Fernando Mart¨ªn, ¨¦ramos los m¨¢s j¨®venes en la selecci¨®n del 84. Comenzamos con esa visi¨®n diferente, que ayud¨® al equipo. ?l ten¨ªa un car¨¢cter ganador. Se cabreaba cuando no jugaba. Pero a m¨ª, dame jugadores as¨ª, no de esos que pasan de todo. ?l se pegaba hasta en los entrenamientos. Pero en el fondo era un t¨ªo muy noble.
J. M. M. Yo estaba con ¨¦l en la habitaci¨®n en Los ?ngeles. Te acuerdas del pelao que llevaba. Le coment¨¦: "Parece que all¨ª hacen peladas gratis". Me dijo: "Voy a ir". Le pelaron al cero. Con vosotros dimos un paso adelante. Por vuestra altura y talento.
A. J. Aportamos sangre fresca.
J. M. M. El equipo de ahora tiene mucho talento pero es que, adem¨¢s, tiene cuatro t¨ªos de 2,10m. Antes estaba Romay. T¨¦cnicamente no era muy bueno, pero ten¨ªa sus recursos y era important¨ªsimo para nosotros.
A. J. Era demasiado vital porque para ¨¦l no hab¨ªa sustituto. Cuando ten¨ªa problemas de faltas supon¨ªa una gran desventaja.
D¨ªaz Miguel era el ¨²nico que dec¨ªa que a Estados Unidos se le pod¨ªa ganar
J. M. M. Recuerdo que en el partido contra Yugoslavia ¨ªbamos perdiendo y me dije: ¡°Este no se nos puede escapar¡±. Perd¨ªamos por 16 y nos empezaron a entrar y empezamos a jugar bien. Aquello supuso un fen¨®meno social. Llamabas a casa y te dec¨ªan que de madrugada nadie dorm¨ªa [los partidos se jugaban a las cuatro de la madrugada], que sal¨ªan al balc¨®n y se ve¨ªa que las luces de todas las casas estaban abiertas.
A. J. Cada d¨ªa recib¨ªamos all¨ª un mont¨®n de telegramas. Creo que nos los tra¨ªa Llu¨ªs Cort¨¦s [ayudante de D¨ªaz Miguel]. Nos dec¨ªa: "Oye, chavales, que en Espa?a est¨¢n locos con nosotros". Hab¨ªa mucho cachondeo, comentarios del estilo: "?Cu¨¢ntos estar¨¢n ligando a costa del baloncesto!"
J. M. M. El baloncesto ha sufrido un cambio bestial, sobre todo f¨ªsicamente. Y sobre todo con los hermanos Gasol y con Ibaka. Esos diez o quince cent¨ªmetros m¨¢s de nuestros jugadores interiores lo han cambiado todo. Este deporte es para gente alta o para peque?os muy listos y muy r¨¢pidos. Y exteriormente son m¨¢s f¨ªsicos, tienen mejor defensa. Yo ya s¨¦ que no defend¨ªa, pero d¨¢bamos pena defendiendo, por lo menos yo, ahora, con perspectiva, lo veo as¨ª.
A. J. Yo lo enfocar¨ªa de otra manera. No ten¨ªamos ni idea de c¨®mo jugaba EEUU. Nosotros no es que no supi¨¦ramos, es que est¨¢bamos acostumbrados a otra manera de hacer. Ve¨ªas, con suerte, un partido de la NBA de la anterior temporada. Era otra historia.
J. M. M. No ten¨ªamos su dureza defensiva. No nos lo hab¨ªan ense?ado.
A. J. Pero porque tampoco lo conoc¨ªas. Cuando va Fernando Mart¨ªn a la NBA, ?acaso no ten¨ªa calidad Fernando? ?O muchos? Por ejemplo t¨², un alero de dos metros tirador. Lo que pasa es que es un problema de que no tienes esos ¨ªtems. Y ahora s¨ª los tienen. Se han acercado a la NBA. Se pasan el bal¨®n de una manera y con unos movimientos que nosotros ni sab¨ªamos que existieran. Pero t¨² dices f¨ªsicamente, hombre, t¨² con dos metros, y Epi e Iturriaga¡ erais aleros altos.
