Collejas y a la grada
El t¨¦cnico local, expulsado por protestar, golpea "con la mano abierta en la cabeza al cuarto ¨¢rbitro", seg¨²n recoge el acta
Irritado y visiblemente nervioso porque ni Fern¨¢ndez Borbal¨¢n ni el cuarto ¨¢rbitro conced¨ªan la entrada al campo a Juanfran, que hab¨ªa salido del campo, Diego Pablo Simeone sac¨® su mano derecha para darle una colleja al asistente. Corr¨ªa el minuto 26 y el t¨¦cnico rojiblanco no comprend¨ªa c¨®mo su lateral derecho no pod¨ªa reincorporarse al juego tras ser atendido en la banda. El Madrid estaba en plena descarga ofensiva y a medida que el bal¨®n rondaba cada vez m¨¢s el ¨¢rea de Moy¨¢ la desaz¨®n de Simeone fue en aumento hasta lanzar el cachete a la nuca del asistente y ser expulsado. El agredido le sostuvo la mirada al t¨¦cnico y se palp¨® una tensi¨®n propia de algo m¨¢s que una simple trifulca. Para entonces, el Calder¨®n ya era un clamor contra el colegiado, que se?al¨® la salida del campo al t¨¦cnico. El acta arbitral recogi¨® el incidente: "Una vez expulsado se dirigi¨® al cuarto arbtiro golpe¨¢ndolo con la mano abierta en la cabeza en dos ocasiones".
¡°La ansiedad, los nervios de la primera fecha, pedimos disculpas al ¨¢rbitro si malinterpret¨®...¡±, dijo el entrenador. ¡°Estoy contento por el trabajo de un grupo de muchachos que sigue luchando por todo¡±. ¡°De las tres finales que jugamos con el Madrid hemos ganado dos [Copa y Supercopa, perdi¨® la de Champions]. Eso nos da energ¨ªa para lo que viene, que es importante¡±, sigui¨®.
Antes de abandonar el c¨¦sped, expulsado, Simeone se gir¨® e interpret¨® su ¨²ltimo gesto para tratar de influir en el partido. Comenz¨® a hacer aspavientos a la grada para que jaleara a los suyos. La hinchada colchonera, enfervorizada, comenz¨® a corear su nombre en pie, entregada como est¨¢ al hombre que ha logrado lo que parec¨ªa impensable, que un equipo espa?ol le pueda mirar a los ojos al Madrid y al Barcelona y arrebatarle t¨ªtulos. La escenograf¨ªa de Simeone continu¨® cuando fue a ocupar un asiento en el palco. Sol¨ªa deslizar Simeone, cuando era jugador, que para ganarle al Madrid hab¨ªa que montar ¡°quilombo¡±. Esta vez se le fue de las manos y ahora se expone a una sanci¨®n que si no excede de los cuatro partidos no le impedir¨¢ sentarse este lunes en el banquillo de Vallecas.
El segundo tiempo ya lo sigui¨® Simeone a un par de metros de su banquillo. En pie, detr¨¢s de los voluntarios de la Cruz Roja, no par¨® de recorrer un tramo de un par de metros. No ces¨® de dar instrucciones. A veces, incluso sub¨ªa un par de pelda?os para tener una mejor visi¨®n del juego. Hubo momentos incluso en los que pareci¨® un aficionado m¨¢s, sobre todo cuando no estaba de acuerdo con las decisiones arbitrales. Re¨ªa, meneaba la cabeza y clamaba al cielo. Tambi¨¦n lament¨® mucho el remate de Ra¨²l Garc¨ªa al larguero que lleg¨® a ver dentro. Su segundo, Germ¨¢n Burgos, se giraba de vez en cuando para recibir instrucciones de su jefe. Sus futbolistas tambi¨¦n le buscaban. A medida que se acercaba el final, la inquietud de Simeone aumentaba. Entre planteamientos, declaraciones en la previa del partido de la ida y en el pospartido, y la colleja, ha sido el protagonista indiscutible. Ha dominado todos los escenarios, aunque no sus nervios.
S¨ª lo hicieron sus jugadores. ¡°Parec¨ªa que todo se complicaba por la marcha de compa?eros, pero hemos confiado en la base del grupo y aqu¨ª tenemos un t¨ªtulo¡±, valor¨® Koke. ¡°Seguimos creciendo¡±, le continu¨® Gabi. ¡°A doble partido competimos con cualquiera, a 38 jornadas...¡±
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