Dos balas para una remontada

Puso oficio el Granada, a?adi¨® unos minutos de vigor, aderez¨® con estrategia (Caparr¨®s siempre repite que en aquello entrenable tiene que ser imbatible) y se qued¨® con los puntos ante un Deportivo tan bien intencionado como tibio. Busca un camino el equipo de V¨ªctor Fern¨¢ndez, pero necesitar¨¢ recorrerlo con varios argumentos de los que todav¨ªa carece, aquellos que propician que un partido de empate no acabe en derrota.

Hubo dos partidos en uno. Durante la primera parte toda la intensidad del Granada estaba en la banda. Por all¨ª se revolv¨ªa Joaqu¨ªn Caparr¨®s con su habitual incontinencia, de all¨ª sali¨® hacia el vestuario su auxiliar, Luci, expulsado por el ¨¢rbitro. Al otro lado de la l¨ªnea de cal engordaba la espesura, la de un equipo aletargado, irreconocible por el pedigr¨ª de su entrenador, fall¨®n hasta conceder un gol al rival tras una cadena de monumentales errores. El Granada se desactiv¨®, quiz¨¢s el Deportivo tuvo mucho que ver en ello. Se afianz¨® a partir de la pelota, de su manejo y de la capacidad para hacerlo de sus dos mediocentros. Juan Dom¨ªnguez y Jos¨¦ Rodr¨ªguez no suelen perder el bal¨®n y por ah¨ª ya hay bastante ganado. Con ellos el esf¨¦rico tuvo un due?o, con ¨¦l no hubo apuros para la meta que defend¨ªa Lux. Tuvo claridad de inicio el Deportivo y esa fue la mejor noticia para un equipo que no s¨®lo regresaba a la Primera Divisi¨®n sino que lo hac¨ªa cogido entre alfileres, a la expectativa de que lleguen refuerzos que asumir¨¢n un rol importante, y agotado tras una pretemporada de discutible dise?o.

Pero el Deportivo mostr¨® car¨¢cter. Hay que tenerlo para pedir el bal¨®n y moverlo. Se acomod¨® e incomod¨®, pas¨® largos minutos en campo contrario porque adem¨¢s tuvo un interesante punto de agresividad en la resta. A trav¨¦s de ella encontr¨® la ventaja en el marcador, en una presi¨®n bien interpretada que aturull¨® a H¨¦ctor Yuste ante Fari?a en el pico del ¨¢rea local. Al error inicial del mediocentro le dio continuidad la zaga, descolocada para interceptar un primer rechace y, en definitiva, el joven meta Dimitrievski, que se trag¨® un disparo defendible de Cavaleiro.

El gol reafirm¨® al Deportivo y por fuerza azuz¨® a Granada. Le invit¨® a buscar a Rochina y El Arabi, los poseedores del talento, pero nunca con la lucidez precisa para siquiera hacer un intento entre los tres palos. En ese apartado se fue de vac¨ªo el equipo de Caparr¨®s al descanso, incapaz siquiera de encontrar fruto en las acciones de estrategia, en las que se le supon¨ªa muy superior al rival. No debi¨® repartir felicitaciones el t¨¦cnico sevillano en la caseta. Tom¨® el bistur¨ª y consumi¨® de golpe dos sustituciones, busc¨® dinamismo en Iturra y llegada con Ortu?o. El equipo dio varios pasos hacia delante y el Deportivo se qued¨® sin el bal¨®n porque entre otros detalles ya no dispon¨ªa de tanto tiempo y espacio para manejarlo desde la cueva. Todo cambi¨® tanto que hasta parec¨ªa irreal. Ni diez minutos tard¨® el Granada en empatar con un chut lejano de Rochina que encerraba en su precisi¨®n y contundencia la nueva faz de su equipo.

El Deportivo estaba en problemas porque tampoco volvi¨® a ser capaz de probar si el meta rival segu¨ªa tembloroso. Hab¨ªa tenido suerte en una acci¨®n de Luisinho que pudo suponer una segunda amonestaci¨®n y que el ¨¢rbitro dej¨® pasar. Sin poder aplicar su plan inicial era el momento de medir su dureza de esp¨ªritu. Caparr¨®s segu¨ªa hirviendo, ahora tambi¨¦n lo hac¨ªan sus chicos. Pero comienza la temporada y es complicado soportar ritmos altos y sostenidos. Tambi¨¦n al Deportivo le sentaron bien los cambios porque Medunjanin le dio criterio justo donde m¨¢s lo necesitaba, en la capacidad para volver a disfrutar del bal¨®n. Flaque¨® el Granada, pero justo ah¨ª encontr¨® el gol en la trabajad¨ªsima estrategia de Caparr¨®s, un bal¨®n frontal al ¨¢rea que pein¨® la calva de Babin entre la l¨ªnea zaguera, demasiado acostada y Lux, demasiado atornillado. Era un partido de dos caras, un partido de empate, pero ah¨ª lo gan¨® el Granada, que le mostr¨® al Deportivo que en Primera matan sin necesidad de tener muchas balas.