J. M. M. El problema es que ellos saltaban y nosotros nos arrastr¨¢bamos. Cuando fuimos a ver al Rey le coment¨¦ que no pod¨ªamos dar ni el primer pase. No pod¨ªamos recibir. Sent¨ªamos una impotencia total.
A. J. Es que el primer pase del base al alero, ?el primer pase!, nos lo cerraban. Ni t¨², ni Epi, ni Itu erais capaces de recibir el pase de Corbal¨¢n, Soloz¨¢bal o Llorente y no ten¨ªamos alternativa. Hasta ten¨ªa que salir yo a recibir fuera.
El reto de la selecci¨®n actual es demostrar hasta qu¨¦ punto les llega la ilusi¨®n
J. M. M. De todas formas hab¨ªa buen rollo y buenos jugadores. Y empezamos a ser m¨¢s r¨¢pidos, m¨¢s agresivos.
A. J. Pero el nuestro era un equipo m¨¢s justo que el de ahora. Aquella plata fue mucho m¨¢s por encima de nuestras posibilidades de las que han ganado ahora. Por eso los de ahora han repetido.
J. M. M. Se fue Fernando, se retir¨® Juan, se lesion¨® Romay¡
A. J. Matraco no defend¨ªa¡ [r¨ªe]. ?l ya hac¨ªa lo que ten¨ªa que hacer: tener esta mano prodigiosa. Ya la quisieran hoy muchos triplistas, que nos faltan. Est¨¢ Navarro. Y a ver si aparece Abrines.
J. M. M. Nos pasamos muchas horas haciendo sistemas, pero este deporte consiste en meterla. Ya te puedes pasar horas con f¨ªsico y con sistemas que si no las metes...
A. J. La pifia fue la final del 83 en Nantes contra Italia (95-106). Hab¨ªamos ganado a Rusia (95-94). All¨ª s¨ª que tuvimos la oportunidad de ganar el oro. S¨ª, fue una pifia, como la derrota en 1985 contra Checoslovaquia.
J. M. M. S¨ª, pero si lo analizas con perspectiva, te das cuenta de que, ahora, para Espa?a el campeonato empieza en los cuartos. Nosotros ten¨ªamos que ir a tope desde el principio para tener un buen cruce o seguir vivos.
A. J. Yo creo que al final creamos un poco escuela, en el conjunto. No se trata de personalizar. Pero aquello qued¨® ah¨ª. Igual que lo de ahora va a quedar ah¨ª.
J. M. M. Siempre intentas ser un poco mejor de lo que han sido los de antes. Ya han sido campeones mundiales, ahora ya solo les queda ser campeones ol¨ªmpicos para ser campeones de todo.
A. J. Yo no flipar¨ªa con el tema de ganar a Estados Unidos.
J. M. M. No tiene gente grande dentro. Pero son muy atletas y las meten. ?Por qu¨¦ ganaron la final ol¨ªmpica? Porque las metieron desde fuera.
A. J. Creo que el reto para esta selecci¨®n es demostrarse hasta qu¨¦ punto les llega la ilusi¨®n. Lo han ganado todo y tienen varios jugadores bastante veteranos.
J. M. M. ?Como en el f¨²tbol?
Nuestros jugadores se han acercado a la NBA. Esta generaci¨®n naci¨® sin lastre
A. J. Sin mala baba, no quiero comparar. Reconozco que es muy dif¨ªcil y ojal¨¢ tengan esa ilusi¨®n, pero tengo la duda porque para m¨ª es muy dif¨ªcil. Si la tienen, pueden brindar un gran espect¨¢culo. No quiero poner una cruz a nadie, pero a medida que vas haci¨¦ndote mayor, cada vez cuesta m¨¢s. En este mismo Mundial, el papel de los m¨¢s j¨®venes resultar¨¢ muy importante. Deben contagiar y arrastrar, sobre todo en los primeros partidos para alcanzar el nivel que, despu¨¦s, seguro que todos tendr¨¢n en la final. Pero si se van a poner a esperar a los cuartos, ser¨¢ un error. Los j¨®venes tienen que empujar desde el primer minuto. Sobre la mentalidad con la que se afrontar¨¢ un posible partido contra Estados Unidos nadie duda. El problema es el d¨ªa a d¨ªa, jugar contra Grecia o Francia, los octavos... Contra Estados Unidos, sobra motivaci¨®n.
