Alonso quiere aprender de Guardiola
El vasco, que no se ve jugando con Kroos, ambiciona pasar por M¨²nich para formarse como t¨¦cnico.
Xabi Alonso, uno de los futbolistas m¨¢s anal¨ªticos y calculadores que existen, advirti¨® amenazas en el horizonte. En el Madrid sostienen que las opiniones de Alonso tuvieron fuerza de dictamen en las semanas que siguieron a la Supercopa de Europa. El vasco detect¨® que sus compa?eros est¨¢n menos tensos. Especialmente Bale, Cristiano y Modric, que no muestran la implicaci¨®n defensiva de la temporada pasada. Tambi¨¦n observ¨® que Kroos es un jugador enorme, pero subray¨® que, por sus condiciones f¨ªsicas, jam¨¢s podr¨ªa jugar como interior en el 4-3-3 que define a este equipo. Mucho menos rodeado de compa?eros desatentos t¨¢cticamente.
Alonso conjetur¨® que tarde o temprano, en estas condiciones, el equipo se resentir¨ªa y ser¨ªa evidente que Kroos solo puede brillar como stopper, por delante de los centrales. Exactamente en su puesto. Supuso que se abrir¨ªa un debate y los medios de comunicaci¨®n cercanos a la directiva presionar¨ªan para que jugase Kroos e intentar¨ªan influir en el entrenador, Carlo Ancelotti. El argumento en su contra ser¨ªa f¨¢cil: a sus 32 a?os le tachar¨ªan de viejo.
Ancelotti le prometi¨® que disputar¨ªa todos los partidos relevantes en el Madrid
Los indicios se volvieron pruebas en la Supercopa de Espa?a, en donde Kroos se vio desbordado como interior izquierdo. En el primer partido de Liga, contra el C¨®rdoba, el alem¨¢n pas¨® a la posici¨®n del medio defensivo y Alonso acab¨® en el banquillo.
Alonso sabe que Ancelotti debe lealtad a la directiva, que apuesta por Kroos. Pero tambi¨¦n sabe que el t¨¦cnico le prometi¨® que le cuidar¨ªa para que jugase los partidos m¨¢s importantes de la temporada. Ten¨ªa su palabra de que seguir¨ªa siendo la referencia. Ancelotti es sincero. El t¨¦cnico est¨¢ convencido de que Alonso es mentalmente m¨¢s r¨¢pido que Kroos para proteger a los centrales. En el eje del campo lo esencial no es la juventud sino la experiencia y la lucidez. Pero Alonso es esc¨¦ptico. ?Qu¨¦ valor tendr¨ªa la convicci¨®n del entrenador cuando el club y los medios crear¨ªan otra corriente?
La llamada de Guardiola para prometerle que en el Bayern jugar¨ªa le abri¨® el cielo. No dud¨® un instante. Le dijo que s¨ª y se dirigi¨® al presidente, Florentino P¨¦rez, para pedirle que le facilitara la salida. En el club aseguran que, lejos de oponerse, cosa normal cuando se trata de un futbolista estrat¨¦gico, el mandatario se mostr¨® cordial y comprensivo.
Florentino P¨¦rez, que prolong¨® el contrato a Alonso en enero pasado, traslad¨® a los directivos al momento de la firma que, si por ¨¦l hubiese sido, no le renovaba. Lo hizo por la presi¨®n del p¨²blico, solamente. El presidente pensaba que el jugador sufr¨ªa un declive f¨ªsico profundo. Hab¨ªa fichado a Illarramendi y a Isco en 2013 con la esperanza de que ocuparan el centro del campo y le ve¨ªa como una r¨¦mora para la integraci¨®n de los reci¨¦n llegados. Ahora que anhela ver a Kroos organizando al equipo por delante de la defensa, la s¨²bita posibilidad de desprenderse de Alonso le pareci¨® oportuna. De ese modo evitar¨ªa que en el futuro Ancelotti sienta la tentaci¨®n de mandar a Kroos al banquillo.
Alonso conoce perfectamente el punto de vista de Florentino P¨¦rez. Tambi¨¦n tiene la certeza de que el presidente seguir¨¢ al frente del club con car¨¢cter vitalicio. Proclive a anticipar situaciones, cree que cuando se retire del f¨²tbol, si quiere regresar al Madrid, se lo encontrar¨¢ de nuevo. Su prioridad no solo es marcharse. Su prioridad es ofrecerle soluciones al presidente, establecer un espacio de concordia, mostrarle su apoyo en p¨²blico y hacerlo con vehemencia.
El d¨ªa que Alonso le dijo a Florentino P¨¦rez que quer¨ªa marcharse tambi¨¦n le ofreci¨® algo que sab¨ªa que le encantar¨ªa. Celebrar una conferencia de prensa para argumentar en p¨²blico sus razones para querer dejar el club. Procurar explicar que la decisi¨®n de irse al Bayern no ten¨ªa nada que ver con ninguna presi¨®n de la directiva. Que quede claro que nadie le echa. Los funcionarios del club comprenden que la tarea es compleja. Alonso, bandera del madridismo, ¨ªdolo de los extremistas de ultrasur, no ficha por un club de la MSL sino por el Bayern, rival directo y cubil de Pep Guardiola, uno de los l¨ªderes carism¨¢ticos cul¨¦s m¨¢s exitosos de siempre.
Alonso pretende completar la pirueta pol¨ªtica perfecta. Salir por la puerta grande, con el auspicio institucional, y como un gentleman. Ambiciona que su viaje a M¨²nich le proporcione dos cosas. Primero, afrontar el desaf¨ªo deportivo de demostrar que est¨¢ mejor que Kroos. Segundo, aprender el m¨¦todo de entrenamiento del f¨²tbol posicional con el t¨¦cnico que m¨¢s admira. Sus amigos aseguran que sue?a con sacarse el carn¨¦ de entrenador. Se?alan que no lo confesar¨¢ en p¨²blico pero quiere dirigir a un grande de Espa?a y ¡ªpuesto que en el Bar?a ser¨¢ dif¨ªcil que le ofrezcan el puesto¡ª debe prepararse para regresar al Madrid y ofrecerle sus servicios a Florentino P¨¦rez.
Alonso viaj¨® ayer a M¨²nich y pas¨® la revisi¨®n m¨¦dica, a la espera de que los clubes formalicen el traspaso.
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