Haddadi, el primer iran¨ª que lleg¨® a la ¡®luna¡¯
El p¨ªvot, que jug¨® cinco temporadas en la NBA, encabeza a la campeona de Asia que, en lento crecimiento, afronta en Espa?a su tercer gran torneo.
Un caf¨¦ en Turqu¨ªa le vali¨® por un contrato en Ir¨¢n. Durante el Mundial de 2010, el esloveno Mehmed Becirovic empatiz¨® con el presidente de la federaci¨®n iran¨ª en la cafeter¨ªa del hotel que compart¨ªan sus respectivas selecciones junto a las de Estados Unidos, Croacia y Brasil y, poco tiempo despu¨¦s, acabaron trabajando por la misma causa. Su discurso y su libreto gustaron en las oficinas de Teher¨¢n y cuando el equipo se qued¨® fuera de los Juegos de Londres tras la derrota ante Jordania en los cuartos de final del FIBA Asia de Wuhan, decidieron apostar por ¨¦l. Primero fue contratado como t¨¦cnico del Mahram y luego como seleccionador nacional, con el objetivo de relanzar un proyecto que crece lento pero seguro, en la tercera divisi¨®n de la canasta.
La evoluci¨®n coincide en el tiempo con el aperturismo de su liga nacional a la llegada de jugadores extranjeros. Un destino ex¨®tico hasta hace no mucho por el que han pasado ya nombres como los exmadridistas Kaspars Kambala y Marco Milic, Loren Woods, Marlon Garnett, Francisco Elson, los espa?oles ?scar Yebra y Diego Fajardo, o Sani Becirovic, hijo del seleccionador y practicante de la religi¨®n musulmana. Expedientes intr¨¦pidos y baqueteados que se decidieron a calibrar el proyecto de un baloncesto inh¨®spito para el gran p¨²blico.
Ir¨¢n ha ganado tres de los ¨²ltimos cuatro campeonatos de Asia y cuenta por haza?as su participaci¨®n en los Juegos de 2008 y en el Mundial de Turqu¨ªa. En Espa?a afrontan su tercera gran cita agarrados a su torre m¨¢s reconocible: Hamed Haddadi. El p¨ªvot, de 29 a?os y 2,18m, es el icono nacional desde que se convirti¨® en el primer iran¨ª en llegar a la luna de la NBA. Encabez¨® la lista de rebotes y tapones en los Juegos de Pek¨ªn y eso le puso r¨¢pidamente en el escaparate y las libretas de los ojeadores estadounidense. La aventura dur¨® cinco a?os en los que jug¨® en los Memphis Grizzlies, donde comparti¨® caseta con Marc Gasol, y en los Phoenix Suns. En total, 1.056 minutos repartidos en 151 partidos donde promedi¨® 2 puntos y 2 rebotes en siete minutos de media por encuentro. Un curr¨ªculo que a punto estuvo de truncarse por las sanciones que Estados Unidos tiene vigentes contra Ir¨¢n, que proh¨ªben a personas y organizaciones de este pa¨ªs participar en cualquier actividad o negocio en territorio norteamericano. Le ficharon en agosto y no comenz¨® a jugar hasta diciembre, despu¨¦s de que los directivos de la liga estadounidense solicitaran al gobierno una licencia especial para obtener el permiso. Concluido su periplo y tras un paso fugaz por China, Haddadi volvi¨® a casa para protagonizar proezas como la de anotar 52 puntos y capturar 16 rebotes con el Mahram en el ¨²ltimo partido de la final, con un 20 de 23 en tiros de campo incluyendo tres triples. No le bast¨® para que su equipo ganara el t¨ªtulo.
Junto a Haddadi, destacan el alero de 29 a?os y 1,98m, Samad Nikkhah, que juega en el Fujian chino y el joven Arsalan Kazemi (24 a?os y 2,00m), elegido en la segunda ronda del pasado draft en el puesto 54 por los Sixers, que milita en el Petrochimi iran¨ª pero presume de formaci¨®n estadounidense. Estuvo tres a?os en la Universidad de Rice pero, marcado por su origen como Haddadi, tuvo que trasladarse a Oregon despu¨¦s de recibir el trato xen¨®fobo del entrenador Rick Greenspan. En Granada, Kazemi, Nikkhah y Haddadi ser¨¢n los encargados de intentar poner en el mapa al baloncesto iran¨ª peleando en el grupo m¨¢s fuerte del campeonato junto a Brasil, Francia, Serbia, Egipto y Espa?a.
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