Steve Ballmer promete t¨ªtulos a los Clippers y exige compromiso a los fans

Faltaban dos horas para que abrieran las puertas y en un rinc¨®n de la cola que abrazaba el Staples Center de Los ?ngeles un muchacho llamado Phil West no daba cr¨¦dito a lo que ve¨ªa. ¡°Antes no hab¨ªa esta cantidad de gente ni en los partidos. Los que ¨ªbamos casi nos conoc¨ªamos¡±. West, de 26 a?os, hab¨ªa venido este lunes con un amigo a ver una presentaci¨®n de Los Angeles Clippers. En la calle, varios miles de personas aguantaban el sol. No ven¨ªan a ver jugadores nuevos, ni un entrenador nuevo. Ven¨ªan a ver al nuevo due?o del equipo pobre de baloncesto de la ciudad, siempre a la sombra de los Lakers.

Fue por eso que en el escenario el entrenador de Los Angeles Clippers, Doc Rivers, cogi¨® el micr¨®fono y dijo: ¡°Hoy, la cosa no va sobre nosotros. Va sobre este tipo que resulta que ten¨ªa 2.000 millones de d¨®lares en el bolsillo¡±. Las risas se convirtieron en murmullos, los murmullos en ovaci¨®n, y al ritmo de Lose Yourself, del rapero Eminem, entr¨® en escena Steve Ballmer, ex director ejecutivo de Microsoft y nuevo due?o del equipo tras cuatro meses de batalla judicial en medio de uno de los esc¨¢ndalos m¨¢s graves que ha visto la NBA.

Ballmer consigui¨® hacerse definitivamente con los Clippers el pasado martes por 2.000 millones de d¨®lares (1.500 millones de euros). Es la venta m¨¢s cara de la historia de la NBA. Doc Rivers lo cont¨® como una an¨¦cdota: ¡°Yo le dije a Steve, ?est¨¢s seguro de que han aceptado el pago? Y ¨¦l me dijo, ¡®mi cuenta tiene dos mil millones menos, as¨ª que algo he pagado¡±.

Con todos los gritos y saltos de lo que cabr¨ªa esperar por su curr¨ªculum en Youtube, Ballmer lanz¨® una charla motivacional que le hac¨ªa mucha falta a un equipo y unos fans que han sufrido una inmerecida verg¨¹enza por cuenta de los comentarios racistas del exc¨¦ntrico millonario Donald Sterling. En abril, se filtr¨® una grabaci¨®n en la que Sterling rega?aba a una amiga por hacerse fotos con Earwin Magic Johnson, la antigua estrella de los Lakers y uno de los personajes m¨¢s queridos de la ciudad, durante un partido. ¡°No traigas negros¡±, dice Sterling. Lo que sigui¨® fue un acci¨®n judicial de la NBA para vetarlo de por vida, otra de su esposa para quitarle la propiedad y otra de Sterling contra todos ellos. Entre medias, conatos de huelga de la plantilla si el due?o racista insist¨ªa en aferrase al cargo. Todo, en la mejor temporada que hab¨ªan visto sus castigados fans en muchos a?os.

¡°No puedo estar m¨¢s honrado y emocionado de estar aqu¨ª¡±, bram¨® un sudoroso Ballmer desde el escenario colocado en el centro del Staples Center, tras haber saludado y abrazado a docenas de fans en su camino hacia el atril. El ejecutivo hizo gritar a los fans de los Clippers como hac¨ªa gritar a los empleados de Microsoft en sus sorprendentes y extravagantes presentaciones. ¡°?Estos t¨ªos se parten el alma por vosotros! ?M¨¢s fuerte!!¡±, gritaba para pedir un aplauso a las estrellas como DeAndre Jordan, Blake Griffin o Chris Paul, sentados en el escenario. Ballmer reclam¨® entusiasmo de los fans, perseverancia, dureza. En plena arenga, les dio su email: sballmer@clippers.com

No dud¨® en prometer t¨ªtulos, el sue?o de un equipo que en 30 a?os en Los ?ngeles, desde que se mud¨® de San Diego, apenas ha salido de la mediocridad mientras acumulaba rencor contra los Lakers, que han ganado nueve t¨ªtulos en ese tiempo. El derbi local sol¨ªa ser el partido m¨¢s caro de los Clippers en la temporada y el m¨¢s barato de los Lakers. Tuvieron 18 entrenadores en tres d¨¦cadas. Las cosas empezaron a cambiar hace unos cuatro a?os. Por primera vez, como destac¨® este lunes Rivers, el equipo no empieza de cero esta temporada. Ha retenido a sus figuras, se ha armado defensivamente y hoy es un serio candidato a estar en los play-offs.

Ser de los Clippers en Los Angeles es una toma de postura importante, dicen los fans. Ser de los Clippers dice algo de ti. No te gustan los ganadores obvios, los triunfadores que tienen medio camino hecho solo con su nombre. Vas con el d¨¦bil, con el que tiene siempre todas las apuestas en contra, el que se curra cada canasta como si valiera un campeonato. Los Angeles Clippers es el ¨²nico equipo de la ciudad que no ha sido campe¨®n. Lo han sido los Lakers en baloncesto, los Dodgers y los Angels en b¨¦isbol, los Kings y los Ducks en hockey sobre hielo y los Galaxy en f¨²tbol. La ciudad no tiene equipo de f¨²tbol americano.

El perfil de hombre de negocios de Ballmer domin¨® la rueda de prensa posterior a la presentaci¨®n, en la que se le pregunt¨® varias veces qu¨¦ pod¨ªa aportar ¨¦l a este equipo. Reconoci¨® no ser un experto en baloncesto, a pesar de ¡°amar este deporte¡± y haber intentado comprar otros equipos en otras ocasiones. Prometi¨® pasi¨®n. ¡°Los buenos hombres de negocios hacen productos que le gustan a la gente. tenemos que asegurarnos de que le damos a nuestros clientes lo que quieren: un equipo de primera que juegue de primera¡±.

Tanto Ballmer como Doc Rivers eludieron en todo momento referiste al elefante en la habitaci¨®n, el desahuciado Donald Sterling. Rivers tuvo un reconocimiento para la esposa de Sterling cuando en la sala de prensa le preguntaron si le molestaba que se quedara con su asiento a pie de pista. ¡°Se puede decir lo que quieras de ella, pero hay que reconocer que sin Shelly este acuerdo no se habr¨ªa hecho. Si quiere ser una fan, qu¨¦ hay de malo en ello. Ya no es la due?a¡±.

En la calle, el joven aficionado Phil West de Pasadena contaba lo que es ser de los Clippers. ¡°De peque?o los ni?os se re¨ªan de mi por ser de los Clippers. Una vez, le ped¨ª a mi madre que me comprara una camiseta de los Lakers para que me dejaran en paz¡±. West reconoc¨ªa que ahora hay un buen due?o y un buen entrenador, pero en su opini¨®n el equipo actual no es mejor que el de 2006. Como buen aficionado de los Clippers, se mantiene esc¨¦ptico. ¡°Hemos pillado una buena ¨¦poca. Desgraciadamente, tambi¨¦n es la ¨¦poca de Lebron James. Hay muchos buenos equipos de los a?os noventa de los que nadie se acuerda por culpa de Michael Jordan¡±.