El Valencia huele el miedo del Sevilla

Los saltos de alegr¨ªa de Nuno, el nuevo entrenador del Valencia, festejaban el empate en el S¨¢nchez Pizju¨¢n como una victoria. Hab¨ªa motivos para ello. Su equipo, el m¨¢s joven de la categor¨ªa, se hab¨ªa enfrentado a un c¨²mulo de contrariedades: un marcador en contra, un adversario experimentado y un hombre menos por expulsi¨®n de Rodrigo de Paul, el volante argentino, que vio la roja un minuto despu¨¦s de entrar en el campo por un manotazo a Aleix Vidal. El Valencia, adem¨¢s, hab¨ªa desaparecido en el arranque del segundo tiempo, absorbido por la clase de Bacca para llevarse a tres contrarios de un tir¨®n y dejar una asistencia a la derecha a Aleix Vidal, que necesit¨® dos remates para batir a Diego Alves.

Pero entonces sucedi¨® lo inesperado, el origen de la emoci¨®n en el f¨²tbol. El t¨¦cnico local, Unai Emery, lejos de querer sentenciar el partido, pretendi¨® mantenerlo como estaba, en ese raqu¨ªtico 1-0. Los tiempos han cambiado. Antes, Emery prefer¨ªa un 4-4 a un 0-0. Con los a?os se ha vuelto conservador. Eso se reflej¨® en los cambios. Ten¨ªa preparada la incorporaci¨®n de Deulofeu, pero cambi¨® de opini¨®n en el ¨²ltimo instante: prefiri¨® a Luismi, un perfil mucho m¨¢s defensivo. Antes hab¨ªa dado paso a Banega, un proscrito por el valencianismo recientemente aterrizado en Nervi¨®n. Tampoco le ayud¨®.

Nuno, mientras, oper¨® una serie de relevos decisivos. Primero dio p¨¢bulo a Orb¨¢n, un central zurdo en funciones esta vez de lateral izquierdo, un defensa, s¨ª, convertido al final en el autor del empate: marc¨® con el pecho tras un rechace de la zaga despu¨¦s de una combinaci¨®n entre Parejo y Rodrigo. Este ya ven¨ªa creciendo al ser reubicado como delantero centro tras la marcha de un in¨¦dito Alc¨¢cer.

El S¨¢nchez Pizju¨¢n, con muchos asientos vac¨ªos, se irrit¨® con los cambios de su t¨¦cnico y con los dos puntos fugados. Qued¨® devaluada la rabona de Bacca y la exhibici¨®n de su poder¨ªo en el juego de espaldas frente a la zaga visitante. El Valencia entendi¨® que era un puntazo para fomentar el futuro de un equipo tan imberbe ante un rival de tanto colmillo.