J. M. M. A nosotros ya no nos sobr¨®. Porque cuando llegamos a la final dijimos¡
A. J. Porque no cre¨ªas a Antonio [D¨ªaz Miguel]. Era el ¨²nico en aquel vestuario que dec¨ªa que a Estados Unidos se le pod¨ªa ganar. All¨ª los pardillos no entend¨ªamos nada: "El entrenador cree en algo y estos se descojonan¡"
J. M. M. Perdona, perdona. Lo primero que hice despu¨¦s de ganar a Yugoslavia fue ir al lavabo. Algunos nos hab¨ªamos dejado crecer la barba. Me afeit¨¦ porque ya se hab¨ªa terminado.
A. J. Lo ves, lo ves¡ Mira este qu¨¦ mentalidad. Ya estaba pensando en subir al podio bien guapo y afeitadito. As¨ª, ?c¨®mo ¨ªbamos a ganar a EE UU? Lo que ten¨ªamos que aguantar los jugones.
J. M. M. Yo creo que en uno de aquellos partidos Bobby Knight le tir¨® una silla a alguien. Las locuras son sanas, pero llega un momento en el que ves c¨®mo te vienen y que es imposible.
A. J. Antes de los Juegos los fuimos a ver a una Universidad y vimos a Jordan y ?todos cagaos!
J. M. M. En los Juegos le dejamos tirar de lejos, que te¨®ricamente era el aspecto m¨¢s flojo de su juego. Este chaval¨ªn¡ En aquel momento su fuerte era el f¨ªsico y la entrada. Y los primeros ataques le dejamos tirar. Nos dej¨® fritos.
A. J. Era un chaval¨ªn pero ya era Dios, era el puto amo all¨ª. Y aquellos, en el Forum, lleno, con la bandera y el himno se volv¨ªan locos. Nos pillaron por medio¡ hicieron carnaza.
J. M. M. Imag¨ªnate. Yo que no tocaba ni el aro¡ casi salto todo lo que puedo y cuando voy a recoger me sale una mano desde arriba Pat Ewing y me lo coge como si nada. Me cago en la mar.
A. J. A m¨ª me toc¨® pegarme hostias con Sam Perkins.
J. M. M. Tisdale me dio un codazo en la barbilla que me dej¨® seco. Me defend¨ªa que te cagas. Solo met¨ª puntos cuando me defend¨ªa Chris Mullin.
A. J. Al final, me dejasteis colgado con la medalla en el control antidopaje. Os fuisteis a la embajada o a no s¨¦ d¨®nde y yo all¨ª con el del control: "Yes, silver medal".
J. M. M. Aquella medalla fue el final de cuatro meses de trabajo. Fue un proceso muy largo. Est¨¢bamos en Linares. Me llam¨® mi mujer para decirme que estaba de parto. No vi nacer a mi hijo Sergi. Llegu¨¦ el d¨ªa despu¨¦s. Al cabo de tres d¨ªas nos fuimos a entrenarnos otra vez, luego al Preol¨ªmpico, estuvimos diez d¨ªas en casa, otro mes concentrados y despu¨¦s fuimos a EEUU y a M¨¦xico.
A. J. All¨ª hubo hostias, pero de las guapas. Hab¨ªan montado unos amistosos en una ciudad peque?a. Se produjo una tangana. Nos tiraban monedas grandes como huevos¡ Se enzarzaron varios. Hasta yo le pegu¨¦ a uno. Luego, en la cena, llego con un ojo con un filete as¨ª [se pone la mano en el ojo]. Hablamos con Antonio y se suspendi¨® el otro amistoso que ten¨ªamos en M¨¦xico porque all¨ª pod¨ªa haber sangre.
J. M. M. ?T¨² a qu¨¦ jugador de ahora te puedes parecer?
A. J. Yo me comparar¨ªa un poco a Felipe Reyes, un p¨ªvot bajo, m¨¢s o menos, diferente, porque yo jugaba m¨¢s en transici¨®n. Y t¨² te pareces a Abrines.
J. M. M. Ser¨¢ un gran jugador.
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